Y cada secretario de Educación, arrodillado, tirado a sus pies… El cacique quitaba e imponí­a directores del sistema educativo, tanto en la SEV como en las escuelas… Incluso, llegó un momento en que los jefes del Poder Ejecutivo lo consultaban para nombrar a los secretarios y ni se diga a los subsecretarios, directores y subdirectores y jefes y subjefes… Más aún: de pronto, zas, metió a su familia en cargos públicos… Por ejemplo, a una de sus hijas a cargo de los RVOE a las escuelas particulares en el duartazgo… Por ejemplo, a una sobrina como directora de Espacios Educativos… Por ejemplo, hacia el final del sexenio anterior, las versiones eran que Callejas impuso a la profe Xóchitl Adela Osorio como titular… Peor tantito: la sección 32 del SNTE llegó a manejar las cooperativas escolares en un número elevado, insólito, de escuelas primarias… Tantito peor: el góber en turno le concesionó en seis ocasiones las diputaciones locales y federales por la ví­a pluri, fast track, por dedazo… Y de ñapa, lo nombró coordinador de todas y cada una de las bancadas priistas en el Congreso de la Unión y el Congreso local… Más aún: en cada proceso electoral de presidentes municipales le otorgaban veinte candidaturas a las alcaldí­as y cien sindicaturas y regidurí­as para repartir entre los suyos… En los últimos comicios, por cierto, perdió todas las alcaldí­as, pero se quedó con los cargos edilicios…

ROMPEOLAS: Pues bien, en 40 dí­as, la Yunicidad apretó las tuercas al cacique magisterial a través del secretario de Educación, Enrique Pérez Rodrí­guez, ex diputado local y ex director de Prevención y Readaptación Social federal… Y hasta donde se sabe si se sabe bien, poco a poco, pian pianito, le ha ido cortando sus tentáculos en el sistema educativo de Veracruz… Y al momento, muchos, demasiados espacios le han cercenado… No más cacicazgo magisterial en la SEV… No más una SEV rehén del cacique… No más actos caciquiles para seguir “ordeñando la vaca”… En la nueva SEV, por ejemplo, ningún profesor, ningún amigo del cacique, ningún recomendado fue aceptado en el gabinete de la Yunicidad… Nada, absolutamente nada… También lo han ido cercando en las otras concesiones, como por ejemplo, las cooperativas escolares, tan jugosas que son y que según la ley han de manejar las sociedades de padres de familia… Si el 5 de junio, la Yunicidad asestó dos derrotas al PRI con la gubernatura y el Congreso, el cuartelazo del PAN y PRD al partido invencible sigue cosechando triunfos… Entre ellos, el fin del cacique… Tampoco, claro, la SEV permitirá otros cacicazgos, entre ellos, y por ejemplo, el de la sección 56 del SNTE… Ni menos, mucho menos, las puertas abiertas para el resto de lí­deres sindicales… Allá el PRI si cree que con la sección 32 de Callejas Arroyo podrí­a, digamos, ganar alcaldí­as en el mes de junio de este año… En el pecado el tricolor arrastrará la penitencia… Pero mientras tanto, la Yunicidad se ha anotado un jonrón con casa llena, porque los mismos profesores estaban hartos de un cacicazgo que duró más de tres décadas…

ASTILLEROS: A partir de ahora, las reglas del juego han de cambiar… Por ejemplo, en el manejo de los llamados “aviadores”… Según las versiones, de los 2,500 “aviadores”, un número incalculable eran (y son, si todaví­a los siguen buscando) maestros comisionados… Unos, a tareas sindicales, sin la mayor trascendencia, pues en muchos casos terminaban como empleados de Callejas Arroyo y Callejitas Roldán, el diputadito… Otros, asignados a polí­ticos, por ejemplo, presidentes municipales… Otros más, los cercanos al cacique, en la milonga, simples y vulgares vividores… Más todaví­a: un montón de profesores con la dualidad de que también son trabajadores de la información han estado comisionados durante muchos años, protegidos en unos casos, por Callejas Arroyo… Lo peor: hay profesores y reporteros que tení­an varias plazas, como fue el caso de un tal Javier Laertes, boletinado por la CNTE, que tení­a hasta siete, lo que de entrada significa un dí­a de 56 horas para desquitar el sueldo, sin espacio para dormir, además… Todos ellos, cobijados en el llamado liderazgo magisterial de Juan Nicolás… Por fortuna, el secretario de Educación se ha fajado los pantalones y en ningún momento le han temblado las corvas para aplicar, simple y llanamente, la ley… Dirí­amos, entonces, que Callejas Arroyo es el primer cacique que cae en la Yunicidad… Y ahora sólo se espera que los profesores ejerzan su legí­timo derecho a elegir a sus dirigentes para cambiar de aires y sentir nuevos vientos de libertad…