Por primera vez en la historia, la Caravana de Madres de Migrantes Desaparecidos, que parte de Centroamérica al norte del paí­s, se reunirá con madres y esposas de desaparecidos en Veracruz para hacer un acto de reclamo de justicia y que las autoridades de los tres niveles en este territorio dejen de simular y se pongan a buscar a los ausentes.
La Caravana ingresa a México el próximo 15 de noviembre, y se espera que el dí­a 19 arriben a Córdoba, donde serán recibidas por integrantes del colectivo Solecito de Veracruz, que desde hace unos cuatro años libra una lucha sin cuartel contra las autoridades que en su momento fueron encabezadas por el ahora prófugo de la justicia, Javier Duarte de Ochoa.
Se trata de un encuentro cara a cara para reconocerse hermanas en el mismo dolor: la usencia de un ser querido arrancado ya sea por la delincuencia o por la burocracia de autoridades que no buscan y generan condiciones para que otros sigan siendo sustraí­dos.
La Caravana de Madres de Migrantes lleva más de diez años recorriendo el paí­s alzando la voz para reclamar condiciones de seguridad para centroamericanos que a diario salen de ese paí­s huyendo de la pobreza, el desempleo y ahora por la inseguridad.
En este tenor, las mujeres de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua suman años de lanzar reclamos contra las autoridades de Veracruz, lo hicieron mucho antes de que este fenómeno de desaparecidos, se volviera una epidemia.
Lo iniciaron cuando sus hijos comenzaron a desaparecer y a ser agredidos en territorio veracruzano, allá por los inicios del sexenio de Fidel Herrera Beltrán, cuando las embajadas de esos paí­ses, reconocieron que el cártel de Los Zetas habí­a sometido a la Mara Salvatrucha para ponerlos a trabajar en el secuestro de migrantes, negocio que se volvió sumamente rentable.
En 2010, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, emitió un informe en donde definió que el secuestro de centroamericanos era uno de los negocios más boyantes de la delincuencia en estados como Tabasco, Chiapas, Oaxaca y Veracruz; documentó más de 10 mil secuestros.
En el sureste del paí­s, Coatzacoalcos, fue declarado la capital del secuestro de Migrantes.
En 2012, en este municipio, el padre Alejandro Solalinde, director del albergue Hermanos en el Camino, en Chauites, Oaxaca, pidió perdón a los Zetas, al expiarlos de sus acciones al ser personas marginales, a quienes no se les dieron oportunidades de desarrollo por persistir en un sistema gobernado por autoridades corruptas, que también victimizaban a los migrantes.
Pero meses después, en Veracruz, y en medio de una guerra entre el Cártel de Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Los Zetas, por territorios como Córdoba, Orizaba, Huatusco, Fortí­n, Cuitláhuac, Xalapa, Veracruz, Boca del Rí­o, Cardel, Medellí­n, Tlalixcoyan y Tierra Blanca, derivó en la desaparición sistemática de personas, en su mayorí­a mujeres y jóvenes en edad productiva. De los 20 a los 40 años.
A la par, incrementaron los reportes de desapariciones en donde se involucraba directamente a autoridades.
A la fecha, Veracruz ocupa el segundo lugar a nivel nacional en caso de desapariciones forzadas, delito de lesa humanidad, y que en este estado fue tutelado y tolerado por mandos policiacos de confianza del ex secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez, quien a su vez respondí­a directamente a Javier Duarte de Ochoa, como jefe máximo, quien siempre tuvo la idea de que en Veracruz no pasaba nada, ni desapariciones, únicamente robos en Oxxo de Frutsis y Pingí¼inos.
Los casos más notorios, el de Gibrán Martí­z y sus dos amigos, por quienes la Comisión Nacional de los Derechos Humanos emitió una recomendación en 2015 por delito de desaparición forzada cometida por elementos de la Secretarí­a de Seguridad Pública, quienes los detuvieron ilegalmente, los encerraron en calabozos de Lencero, en Xalapa, y posteriormente participaron en un montaje con supuestos criminales a quienes dieron muerte en fuego cruzado, según la versión aportada por el entonces procurador general, Amadeo Flores Espinoza, ahora presidente del comité Estatal del PRI, versión echada abajo por los peritos de la CNDH, pues se habí­a tratado de una ejecución.
Al tiempo, Blog expediente dio voz a familiares de Gibrán Martiz, quienes señalaron que el joven habí­a sido mandado detener y desaparecer por órdenes directas de Arturo Bermúdez, después de que el chico riñó con otro joven vinculado familiarmente con Bermúdez Zurita en un antro, por un una jovencita.
Y el caso Tierra Blanca/Playa Vicente, en donde elementos de la SSP al mando de uno de los hombres fuertes de Bermúdez, Marcos Conde, detuvieron ilegalmente a cinco jóvenes y los entregaron a miembros de la delincuencia organizada, que a su vez les dieron muerte y los desaparecieron echando sus restos en un molino de caña de azúcar.
Además, al tiempo, Blog expediente ha documentado unos 70casos de desaparición forzada en donde han participado autoridades.
En los últimos tres años, en Veracruz han aparecido unas 12 fosas clandestinas colectivas, la última, en Colinas de Santa Fe, en el puerto jarocho, la cual al último corte suma 105 cráneos localizados producto del procesamiento de 35 fosas.
Es en este contexto donde se genera el encuentro entre las madres de migrantes y las madres del colectivo El Solecito se encontrarán en el parque de Córdoba, a las 12:30 para participar en una marcha por las calles de esa ciudad, de donde son originaros la mayor parte de los integrantes del gabinete de la actual administración estatal, incluyendo al gobernador Javier Duarte de Ochoa y al Fiscal General, Luis íngel Bravo Contreras.
Además, en Córdoba tuvo su asiento Raúl Lucio Hernández Lechuga, o Fernández Lechuga, alias “El Lucky”, “Z-16” o “El Apᔝ, detenido en diciembre de 2012, en un contendedor en Córdoba, y cuyas actividades se vinculan a desenas de casos de desaparecidos en esa región.
En Veracruz, las madres migrantes caminan la ruta de Las Choapas, Coatzacoalcos, Acayucan, Medias Aguas, Cosamaloapan, Tres Valles, Tierra Blanca, Córdoba, Orizaba, en la mayorí­a de esas ciudades, el fenómenos de los desaparecidos que ahora buscan los colectivos, están al rojo vivo y cobrando vigencia ante la caí­da de Javier Duarte y Arturo Bermúdez con todos sus esbirros.
Es decir, en los mismos puntos donde se reportan desapariciones de personas originarias de Veracruz, hay riesgos para los migrantes que sólo van de paso a los Estados Unidos, pero cuyo secuestro cotiza unos mil dólares por cabeza.
Es en ese sentido que el reclamo de las madres centroamericanas y las veracruzanas, se reviste de simbolismo por el respeto a los derechos humanos y de una exigencia las autoridades omisas, opinó Rubén Figueroa, uno de los organizadores de la Caravana y vocero del Movimiento Migrante Mesoamericano.
“Auspiciada por el Movimiento Migrante Mesoamericano y con apoyo de una amplia red de organizaciones humanitarias mexicanas e internacionales, la caravana dejará su huella y levantará su voz en 11 estados y 30 localidades del paí­s donde se visitarán albergues, cárceles, y las calles de los poblados y caserí­os por los que han pasado sus hijos en ruta hacia el norte a realizar la labor de la cual son fundadoras y expertas: visibilizar la ausencia miles de centroamericanos que han venido desapareciendo en México desde hace décadas”, indicó el MMM en un comunicado.
La Caravana de Madres inicia su recorrido en La Mesilla, Guatemala, ahí­ se encontrarán las delegaciones de México y de los demás paí­ses. Luego de ingresar por La Mesilla, la caravana se dirigirá a Frontera Comalapa, Nueva Linda, Comitán y San Cristóbal de las Casas, Chiapas, para seguir el rastro de la ruta por la sierra y selva. “De ahí­, la ruta nos lleva al corredor migratorio conocido como la ruta del Golfo, Tabasco y Veracruz, donde las condiciones de tránsito han empezado a mostrar los niveles de violencia y amenaza que tuvieran hace apenas unos años”, indicó el MMM.
Rubén Figueroa dijo que después de la marcha en calles de Córdoba con Solecito, se trasladarán al albergue de La Patrona, en Amatlán de Los Reyes para reunir a Aida Amalia Rodrí­guez con su familia, a quien no ve desde hace 30 años, que salió de Guatemala para buscar el sueño Americano.