cargando

En twitter:

Martes 01 noviembre, 2016

En peligro, familia de un reportero

•Amenazaron de muerte a esposa de Pedro Tamayo, asesinado en Tierra Blanca, y le incendiaron su casa

•El fuego consumió papeles, ropa y pertenencias, cuando ellos atendían un puestecito de comida

•Clara intimidación porque insisten ante la Fiscalía para aclarar el homicidio ocurrido el 21 de julio

•En el gobierno de Veracruz le piden que emigre a otro estado. “Pero… ¿Por qué he de irme?” dice Alicia Blanco

Laura Rojas/Miguel íngel León Carmona

  • Pedro Tamayo. Asesinado el 20 de julio

  • Alicia Blanco, esposa de Pedro. Amenazada

  • Incendio de la casa de Pedro y Alicia

  • Incendio de la casa de Pedro y Alicia

  • Incendio de la casa de Pedro y Alicia

Alicia Blanco dice que sabe quiénes le quemaron la casa la noche del domingo pasado, en la colonia Lomas de Tierra Blanca.
Por fortuna, en el inmueble ubicado sobre la calle Pioquinto Becerra, no habí­a nadie.
Pero en general, se perdieron artí­culos materiales, ropa y pertenencias que eran guardadas en esa casa, misma que Pedro Tamayo y ella habí­an conseguido, desde el terreno, con sacrificios.
La familia del periodista asesinado el pasado 21 de julio se encontraba en la otra casa, la familiar, en donde atienden un puesto de comida, y en donde pasan los dí­as custodiados por policí­as.
Pero aún con eso, la noche del domingo, horas antes del incidente, al teléfono de Alicia Blanco llegó una llamada de número desconocido.
“Ya sabes quienes somos, te tenemos ubicada y te vamos a quemar la casa hija de #$%&$#”, gritaron ciertas voces al otro lado del auricular.
Alicia Blanco dice que las voces son reconocidas, “me avisaron que me quemarí­an la casa, pues que me la quemen, les dije, nunca pensé que se iban a ir contra la casita que tenemos en un terreno en otra colonia, es una casa chiquita, pero guardamos ahí­ algunas cosas”.
El motivo por el cual recibió esta agresión y amenazas ”“dice- el seguir insistiendo ante las autoridades con las denuncias para que se aclare el homicidio de su esposo.
Pues elementos de la Policí­a del ex secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez, participaron en los hechos entorpeciendo la labor de la Cruz Roja esa noche de la tragedia, y ni uno sólo ha sido mandado llamar a cuentas.
El Fiscal Luis íngel Bravo Contreras, como en el resto de los casos de periodistas, mantiene el caso empatando, como perro juguetón, persiguiéndose la cola a la espera de cazarla.
Después de la desaparición de los jóvenes de Playa Vicente, en enero pasado, Tierra Blanca vivió varios meses de turbulencia y después calma, pues la presencia de la Gendarmerí­a y la detención de numerosos delincuentes en la región, trajo calma.
Sin embargo, de unos meses para acá, después de que los padres de los cinco desmontaron el campamento que mantení­an en una agencia del MP, los demonios se volvieron a desatar y las ejecuciones y privaciones ilegales de la libertar, están a la orden del dí­a.
Alicia Blanco denunció los hechos ante la Fiscalí­a de Tierra Blanca, en la carpeta 490/2016.
En esa denuncia enumera los detalles sobre una serie de hostilidades que ha padecido desde el entierro de Pedro Tamayo a la fecha, y que desembocaron en el incidente en su casita de la colonia Lomas de Tierra Blanca.
Las personas que le quemaron la morada, insiste, cuentan con señalamientos, y el Fiscal, no los detiene, ni les investiga.
“En el gobierno de acá me ofrecen reubicación, irme a otro estado, hasta me compran un casa y me buscan trabajo, pero ¿por qué me voy a ir yo de mi casa, a escapar, si no he hecho nada, solamente pedir justicia por mi marido?”.
Al igual que Moisés Sánchez y Rubén Figueroa, que con antelación advirtieron sobre temores, los pazos de la muerte cerca, y no fueron escuchados, terminando en tragedia, lo de Alicia Blanco es un grito a tiempo que espera no se convierta en un grito en el desierto.
El primer desaire de la Fiscalí­a contra la familia de Pedro Tamayo, se dio el mismo dí­a de que René ílvarez Vázquez, uno de los chamacos consentidos del Fiscal, acudió a la casa enlutada en Tierra Blanca para ponerse a las órdenes de los deudos en su papel de Fiscal para atender a periodistas y delitos electorales; eso fue a las tres de la tarde, horas después, ya estaba tomando protesta en su nueva chamba, recomendado por el Bravo Contreras, como Fiscal Regional en Tuxpan.
Posteriormente, Flavino Rí­os Alvarado, primero como secretario de Gobierno, ahora como gobernador, ha ofrecido la luna y las estrellas a la familia de Tamayo, hasta ahora, todo ha sido mentiras y promesas.

"TE VAMOS A MATAR"

Miguel íngel León Carmona

“Hija de tu..., te voy a quemar tu casa”, advirtió una voz minutos antes del atentado a la esposa de Pedro Tamayo, el décimo noveno periodista asesinado en el Veracruz de Javier Duarte y Flavino Rí­os Alvarado.
Son las primeras declaraciones de Alicia Blanco Beiza, luego de haber denunciado los hechos del pasado 30 de octubre ante el ministerio público de Tierra Blanca. Con base en su relatorí­a asentada en la carpeta de investigación 490/2016, se trató de un incendio provocado por sujetos desconocidos. Ignora si se trata de los mismos que en septiembre pasado la amenazaron de muerte.
“Han sido los peores cuatro meses de mi vida. Desde que a Pedro me lo mataron nos hemos dedicado a trabajar; no nos metemos con nadie. Finalmente las cosas materiales van y vienen, pero lo que no quiero es una muerte más” susurra la viuda de Tamayo Rosas desde el teléfono al que fue contactada por sus agresores.
Alicia Blanco comienza a relatar los hechos desde su puesto de hamburguesas, mismo sitio donde el pasado 20 de julio vio fallecer a su esposo a balazos; pero también allí­ un pistolero el 21 de septiembre de 2016 le aseguró que un regalo aguarda por ella: la muerte.
Eran las 19 horas del domingo 30 de octubre. Alicia, acompañada de sus dos hijos, atendí­an el puesto familiar; unos preparaban hot dogs, otros freí­an alitas a la diabla. Fue cuando la viuda recibido una llamada telefónica. Era un móvil no registrado, pero ella contestó con la esperanza de algún pedido a domicilio. No fue así­; la voz le habló por su nombre y la amenazó con once palabras.
“Hija de tu puta madre, te voy a quemar tu casa”. Alicia se valió de los elementos de la Fuerza Civil que desde el asesinato de Pedro Tamayo la custodian y contestó que no tení­a miedo. Que la dejaran en paz y terminó la comunicación telefónica.
Sin embargo, pasaron tres minutos y el teléfono de Alicia volvió a sonar, esta vez era del número de su hijo. “Mamá me dijeron que nos van a quemar la casa”, la viuda pidió que desatendiera las entregas a domicilio y que se devolviera al puesto de hamburguesas.
Más tardó en llegar el hijo al negocio familiar cuando una tercera llamada de vecinos reportó que su casa, ubicada en la calle Pioquinto, esquina con Del Soldado, colonia Lomas de Tierra Blanca, estaba ardiendo en llamas.
Alicia cerró el puesto de comida rápida, pidió a los suyos que se resguardaran y acudió al predio. Pero llegó tarde; el fuego para las 20 horas ya habí­a acabado con el patrimonio que Tamayo Rosas forjó a lo largo de dos décadas como tundeteclas en la sección de policiaca.
En la casa todo estaba vuelto cenizas; la colección de libros de literatura de Tamayo, la cuna para su nieta que está por nacer, fotografí­as, el escritorio de cristal donde Pedro redactaba notas para los medios Crónica de Tierra Blanca y Al Calor Polí­tico, y los aparatos electrónicos que alguna vez formaron parte del negocio familiar “Sonido Tamayo”.
Pasados los minutos, el perito turnado a la diligencia, así­ como la propia Alicia Blanco, se percataron que los responsables del incendio se habrí­an dado el tiempo para hurtar algunos bienes como el refrigerador, dos ventiladores, una cocina integral y hasta una cisterna de 450 litros de capacidad. A cambio, olvidaron cuatro garrafas con restos de combustible, que se supone provocaron para provocar el fuego.
Alicia apenas tuvo el tiempo para llegar a su puesto de hamburguesas, cuando el número desconocido volvió a llamarla. Hubo risas por parte de la persona detrás del teléfono. “Ahora va tu carro, hija de tu puta madre”. Y soltó una carcajada. Y colgó.
Se trata del tercer incidente en contra de la familia Tamayo Blanco. No obstante la presencia de custodios de la Fuerza Civil y las llamadas esporádicas de Luis íngel Bravo Contreras, Fiscal de Veracruz, los asesinos de Pedro Tamayo y ahora los agresores de su esposa, Alicia Blanco, siguen libres. “Las cosas materiales van y vienen, pero lo que no quiero es una muerte más” espera la viuda de la justicia veracruzana.


Deja un comentario

Acerca del blog

Blog de noticias desde Veracruz.
Aquí, deseamos contar la historia de cada día.
Y cada día es un nuevo comienzo.
Y todos los días se empieza de cero...

Portal de noticias de Veracruz.