Cinco meses dando vueltas en la SEFIPLAN
•Funcionarios del Instituto del Deporte les dicen que el deporte se hace por amor y pasión, que no protesten
•Demandan deportistas paralímpicos el pago de 10 millones de pesos para ellos y entrenadores
Hace unos años, en 2011, Omar Osorio Salazar festejaba sobre un podio su medalla de bronce en Guadalajara, Jalisco. Hoy, el atleta paralímpico se apoya del primer escalón de la Plaza Lerdo, en Xalapa, para exigir al gobierno de Veracruz el pago inmediato de 10 millones de pesos en favor de 500 deportistas y entrenadores.
El nadador cordobés pide a sus compañeros de competencias adaptadas y convencionales que no desistan, “que recuerden las tardes de
Miguel íngel León Carmona/Fotos de Yerania Rolón
entrenamiento sin dinero para botellas con agua, haciendo rendir las dos quesadillas que ofrecen como desayuno en la Villa de Leyes de Reforma luego de cinco horas de actividades físicas.
Al día de hoy se cumplen cinco meses que la Secretaría de Planeación y Finanzas del Estado (SEFIPLAN) les ha negado estímulos económicos o becas como fueron etiquetadas a inicio de sexenio, apoyos que van de los 500 hasta los un mil pesos, según sean los resultados del competidor en favor del estado próspero.
De acuerdo con el grupo de manifestantes, los funcionarios del Instituto Veracruzano del Deporte (IVD) y la SEFIPLAN valuaron los logros obtenidos en justas nacionales e internacionales; es decir, una medalla de bronce es retribuida con 500 pesos mensuales, el metal de plata con 750 y la presea máxima, la de oro, con un mil pesos.
“Pero, ¿qué pasa?" recrimina una entrenadora del grupo, "si tu ganas más de dos medallas a ellos no les importa y te pagan lo que les marca la tablita. Nos dicen que el deporte se hace por amor y pasión, pero olvidan que también bajan millones de pesos para fomentar programas deportivos” explica Mariela Ferrer Sánchez, presidenta de la liga municipal de halterofilia de Xalapa, Veracruz.
Así las horas pasan en el centro de la capital jarocha, los deportistas se miran entre sí. Entonces Omar Osorio pide le lleven su teléfono celular, se incorpora con esfuerzo a su silla de ruedas y emplea el medio favorito para comunicarse con ellos: el Twitter.
Y así pasan las horas hasta que personal de Política Regional acude al llamado con libreta y lapicero en mano. “Para resolver el problema”, les aseguran.
Los empleados de la Secretaría de Gobierno ofrecen una plática con los afectados, solamente piden que se muevan de la plazoleta. Osorio Salazar, refuta, “No señor, no nos movemos de aquí hasta que nos atiendan”. Luego de su respuesta, el cordobés se ofrece a testimoniar la vida de 500 competidores veracruzanos.
DEPORTISTAS PARALíMPICOS DE HAMBRE EN VERACRUZ
En los últimos días, Omar Osorio se ha preparado en la Villa de Leyes de Reforma, pues se avecina una competencia donde intentará nadar por 27 horas continuas y abatir los récords nacionales. Sin embargo, el hombre confiesa que más allá del desgaste físico, un disgusto moral lo tiene sacudido.
Por la mañana, a los competidores que se albergan en la Villa de Leyes de Reforma, les entregan un contenedor de unicel para el desayuno conteniendo una torta, una barra de granola y una botella con jugo de naranja, paquete nutrimental similar al que recibieron los asistentes al evento de Enrique Ochoa Reza, dirigente nacional del PRI, en su reciente visita a la ciudad de Xalapa, Veracruz.
Omar, continúa con su relato, entrena cinco, seis o siete horas al día, pasea por las instalaciones donde ha conocido a sus homólogos de competencia, quienes últimamente piden prestado para comprar botellas con agua o completar para sus camiones de regreso a casa.
Para la cena el menú poco varía: dos sincronizadas o una torta. Omar Osorio a veces come, otras duerme o prefiere seguir entrenando.
“Como atleta te daña mucho que de repente te digan que ya no hay dinero para comidas, viáticos, becas, uniformes... Uno debería estar descansando en este momento, concentrado para los compromisos deportivos, pero no, estamos protestando como tantos más” abunda el entrevistado.
Como dato curioso, al hombre se le viene a la mente su cuarto podio en los juegos olímpicos de Toronto, Canadá, la primera vez que el entonces gobernador del estado, Javier Duarte, le llamó para felicitarlo. La segunda ocasión que hablaron por teléfono fue hace cinco meses, Omar avisó a Javier Duarte que el gobierno de Veracruz los había olvidado, entonces planteó una solución:
“Me llamó, nos atendió luego y se nos pagó, pero solo a un grupo de deportistas, a los que hablamos con él. Nos tomó el pelo porque yo protesté en nombre de todos los compañeros, no sólo del mío. Hoy ya pasaron de nuevo cinco meses y seguimos esperando pago de nuestras becas”.
Por otra parte, Omar Osorio lamenta que un atleta como él en Veracruz, compita sin derecho a servicio médico o prestaciones. El hombre llama a una jovencita de Tuxpan, quien cuenta se lesionó hace dos años y con dinero propio se ha rehabilitado. Hoy la chica se prepara para una nueva competición, pues desde hace tiempo es candidata para recibir el apoyo mínimo que brinda el IVD: 500 pesos mensuales.
Es la causa que esta vez abandera Omar Osorio, quien no obstante su currículo olímpico, medallista en México 1999, Mar de Plata, Argentina 2003, Río de Janeiro 2007, Brasil, Guadalajara, México 2011 y cuarto lugar en Toronto, Canadá, 2015, a la fecha el gobierno le adeuda 35 mil pesos: “20 mil ya los debo, 15 mil estoy por conseguirlos”, explica.
Son las palabras del atleta veracruzano, quien firme se dirige a la titular del IVD, Fátima del íngel: “La culpa es del secretario de Finanzas, sí, pero tú como gestor tienes la obligación de estar aquí, dando la cara por sus atletas y entrenadores”.
“Los entrenadores y deportistas cambian la mentalidad de los niños para que sean buenos seres humanos, combatiríamos más a la delincuencia si fuéramos apoyados. Esperemos quien llega tenga visión, humildad y reconozca el esfuerzo de nosotros, que nos partimos el alma por Veracruz” finaliza Omar Osorio.