Pero más aún, fuera la propietaria de los muertos de cada familia… Y si el Papa Francisco que tendió puentes para que Barack Obama y los hermanos Fidel y Raúl Castro se reconciliara y se dimensionó en las alturas, con esta medida sólo prohija que los católicos huyan a otras religiones… Según el experto en asuntos religiosos, Elio Masferrer Kan, el Papa está “fuertemente presionado por sectores ultraconservadores muy poderosos y lo que él hace para legitimarse ante éstos es ceder en medidas dogmáticas” (La Jornada, 26 de octubre, 2016)… Con todo, aún peor, pues Francisco muestra los dientes y dice que el único lugar apropiado para que las familias guarden las cenizas de sus muertos es un espacio consagrado “de acuerdo con las normas emitidas por el Vaticano”… Simple y llanamente, en los nichos construidos por la iglesia en cada parroquia… Ni siquiera, vaya, en los nichos de las funerarias… Según el Papa, “el cuerpo muerto no es propiedad privada de los parientes, es un hijo de Dios que forma parte del pueblo de Dios”… ¡Vaya negociazo!.. Y es que nombre de Dios el Vaticano quiere fortalecer sus ingresos millonarios, luego de tantos desfalcos y fraudes en el banco del Vaticano…

ROMPEOLAS: Mal hecho… Y pésima vibra, pésimo karma, de la iglesia, pues en automático hizo cortocircuito con la feligresí­a… Más aún: se ignora si exista legislación, pero un cadáver es propiedad, en todo caso, de los familiares, en ningún momento “del pueblo de Dios”, por favor, a otros con esa locura… Y por añadidura, cada quien puede hacer con el cuerpo muerto lo que crea más conveniente según su formación familiar, sus costumbres y hábitos, su cultura, su práctica social… Bien los puede seguir sepultando en el panteón municipal, bien cremarlos y guardar en casa y/o repartir las cenizas entre la familia, bien tirarlos al mar o al viento huracanado… Además, quedan muchas, demasiadas dudas… Por ejemplo, el ex abad de la Basí­lica de Guadalupe, Schulemberg, dijo que la Virgen de Guadalupe y el indio Juan Diego fueron un invento de la iglesia para ganar fieles… Y aun cuando lo despidieron y desapareció por completo del escenario, lo dijo… El escritor Ignacio Manuel Altamirano fue aceptado en la Academia de la Lengua Española y su discurso inició con tres palabras apocalí­pticas: “¡Dios no existe!” dijo… El Papa Benedicto XVI, Ratzinger, dijo que el infierno era un invento y, por tanto, si el invierno es inexistente, entonces, el cielo también… En el libro bí­blico “Reyes” cuentan la historia, por ejemplo, del profeta Elí­as, quien al ser informado que en Israel existí­a 400 profetas que adoraban a dioses diferentes a Yahvé ordenó que degollaran a todos, incluso él mismo encabezó la masacre… Y aun cuando eran otros tiempos ya podrá imaginarse una iglesia en apuros para construir de rapidí­n 400 nichos en donde depositar sus cadáveres… El Papa Francisco, quien anda por el mundo reconciliando a tirios y troyanos para pacificar la faz de la tierra, ha tenido un resbalón imperdonable para garantizar la fidelidad y la lealtad de los católicos…

ASTILLEROS: Uno de los argumentos del Vaticano para prohibir arrojar las cenizas al mar y/o guardar en casa es que “se priva a la comunidad católica de recordar al difunto”… Se trata de un argumento sin sustento ni fundamento… Y ni modo que los deudos acepten sin chistar la palabra del Papa… Se equivoca Francisco… Los neurólogos han confirmado que la más terrible y espantosa enfermedad en la vida es la soledad… La soledad que viene, cierto, de la misma familia, pero todaví­a más, de “la comunidad”, de los vecinos… Y si en vida por aquí­ una persona cae enferma, postrada en casa, y es olvidada, con mucha razón cuando está muerta… Una vez más el Vaticano recurre a la amenaza y advierte que los católicos que opten por la cremación “por razones contrarias a la fe” y tiren las cenizas al mar o a un rí­o y se las reparten entre la familia “se les debe negar la sepultura cristiana”… En nombre de Dios, el Vaticano condenó a Marcial Maciel, el sacerdote pederasta, quien ultrajó a cientos de niños y violó a sus propios hijos, a enclaustrarse en un monasterio a rezar para alcanzar el perdón de Dios… En nombre de Dios, hubo Sumos Pontí­fices que tení­an amantes como cualquier mundano… En nombre de Dios jamás el arzobispo Hipólito Reyes Larios defendió en el sexenio duartista a los secuestrados, desaparecidos, asesinados y sepultados en fosas clandestinas… Y en nombre de Dios nunca tampoco defendió a los migrantes…