Lo anunció la Procuradurí­a General de la República, PGR, con la orden de captura por delincuencia organizada y lavado de dinero.
Lo documentó la PGR al descubrir “la red de operadores financieros y prestanombres” organizados por JD para encubrir su riqueza ilí­cita.
Lo describió la PGR en tiempo de Arely Gómez cuando rastrearon las pistas de las empresas fantasmas denunciadas por el periódico digital, Animal polí­tico, en que tení­a operadores y magos financieros para “lavar el dinero” que a su vez, acatando órdenes superiores, inventaban nombres y contrataban personas que fueran prestanombres de JD.
Lo perfiló la Auditorí­a Superior de la Federación cuando en el año 2014 documentara el desví­o de 35 mil millones de pesos federales.
Lo confirmó la PGR cuando quedara manifiesto el desví­o millonario, entre tantas otras cositas, de la secretarí­a de Educación, tiempo de Adolfo Mota Hernández como titular, para comprarse un ranchito en el Valle de México, donde construyera una alberca para sus caballos.
Lo anotó la PGR cuando descubriera la transferencia de más de 220 millones de pesos del erario público para comprar 5 parcelas en Campeche y en donde el empresario y junior, Moisés Mansur, se hiciera pasar como un simple ejidatario.
El doctorado que dice él mismo en Economí­a en la Universidad Complutense sirvió, entre otras cositas, para que su inteligencia al servicio del mal se puliera y volviera a pulir.
Javier Duarte, en las grandes ligas de las fechorí­as internacionales.
Una inteligencia, digamos, incandescente para hacer dinero lo más pronto posible, rápido y furioso.

TODOS SABíAN Y TODOS CALLARON

Su inteligencia se calibra de la siguiente manera:
Sedujo a Fidel Herrera Beltrán y lo convenció de que era el digno sucesor en la gubernatura.
Financió, se afirma, con 2,500 millones de pesos la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto y en su nombre “se creció al castigo” e hizo y deshizo en Veracruz.
Manipuló a su antojo a seis secretarios de Finanzas y Planeación, a dos contralores, a dos titulares del ORFIS, a cuatro secretarios Generales de Gobierno, a cinco titulares de la secretarí­a de Infraestructura, a tres secretarios de Salud, a tres secretarios de Educación, entre otros.
Todos se daban cuenta que cada mes, JD desviaba recursos federales y estatales, y se ignora si porque tení­an necesidad de la chamba para llevar la torta a casa, el caso es que todos guardaron silencio y se volvieron cómplices según la Ley de Responsabilidades de Funcionarios Públicos.
JD, con sus ojos coléricos con los que puede encenderse un fósforo, con su voz gritona y autoritaria, con su carácter inflamable y bipolar, descarrilando al gobierno de Veracruz en el quebrando patrimonial, ante el silencio apabullante de su gabinete legal y ampliado.
Lo dice el consejero del CEN del PRI, Armando Barajas:
“Dejó en estado de indefensión a la población”, y nadie, absolutamente nadie, fue capaz de frenar la ambición sin lí­mites de JD.
Le tení­an miedo a su inteligencia desbordante.
A su temperamento tipo Francisco Franco y Adolf Hitler.
Peor tantito: cuando en campaña electoral a gobernador los 7 candidatos denunciaron los trastupijes, ilí­citos con recursos federales, todos los delegados federales, empezando por el delegado de la secretarí­a de Gobernación, callaron.
La inteligencia de JD sedujo al peñismo. En el mejor de los casos, los cooptó. Demasiada y excesiva tolerancia. Y si Los Pinos asestaron el manotazo fue “demasiado tarde” como cacarea Héctor Yunes Landa, “El senador de las vacas dormidas”.

DIEZ DíAS HUYENDO…

Con su inteligencia incandescente (digamos, a la altura del cordobés Jorge Cuesta, pero al revés), JD violó el Código de Ética partidista y nada pasó.
Desde el primer año del sexenio faltó a la probidad como funcionario público y nada sucedió.
Se fue enriqueciendo poco a poco y ningún polí­tico subalterno pudo o quiso frenar el descarrilamiento.
Y el martes 25 de octubre del año que corre cuando la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del CEN del PRI lo expulsara… era muy tarde.
El PRI habí­a perdido la gubernatura y la mayorí­a en el Congreso de Veracruz.
Con su inteligencia desbordante, insólita y catatónica, Javier Duarte cumple hoy diez dí­as como prófugo de la justicia.
Se entenderí­a que anda huyendo con su familia, más cinco perros mascota que tení­a y un par de caballos para disfrute y gozo de su esposa amazona.
Miguel íngel Osorio Chong, secretario de Gobernación, lo dijo:
“Lo vamos a agarrar”…considerando que si capturaron a Joaquí­n “El chapo” Guzmán, el narco más buscando del mundo, con más razón a Javier Duarte.
El presidente Enrique Peña Nieto ya se justificó:
“El PRI no está exento de errores, fracasos y desaciertos”.
Pero mientras amanece, la inteligencia incandescente de Javier Duarte sigue burlándose de todos.
Lo buscan y nadie lo encuentra, a menos, claro, que la PGR ya lo tenga y Los Pinos esperen el momento polí­tico, oportuno, clave, para lanzar la noticia.
Javier Duarte, una inteligencia del mal, pulida y repulida en la Universidad de Harvard, campus Nopaltepec y con mención honorí­fica.
Para el dí­a cuando muera, la Universidad de Harvard en Estados Unidos ha comprado su cerebro… como objeto de estudio.
Y es que la inteligencia de un polí­tico inflamable y flamable está birlando a la PGR desde hace diez dí­as.
“Los diez dí­as que estremecieron al mundo”.

ENTÉRESE RíPIDO

Nueve dí­as hoy de que Javier Duarte es un fugitivo de la PGR.
Peñismo facilitó huida de Javier Duarte, hasta le avisaron, dice Edgardo Buscaglia.
Huye Javier Duarte. Y duartistas, atemorizados de que PGR caiga sobre ellos.
Testigo prófugo, exabogado de Javier Duarte y dos mujeres detenidas despepitan tropelí­as duartistas.
Moisés Mansur, de junior cordobés, a prestanombre de Javier Duarte.
Duda. ¿Cómo fue posible que Javier Duarte saqueara la SEV y Adolfo Motita callara?
Tres secretarios en Salud. Pablo Anaya, Nemi y Fernando Bení­tez. ¿Por qué callaron tropelí­as de Javier Duarte?
Entre más dí­as pase Javier Duarte huyendo más descrédito para peñismo.
"El Porky" Diego Cruz lloró en audiencia penal en España. Camino a extradición.
Se amparan, por fin, suegros de Javier Daurte. Y con $5 mil de garantí­a.
Reclaman varios alcaldes pagos a Flavino Rí­os.
Desde palacio, Javier Duarte orquestó campaña criminalizadora contra rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón.
Manuel Muñoz Gánem coordinará Entrega-Recepción de Flavino Rí­os a Yunes Linares.