El documento, compuesto de 62 páginas, expone 16 observaciones y 15 recomendaciones de tipo financiero así­ como 15 observaciones y 7 recomendaciones técnicas; es en este apartado en donde en ocho puntos se detectó un presunto daño patrimonial por poco más de 5.5 millones de pesos.

Para el municipio, en el que a pesar de presumir su economí­a basada en la industria petrolera 25 existen más de 25 mil habitantes ””un 55%”” en condiciones de pobreza, la cantidad que representa el daño está por encima del 5% del presupuesto total anual, de modo que representa un duro golpe en la inversión a la infraestructura social.

En las principales carencias de la zona rural, como son viviendas con pisos de tierra y sin acceso a servicios como energí­a eléctrica, agua entubada, sanitarios y drenajes, la administración de Daniel Martí­nez González no invirtió ni un sólo peso, de acuerdo con información del mismo Ayuntamiento al cierre del ejercicio 2015.

La cloaca de Obras Públicas

Por segundo año consecutivo, el departamento de Obras Públicas, bajo el cargo de Agustí­n González Córdova, incumplió con una gran cantidad de documentación referente a las obras construidas por el municipio o entregadas directamente por el director del departamento; con base en la observación FM-204/2015/029 ADM se encontró que fueron 40 obras en las que faltan actas de integración de comités, validaciones, contratos, garantí­as y papeles que avalen la entrega del proyecto a la ciudadaní­a.

En el caso de las licitaciones, Daniel Martí­nez González previamente se ha deslindado del proceso, a pesar de ser el ejecutivo local, pues cuando se le pregunta sobre las compañí­as ha contestado: “No sé sinceramente porque yo no manejo las compañí­as; las licitaciones las hace ahí­ Obras Públicas”.

El regidor comisionado del ramo, Juan Crisóforo González Ramí­rez, ha solicitado la destitución de Agustí­n González pues en 3 años de trabajo no ha entregado la información que el edil le solicita sobre las obras que se construyen en el municipio, las licitaciones y las empresas que reciben los recursos: “Me ha dicho que las licitaciones deben ser privadas, no da cuenta de nada” comenta con molestia.

Aunque en la observación FM-204/2015/030 ADM del ORFIS se enlistan cinco obras en las que no hay documentos sobre el procedimiento de licitación, en la práctica, por los montos, son más las obras que fueron adjudicadas directamente, incluso a compañí­as como el Grupo Constructor Stamue S.A. de C.V., el cual no está registrado en el directorio de empresas del Sistema de Información Empresarial Mexicano (SIEM).

Dicha compañí­a, que se ha encargado, entre otras cosas, de la reparación de las placas del puente “Abulón”, contrató personal en la ciudad y realizó los trabajos de soldadura en un predio del municipio, pues las oficinas centrales están en Xalapa y Puebla. Agustí­n González, director de Obras Públicas, fue cuestionado al respecto y se negó a contestar quién estaba al frente de dicha empresa ””incluso a través de solicitudes de información oficiales”” ante los señalamientos de sindicatos locales de obreros que lo poní­an como el verdadero dueño.

Dentro de las observaciones (TM-204/2015/001-008 DAÑ) de carácter técnico, que representan el posible daño patrimonial, se encuentran las siguientes obras: drenaje en Juan de la Barrera, colonia Emiliano Zapata, por 416,207.65 pesos; un colector de aguas negras en la misma colonia por 1,168,382.90 pesos; ampliaciones de la red eléctrica en las colonias Kilómetro 2.5 por 882,568.87, en la Dí­az Ordaz por 728,555.06 pesos, en la calle Manguito, de la 1005, de 603,573.63 pesos, en la congregación de Tonalá por 451,525.00 pesos; en Los Pinos con 533,302.02 pesos y en El Muelle por 883,801.80 pesos; lo que hace un total de 5,667,916.93 pesos.

En el caso del drenaje sanitario de la calle Juan de la Barrera y del colector de aguas negras en la López Mateos no hay validación de la dependencia normativa, además de que resultan exorbitantemente caras: en la segunda obra es un canal a cielo abierto entubado en plástico que costó más de 1 millón de pesos; en el resto de las observaciones técnicas, correspondientes a obras de ampliación eléctrica, los ciudadanos que deberí­an haber sido beneficiados aún no pueden utilizar la obra porque no está electrificada.

De acuerdo al Sistema de Consulta de Obras y Acciones Municipales, la mayorí­a de las obras del ejercicio fiscal 2015 deberí­an haber iniciado entre marzo y junio de ese año para concluir poco antes de septiembre, sin embargo, a la fecha todaví­a hay proyectos que se están construyendo, con vicios de por medio.

Caras, opacas e inservibles

En otras observaciones se encontró que el Ayuntamiento de Agua Dulce no presentó las validaciones de sus proyectos en 10 de 21 obras y en un 25% de ellas se autorizaron los pagos totales mientras las obras aún no están terminadas o presentan serias deficiencias y en más de la mitad no hubo un correcto proceso de licitación. A pesar de que el director de Obras Públicas es arquitecto egresado de la Universidad Veracruzana, en ninguna obra presentó una propuesta arquitectónica y estructural, presupuestos y especificaciones.

Uno de los casos más graves es la obra 2015302045030 que refiere a la construcción de dos aulas por 736 mil 309 pesos en la primaria José Marí­a Morelos y Pavón, en el centro de Agua Dulce. La trabe principal que sostiene el techo se cayó por un mal cimbrado y las reparaciones corrieron por cuenta del municipio, pues no hubo garantí­a de vicios ocultos. A más de un año de su inicio de edificación (agosto de 2015) aún no se entregan los salones porque Obras Públicas no tiene ni cemento.

Caso similar ocurre en la obra 2015302045046 que trata de la rehabilitación del camino a La Panga, en la colonia El Bosque II. En el camino se invirtieron 830 mil 32 pesos, pero el buen estado sólo duró dos meses; con base en el informe del ORFIS se reveló que no hay garantí­a de vicios ocultos, de modo que la inversión ”˜se fue al agua”™ con las lluvias, literalmente.

Finalmente, la obra más representativa de los excesos, malos manejos, corrupción y opacidad de la administración de Daniel Martí­nez González es la “rehabilitación de la plazoleta frente a Bodega Aurrerá“, mejor conocido como “el arco del triunfo de Daniel”, que costó al erario 450 mil pesos y que no tiene ninguna utilidad para la ciudadaní­a.

El arco, de concreto recubierto con mosaico, según Agustí­n González, su proyectista, es “un monumento a la arquitectura moderna” innecesariamente caro y estéticamente desagradable. En la observación TM-204/2015/020 ADM se revela que hubo un proceso de licitación, sin embargo, González Córdova se adjudicó el diseño del arco, que fue elegido por encima de otras propuestas.

Peor realidad

A lo largo de las 62 páginas que conforman el informe de la fiscalización de la cuenta pública 2015 en Agua Dulce las observaciones encontradas por el ORFIS son todaví­a menos graves a la realidad que existe en el municipio en donde construir un salón de clases cuesta más de 350 mil pesos y tarda un año en edificarse, un colector (de plástico) de aguas negras sale en más de 1 millón de pesos, un metro de banquetas cuesta arriba de mil pesos, el presidente municipal recibe 803,166 pesos anuales de dieta, vacaciones y bonificaciones, mientras más de la mitad de sus gobernados carecen de servicios o viven con lo mí­nimo al dí­a.