con todo y que anda huyendo con cinco de sus seis perros mascotas.
Por ejemplo, la Procu podrí­a, digamos, integrar un ejército de detectives y cazadores con sus siguientes héroes:
Superman…para rastrear a JD por aire. En un dos por tres estarí­a en los 190 paí­ses con los que la Interpol tiene convenio de extradición.
El Llanero Solitario y Toro… lo buscarí­an por tierra. En poblados y rancherí­as. En matorrales. En cañaverales. A orilla de los caminos rurales e indí­genas.
La Pequeña Lulú y sus amiguitas… podrí­an checar si estuviera oculto en algún lupanar del paí­s.
La Mujer Maravilla, una de las heroí­nas, incluso, de JD, se unirí­a al comando de La Pequeña Lulú, dado sus atributos carnales…, por aquello de que “mueven más una tetas” que unos bueyes jalando el arado.
Shelock Holmes y el querido doctor Waston… le seguirí­an las pistas, digamos, en las residencias que tiene en Veracruz, Córdoba, la Ciudad de México, Estados Unidos y Barcelona, y donde si, en efecto, la PGR ya anduvo por ahí­, ellos dos, con su desarrollado olfato checarí­an, por ejemplo, si las mansiones tuvieran, en el mejor estilo de Joaquí­n “El chapo” Guzmán, túneles para fugarse delante de todos.
Jonás, el héroe bí­blico, quien durante 3 dí­as desapareciera de su esposa porque andaba oliendo “la leña de otro hogar” y regresara a casa diciendo que una ballena se lo habí­a tragado, se encargarí­a de buscarlo en España, desde en la Complutense donde JD dijera que estudió el doctorado en Economí­a hasta el palacio del cónsul en Barcelona.
Doc Holliday, el sabueso de los Baskerville, y dado su éxitos logrados en el mundo imaginario de la novelí­stica infantil, coordinarí­a el equipo.
Entre otros, digamos.

CUESTIÓN DE DíAS O SEMANAS…

Claro, si de chiripa el peñismo atrapó a “El chapo” cuando iba de huida, ninguna duda existe que la captura de Javier Duarte es cuestión de dí­as o semanas.
Nadie creerá, por ejemplo, que luego del video del senador Héctor Yunes Landa diciéndole “Javier, entrégate”, a Javier se le ablandara el corazón y decidiera encarar la realidad, como le dijera a Carlos Loret en Televisa.
Incluso, de manera ingenua el CEN del PAN solicitó a la PGR ofrecer una recompensa a quien aporte datos sobre su paradero, pero fue una pose mediática.
Y más, por lo siguiente:
Si la PGR lo ha denunciado, además de enriquecimiento ilí­cito y peculado, por delincuencia organizada y lavado de dinero, nada fácil serí­a que JD estuviera escondido y protegido por alguno de los carteles que según la DEA y la PGR operan en Veracruz, como son los Zetas, Jalisco Nueva Generación y del Golfo, aun cuando otros aseguran que el Cartel de Sinaloa ya, ya, ya… está aquí­.
Pero por eso mismo, la Procu ha de convocar a sus héroes de la infancia, porque si fue un error descomunal recibir a Donaldo Trump en Los Pinos, peor, mucho peor será que Javier Duarte se le fugue a Enrique Peña Nieto.
Y más porque Miguel íngel Yunes Linares lo advirtió a tiempo. Cuidado, dijo, puede huir.
Más todaví­a porque cuando JD trepó en un helicóptero y partió, se dijo, a Puebla, el Yunes azul lo avisó de nuevo a través de los medios y nadie lo oyó o lo quiso escuchar.
Por eso, ahora cuando Daniel Craig, el último agente 007, filmó una pelí­cula en la Ciudad de México, quizá habrí­a de ser contratado para rastrear a JD, dado que a su lado tiene toda la experiencia soviética, un paí­s, con Israel, especializado en el espionaje.
Incluso, si las cosas se complicaran hasta podrí­an resucitar el espí­ritu de Ramón Mercader, el comunista español, quien en 1940 enamorara y sedujera a la secretaria de León Trostky, Silvia Ageloff, y así­ entrara a su casa en Coyoacán donde por instrucciones de José Stalin lo matara con un piolet en la nuca, luego de hacerse pasar como un articulista.
Incluso, igual que a Ramón Mercader condecorado como Héroe de la Unión Soviética, el Ramón Mercader de Javier Duarte serí­a declarado Héroe del Sistema Nacional Anticorrupción de Enrique Peña Nieto.

DUARTE, IGUAL QUE JUAN GABRIEL

Los dí­as y noches siguen transcurrido en la incertidumbre y la zozobra sobre el escondite de Javier Duarte.
Y aun cuando de norte a sur y de este a oeste del paí­s sólo se habla de Duarte como el sí­mbolo de la corrupción priista, no obstante los César Duarte, los Roberto Borge, los Rodrigo Medina y los Guillermo Padrés, entonces, únicamente resta que una legión de héroes infantiles entre al quiete.
En la novela “Héroes convocados”, Paco Ignacio Taibo II describe que ante el fracaso del movimiento estudiantil del 68, la única estrategia para derrocar a Gustavo Dí­az Ordaz fue el llamado urgente de un sobreviviente, hospitalizado en la Ciudad de México, a todos los héroes de su infancia, entre ellos, a Sandokán, Los tres mosqueteros y los lanceros de Balaclava.
En el operativo, la PGR también necesitarí­a un agente inmobiliario, pues si Juan Gabriel tení­a la obsesión de comprar casas y al morir dejó cien mansiones, Javier Duarte también padece la misma fijación y ha de estar ocultándose en una de ellas, quizá, acaso, hasta con un túnel tipo “El chapo” Guzmán.