Lo mismo se muere como los diez niños ejecutados tan sólo en Las Choapas por ser niño que por ser mujer (el creciente número de feminicidios).
Lo mismo se muere porque se tienen vecinos incómodos (tundeteclas Gregorio Jiménez de la Cruz, en Villa Allende, el 5 de febrero, 2014) que porque de pronto entre los amigos se echan unas copitas, se pasan de tueste como es natural y de pronto, un tipo saca la pistola y le mete nueve balazos a un sacerdote (como el caso de Poza Rica el domingo 18 en la tarde).
Lo mismo se muere porque se tiene un amigo drogadicto y enfermo de VIH (como Regina Martí­nez, la corresponsal de Proceso, 28 de abril, 2012) que por culpa de un pleito de cantina (como el niño de Chinameca).
Lo mismo se muere porque eres un simple, sencillo y común taxista (los reporteros Moisés Sánchez Cerezo y Juan Mendoza, Medellí­n, enero y julio de 2015) que por estar en un bar compartiendo con los amigos (Rubí­, la hija de Aracely Salcedo, en Orizaba, en el mes de septiembre de 2012).
Lo mismo se madrea a viejitos pensionados (en la plaza Lerdo, de Xalapa, inconformes con el atraso de Javier Duarte en el pago de las pensiones y, además, con cheques de hule) que secuestran a un feligrés en la iglesia Santa Rita de Casia, en el puerto jarocho.
Y lo mismo los malandros tienen sus panteones clandestinos particulares (Colinas de Santa Fe, en el Veracruz de Ramón Poo Gil, el más grande, como en Orizaba,
Ixtaczoquitlán, Tres Valles, Cosamaloapan, Coatzacoalcos y Las Choapas) que los policí­as estatales están al servicio de los malosos.
Ningún oficio, ningún sexo, ninguna edad, ha dejado de respetarse. La muerte acecha a todos.
Por eso, el Fiscal General de nueve años bien pudiera asociarse con sus amigos empresarios de Córdoba (Moisés Mansur, Franky Garcí­a y Jaime Porres, entre otros) para integrar una compañí­a cinematográfica y filmar pelí­culas sobre la realidad cotidiana, turbulenta y revolcada de Veracruz.
Lo dijeron en su momento Carlos Fuentes Mací­as y Gabriel Garcí­a Márquez en una exposición de libros en el Palacio de Minerí­a en el DF. “La realidad es mejor que la imaginación y por eso dejaremos de escribir novelas y cuentos”.
Luis íngel Bravo Contreras se enriquecerí­a más pronto y con más transparencia que como litigante fue y como funcionario público que es, así­ siga el modelo de Arturo Bermúdez Zurita de que su riqueza duartista se debió a su salario, a sus negocios lí­citos y a sus créditos bancarios.
La empresa fí­lmica podrí­a, digamos, llamarse “El góber tuitero”, y su leyenda serí­a la siguiente. “Aquí­ no pasa nada”. En cada pelí­cula repetirí­an el mismo slong que en los filmes del siglo pasado: “Toda semejanza con la vida real es mera coincidencia”.

EL PEOR INFIERNO DEL PAíS

En Veracruz, lo mismo asesinan por oficiar misa que por hacer periodismo.
Y en todos los casos, porque significa la filosofí­a polí­tica de Javier Duarte, es decir, mentir, echar el rollo, pitorrearse, negar los hechos, inventar pretextos.
Por eso es que, entre otras cositas, las estadí­sticas de la Comisión de Seguridad Nacional son tan bajas en el caso de Veracruz, porque con tal de salvarse y justificarse JD ordena mentir.
Más aún, por eso es que mientras en la prensa de la Ciudad de México todos los dí­as reportan el valle de la muerte de norte a sur y de este a oeste de la nación, la mayor parte de las ocasiones, los crí­menes y fosas clandestinas en Veracruz dejan de publicarse, salvo, asuntos de veras impresionantes que ya nadie puede ocultar y si un medio nacional las minimiza cobrará un buen billete a SEFIPLAN, pero pierde credibilidad y se evidencia.
Ninguna duda, por ejemplo, hay que Veracruz significa el peor infierno del paí­s.
Pero aun cuando en las redes sociales se publican los hechos, así­ sean exagerados en unos casos, el duartismo cree que si un medio deja de publicar los hechos… el suceso deja de existir.
La vida cotidiana aquí­, entre nosotros, alcanza la peor calidad de vida.
Lo peor es que la inseguridad tiene una dama de compañí­a leal y fiel. Se llama impunidad.
Un dí­a, por ejemplo, mataron al primer reportero y nada pasó. Y al segundo y nada sucedió. Entonces, los malosos calibraron la actitud contemplativa de Javier Duarte y Arturo Bermúdez Zurita, el primer secretario de Seguridad Pública, y crecieron al castigo.
Y por añadidura fue el mismo caso de los 20 activistas sociales ejecutados y los 20 litigantes asesinados y los 1,600 desaparecidos, de los cuales 144 son menores de edad, y etcétera.
Es el precio social que los 8 millones de habitantes de Veracruz estamos pagando por la ocurrencia de Fidel Herrera Beltrán de heredar el poder a Javier Duarte, su chalán que durante 6 años le cuidara el billete oficial en SEFIPLAN con sentido patrimonialista.

ENTÉRESE RíPIDO

Madriza mediática de prensa defeña a Javier Duarte.
Sigue Fiscal criminalizando a los muertos en Veracruz. Curas murieron porque eran "pedotes".
Indignado Papa Francisco con sacerdotes asesinados en Poza Rica de Javier Duarte.
Condena Papa Francisco a Javier Duarte por crimen de sacerdotes en Poza Rica.
Fiscal Luis íngel Bravo, vocero de los malandros. "Tiró su espada en prenda" por ellos. Caso Poza Rica.
"Irresponsable" llama Arzobispado de Ciudad de México a Fiscal jarocho.
Exigen empresarios de Xalapa pago de $714 millones a Javier Duarte.
Anuncian empresarios de Xalapa campaña nacional contra Javier Duarte para que les pague.
Versiones. Según Reforma, Luis Videgaray protege a Javier Duarte.
Si Luis Videgaray protege a Javier Duarte, ¿será por orden de Los Pinos?
No soy corrupto ni impongo amigos dice Alberto Sosa, presidente del Tribunal Superior de Justicia.
Vaya escándalo internacional con crimen de española en estado de México.
Huma Abedin, la mujer tras el trono de Hillary Clinton.
"Pidan a Dios que no gane Donald Trump" pide góber de Guanajuato, Miguel Márquez.
Lizbeth, localizada. Estaba en Nuevo Laredo. Paz en Veracruz.
Asesinan a policí­a del IPAX en Cosoleacaque. Quiso evitar robo.
Asesinados padre e hijo en Tierra Blanca, Veracruz. Javier Duarte no puede, no quiso.
Asesinado otro taxista en Veracruz. Ahora en Minatitlán.