Como se esperaba, la cerrazón de los lí­deres de la CNTE pudo más que la convocatoria del gobierno para el regreso a clases de este ciclo escolar y en la mayorí­a de las escuelas de Oaxaca, Michoacán Chiapas y Guerrero y en una que otra de distintos lugares del paí­s, las escuelas permanecieron cerradas, impidiendo el acceso de niños y jóvenes, en su mayorí­a acompañados de padres y madres de familia, enojados por la prologada suspensión de clases que agravia y perjudica a los educandos, sin que las autoridades se impongan.

Mucho se ha dicho y escrito del posicionamiento de Aurelio Nuño Mayer, segundo secretario de educación del gobierno de Peña, quien se mantiene firme en imponer la reforma educativa como prioridad para combatir el rezago social, que mantiene en el más alto grado de marginación a la mitad de mexicanos que viven en estado de pobreza; de la misma manera el coordinador polí­tico del gabinete presidencial, Miguel íngel Osorio Chong, ha hecho acopio del diálogo y la concertación hasta llegar a la excarcelación de los principales dirigentes de la CNTE, y hasta se dice, que junto con Nuño autorizaron el pago a los maestros faltistas y el pago de los daños ocasionados por el vandalismo en marchas y plantones.

Por su parte, los "dueños de México" como se conoce a los integrantes de las diez familias dueñas del capital privado en nuestro paí­s, ya demandaron a través de las organizaciones empresariales COPARMEX, CANACO, CANACINTRA,etc., el uso de la fuerza pública para hacer cumplir el derecho a la educación pública con todo el contenido del artí­culo tercero Constitucional; y exigen que con la aplicación de la ley y el imperio de la fuerza pública, el gobierno de la república actúe yá hasta las últimas consecuencias.

En este contexto los dirigentes de los partidos polí­ticos nacionales y sus principales aspirantes a la candidatura presidencial, también participan llevando cada quien "agua a su molino" descalificando a sus competidores como si estuvieran en la Olimpiada de Rí­o 2016.

Lo que faltaba; el escándalo suscitado con la noticia divulgada por Carmen Aristegui, quien acusa al presidente Enrique Peña Nieto, de ser un "plagiador" informando que tuvo acceso a un amplio análisis que especialistas y académicos hicieron de la tesis recepcional del presidente de la república, a quien acusan de haber "copiado de manera textual" varios libros para redactar su tesis de licenciatura. La acusación en Aristegui Noticias consiste en el plagio de al menos 197 párrafos de 682 que aparecen en el documento que presentó Peña Nieto en la Universidad Panamericana hace 25 años para obtener el tí­tulo de licenciado en derecho, con maestrí­a en administración de empresas, en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores, de acuerdo a lo expresado por el vocero de los Pinos Eduardo Sánchez, quien además le da la bienvenida a la crí­tica y al debate minimizando la falta de referencia o de "textos de autores incluidos en la bibliografí­a de la tesis". Entre los plagiados se encuentran Enrique Krauze, Diego Valadés, Jorge Carpizo y el expresidente Miguel de la Madrid Hurtado.

Aunque no es el caso como el que Aristegui Noticias difunde hoy del presidente, recordamos el gran escándalo que se suscitó a principios de 1995, en que después de dos meses de haber asumido el cargo de Secretario de Educación Pública, Fausto Alzati Araiza, fue destituido por quien lo habí­a nombrado el ex presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, al descubrirse mediante un escándalo periodí­stico también que quien se ostentaba con el grado de "doctor", a pesar de que contaba con estudios para obtener el doctorado en la Universidad de Harvard, no habí­a tramitado en dicha universidad la obtención de dicho grado académico. Y como el bullying siempre ha existido, se hizo escarnio del destituido Secretario de Educación Pública Fausto Alzati Araiza, llamándolo despectivamente doctor "falsati".

El panorama desolador que presentan los estados "sin clases" refleja condiciones similares a los estados donde perdió el PRI las elecciones de gobernador el pasado 5 de junio y resulta de gran preocupación que el desafí­o de los maestros a la autoridad del estado, se imponga sin que éste pueda hacer valer el imperio de la ley, aún con el uso de la fuerza pública, porque pareciera que los funcionarios públicos solo cuidan su imagen personal y su carrera polí­tica, sin importarles la funciona pública que tienen encomendada.

Si a lo anterior agregamos la criminalidad creciente en gran parte del paí­s; la corrupción en los sectores públicos, social y privado; la insuficiencia de empleos, de centros de salud y las mentiras de los resultados difundidos sobre los programas alimentarios del gobierno y de combate a la pobreza, podrí­amos decir que estamos llegando " a un estado fallido", al margen del desgaste personal de los polí­ticos y de la polí­tica en general.