Veracruz, tierra de desastre
•No hay gobierno: Raúl Arias
•Desatada lucha de carteles
PASAMANOS: En breves y lacónicas palabras, el doctor en Economía, Raúl Arias Lovillo, resume el estado de cosas en Veracruz: es tierra de desastre, dice.
Y en términos prácticos, no hay gobierno. Y si lo existe ha quedado reducida a una figura política que nadie respeta y a la que la mitad de la población y la otra mitad le ha perdido la deferencia, a partir, entre otras cositas, de la cascada
Luis Velázquez
de apodos que le endilgan, incluso, tantito peor, ya nadie se refiere a él por su nombre, sino por los sobrenombres que el pueblo con su gracia y sentido de humor le ha puesto.
Peor tantito, dice el exrector de la Universidad Veracruzana, a partir de la renuncia a que fue sometido Arturo Bermúdez Zurita como secretario de Seguridad Pública, se ha desatado la lucha entre los grupos criminales (la matanza de Soledad de Doblado, la matanza de Perote, la matanza de Alto Lucero, el asesinato de un panista en la Cruz Roja del puerto jarocho, etcétera), pues, simple y llanamente, los carteles y cartelitos están calibrando al sucesor, un militar que pasa las mejores horas de su vida al servicio del duartismo.
Y más porque el calambre de los malandros se está dando en un tiempo ambiguo, como es el fin de un sexenio y la llegada de un bienio.
Y, por tanto, han de mostrar el puño para, digamos, proyectarse como el mejor ejército de facinerosos en la disputa por la jugosa plaza Veracruz, que incluye la autopista de sur a norte del país, más las rutas aéreas, más las pistas clandestinas, más tres puertos (Coatzacoalcos, Veracruz y Tuxpan, donde atracar contenedores cargados de droga desde el extranjero), más de la alianza con los policías, más la complicidad de los mandos policiacos.
Y, en contraparte, la ciudadana, dice el maestro Arias Lovillo, sufriendo las consecuencias, sin que ninguna autoridad aseste el manotazo definitivo.
Los asesinatos en Alto Lucero, una mujer y 7 hombres, de los cuales 6 son originarios de Actopan, constituye el peor testimonio del tsunami de inseguridad en la tierra jarocha.
Y si se considera que Veracruz está atrapado y sin salida en el desempleo, el subempleo y los salarios de hambre...
Y la creciente deuda pública no obstante los 26 créditos millonarios autorizados por el Congreso local a Javier Duarte, sin que nadie conozca una obra pública trascendente...
Y con la caída en picada, imparable, de la actividad económica, donde la mayoría de empleos giran alrededor de los changarros...
Entonces, el infierno cotidiano se recrudece.
Tal es la herencia que JD dejará en lo que constituye la Decena Trágica, doce años del peor gobierno en la historia local y que van de Fidel Herrera Beltrán a Javier Duarte.
Y aun así ambos soñaban con el Maximato jarocho, tipo Plutarco Elías Calles que impuso cuatro presidentes de la república, cinco, digamos, cuando él mismo lo fue.
BALAUSTRADAS: Raúl Arias conserva la frescura social, pues una temporada la pasa en Quito (su nueva sede educativa en una universidad católica) y en América Latina promoviendo el proyecto educativo, y la otra en Xalapa, su tierra.
Pero además, a las 5 de la mañana, todos los días está pegado a la computadora informándose sobre el palpitar del mundo, pero también sobre Veracruz, además de una relación permanente con los amigos que lo actualizan.
Y dada su formación académica y su empeño para reinventarse, agregado a la autoridad moral que le caracteriza (nadie lo puede señalar de trastupijes e ilícitos ni tampoco de pactos oscuros en los ocho años en la rectoría), su análisis de la realidad real en Veracruz es voz categórica.
Y más cuando como en el caso, Javier Duarte se la pasa tuiteando que dejará un Veracruz seguro, quizá, acaso, porque en efecto se ha creado un mundo color de rosa como traje a la medida, y por tanto, vive fuera de la realidad.
Y más cuando a su alrededor tiene a un montón de bufones y lacayos que alimentan su frivolidad.
Bastaría referir la masacre de Alto Lucero, en que los malandros fueron levantando personas de pueblo en pueblo y las fueron ejecutando con toda la impunidad del mundo, dueños de la plaza, conscientes y seguros de que la autoridad gubernamental es un cero a la izquierda.
Y si alguna duda existiera están las 52 fosas clandestinas con un número incalculable de restos óseos y cadáveres descubiertos por la ONG, Solecito de Veracruz, en un terreno adyacente al fraccionamiento Colinas de Santa Fe, en el puerto jarocho, donde caben diez campos de fútbol, y en donde cada dos metros hay restos humanos.
Cadáveres que han estado sepultados y olvidados desde hace semanas y meses, sin que nunca, jamás, la secretaría de Seguridad Pública ni tampoco el Fiscal tuvieran conocimiento.
Veracruz, el horror y el terror, la incertidumbre y la zozobra, con muchos, muchísimos pueblos, donde a las 7, 8 de la noche, apenas oscurece, se vuelven un Estado de Sitio, todos concentrados en sus domicilios particulares, porque es la hora en que los malandros andan en sus motocicletas buscando víctimas.
ESCALERAS: La autoridad moral de Raúl Arias se calibra por lo siguiente:
Hacia el fin del mandato académico en la UV, luego, además, de su sabia decisión de jubilarse, Javier Duarte, JD, le convocó a un cafecito para hablar del futuro inmediato.
Entonces, y de entrada, le ofreció la secretaría de Desarrollo Económico.
"Hoy mismo, le dijo, pido la renuncia a Érik Porres y tomas posesión".
Y ante la negativa, JD le ofreció la secretaría de Educación para, digamos, seguir los pasos de Fidel Herrera Beltrán con Víctor Arredondo ílvarez:
"Ahorita mismo le habló a Adolfo Mota... para que te entregue la secretaría".
Y una vez más, Arias Lovillo declinó.
Así, deseó marcar su raya de un sexenio al que ahora está evidenciando, siempre del lado de las víctimas en un Veracruz donde hay 1,600 desaparecidos, de los cuales 144 son menores de edad y en donde cada vez se multiplican los feminicidios y los carteles y cartelitos y el fuego cruzado y los civiles asesinados.
Además, claro, de la peor política económica, traducida en un Veracruz convertido en un estado migrante, donde las remesas han sustituido los ingresos derivados de la caña de azúcar, el café y los cítricos.
Y en donde, además, y según la investigadora Patricia Ponce, Veracruz es el estado productor y exportador número uno de trabajadoras sexuales que así chambean para llevar y garantizar el itacate en casa.
Ante un doctor en Economía, dice él, egresado de la Universidad Complutense, Javier Duarte, un doctor en Economía, Raúl Arias, con una autoridad moral indestructible.
Veracruz, tierra de desastre, dice en tres palabras que han de significar un mazazo a las neuronas desgajadas del góber tuitero, en cuya palabra ya nadie cree.