Fosa clandestina en Ixtaczoquitlán
•Hallazgo de familiares de desaparecidos
Miguel íngel León Carmona
La recomendación del anónimo fue clara: "Allí enterraron harta gente"... y las madres del Colectivo Familias de Desaparecidos Córdoba - Orizaba acudieron al sitio baldío, hundieron sus varillas en la tierra removida, implorando que la punta del metal detectara olores putrefactos o se tiñera al color del carbón. Y así fue. Aracely Salcedo Jiménez confirmó el hallazgo de otra fosa clandestina, ahora en Ixtaczoquitlán, Veracruz.
En días anteriores, el colectivo de desaparecidos de la zona centro aseguró en entrevista para Blog Expediente que comenzaría a realizar búsquedas independientes, luego de haber participado en la Primera Brigada Nacional de Búsqueda de Desaparecidos. El día de hoy, en menos de treinta minutos, doce madres bragadas acudieron a la comunidad de Moyoapan, en un sitio al pie de la montaña, cercado con alambre de púas.
Las mujeres se abrieron paso entre la maleza hasta llegar al sitio: "Nos dio mucho miedo porque todavía estaba encendida una fogata. Se supone que nadie debería acampar, pero ya estábamos ahí y reventamos el punto. Gracias a Dios nos dio positivo" comenta Ana Lilia Jiménez, integrante de la asociación civil.
De acuerdo con Aracely Salcedo, los fragmentes calcinados se encontraron a escasos centímetros de profundidad. Por consenso, decidieron detener la excavación y solicitar a la Fiscalía General del Estado termine la diligencia. "Ya venimos e hicimos el trabajo que les corresponde, ahora que agilicen el proceso y nos hagan saber si entre los finados está alguno de nuestros familiares", compartió.
Al hallazgo en la zona centro se suma el presunto descubrimiento en el puerto de Veracruz por el colectivo Solecito, otra agrupación que decidió salir a búsqueda ante la falta de operatividad en las autoridades estatales. De manera extraoficial se habla de 28 fragmentos humanos extraídos también de una cavidad clandestina.
Con lo anterior, derivado de la Primera Bragada Nacional de Búsqueda suman cinco terrenos de exterminio ubicados en cuatro municipios veracruzanos. Padres, madres, hermanos, esposas, hijos; con más necesidad de recuperar a los suyos que grados en criminalística en cinco meses han exhibido la labor de rastreo de la Fiscalía de Luís íngel Bravo Contreras.