Polí­ticos desmemoriados dice la gente de aquellos que critican a destiempo lo que cuando estuvieron en funciones no corrigieron y dejado el cargo, miran la paja en el ojo ajeno sin ver la viga en el propio. Todo esto viene a colación por las recientes declaraciones de Vicente Fox, quien en expresión vulgar y corriente dijo: "Vomito en cualquiera que mete a la familia en el negocio. Por eso Calderón no me cae. Lo digo públicamente. Es gente que no abandona el poder. Que no puede regresar a disfrutar de una vida privada. Se les queda ese gusanillo".

Y el otro expresidente panista, aludido directamente por Fox, comentó para difundirse entre sus cercanos: "Ya se le olvidó el papel protagónico de Marta Sahagún, quien desde los Pinos se metí­a y controlaba prácticamente todas las decisiones importantes de su marido el presidente Fox".

Nunca se separó Marta Sahagún de la red federal y a través del "teléfono rojo" daba órdenes y contraórdenes no sólo a colaboradores de Fox, sino a la clase polí­tica en funciones, sin importar orí­genes partidarios ni jerarquí­as; actitud que no justifica la ambición perversa y sin medida del autor de la frase "aiga sido como aiga sido" Felipe de Jesus Calderón Hinojosa, quien de llegar a imponer a su esposa en los Pinos, sin duda volverí­a al ejercicio del máximo poder presidencial, de la mano de su esposa.

Y guardadas las debidas proporciones, Bill Clinton hace campaña también para impulsar las aspiraciones presidenciales de su esposa Hillary Rodham Clinton, quien enarbolando la bandera de la ansiada reforma migratoria, y bajo el impulso también del presidente en funciones Barack Obama, pretende llegar a la Casa Blanca en Washington después de la aclamación que la nomino como la segunda mujer que se postula para la Presidencia de los Estados Unidos.

La historia registra que la primera mujer que buscó la Presidencia de los Estados Unidos en el año 1872 fue Victoria Woodhull por el Partido Igualdad de Derechos, defendiendo los derechos de la mujer y, como ella, otras mujeres intentaron sin lograrlo, la distinción que Hillary tiene ahora, y con su eventual triunfo, dar a los migrantes mexicanos y de origen latino la posibilidad de permanencia en territorio estadounidense para seguir luchando por conseguir el anhelado "sueño americano".

Pero volviendo a nuestro terruño, los dimes y diretes de Calderón y Fox nos hacen recordar la fallida "docena trágica" que representó para México doce años de retroceso y estancamiento en el combate a la pobreza, acaparamiento de la riqueza en un pequeño grupo de familias que se sienten los "dueños de México" y de cuyos apellidos y lazos familiares dan cuenta las revistas de economí­a y de la gran socialite, cuyos intereses cuentan y han contado, con la más amplia protección de quienes detentan el Poder Público sin importar ideologí­as u orí­genes partidarios.

Y los actos de corrupción de los polí­ticos en funciones, tanto de la federación como de los estados, desde el escándalo de la "Casa Blanca", que no se acaba con el perdón solicitado por el Presidente Peña Nieto, hasta gobernadores y alcaldes cuyas fortunas de las mil y una noche o del tesoro de Ali Baba y sus cuarenta colaboradores ladrones del PRI, PAN, PRD, PVEM, PANAL y los satélites a punto de desaparecer; pintan un panorama catastrófico para nuestro paí­s, que ni con Hillary en Norteamérica ni con Margarita en los Pinos se alcanzarí­a el "nuevo rumbo" que necesitamos para la Nación.