El diario acontecer en todo el territorio nacional revela que la violencia se ha generalizado, lo mismo en zonas urbanas como la ciudad de México y las capitales de las principales entidades federativas, así­ como los municipios en donde la tranquilidad y paz social se ha perdido desde hace ya algún tiempo con el derramamiento de sangre, levantones y secuestros por elementos de la policí­a uniformada, a veces municipales, en ocasiones integrantes de la fuerza civil estatal o elementos de la policí­a federal y hasta efectivos del Ejército y la Marina.

El México Bronco, que vislumbró el ultimo ideólogo de la revolución don Jesus Reyes Heroles, ha despertado y el miedo se apodera de los sectores sociales ante el temor de perder la vida que es el valor fundamental del ser humano, por incidentes menores o mayores donde sujetos armados que deambulan por carreteras, caminos y ciudades con toda prepotencia, resuelven a balazos cualquier diferencia, seguros de la gran impunidad que protege a la delincuencia en este paí­s.

Llama poderosamente la atención la tolerancia de las autoridades de la SEP y de Gobernación ante el rompimiento del orden social generado por el conflicto CNTE-SNTE -SEP por la reforma educativa que indudablemente resulta necesaria para sacar a México del rezago educativo que a su vez ha generado miseria y marginación social en cuarenta millones de habitantes, según los últimos registros del INEGI; conflicto sin solución porque los lí­deres se aferran a sus canonjias y prebendas millonarias y a las autoridades de educación, gobernación y seguridad nacional, les ha faltado decisión y mano firme para aplicar la ley y llevar a los responsables del caos a las celdas penitenciarias que les corresponden.

Y en ese México Bronco desbordado se aviva la llama de la violencia delincuencial con la muerte anunciada y después perpetrada en la persona del alcalde de Pungarabato, Guerrero, Ambrosio Soto Duarte, a quien le dispararon más de seiscientos tiros, en una emboscada que sus asesinos planearon y organizaron con una gran fuerza y puntualidad, que les permitió impunemente bloquear caminos con vehí­culos y la participación de un ejército de pistoleros que acabaron con la vida del edil y de su cuerpo de seguridad.

De la misma forma aunque en diferentes circunstancias se puede comentar el homicidio de Domingo López González, alcalde abanderado por el partido Verde, en funciones por segunda ocasión como edil de San Juan Chamula, Chiapas, su sí­ndico y regidor y otras personas que se encontraban sesionando en el Palacio Municipal, hasta donde llegaron agrupaciones zotziles que en forma airada y asusados por sus lí­deres cometieron el proditorio homicidio colectivo.

En Veracruz el próximo año se renovarán los ayuntamientos de 212 municipios y la lucha por el poder municipal puede resultar de mayor intensidad por la prevalencia de los partidos PRI y sus aliados, PAN en alianza con PRD ??? y MORENA cuyo meteórico ascenso en las preferencias electorales de los veracruzanos, ya se sintió en la pasada elección de gobernador, por lo que el Dip. Cuitláhuac Garcí­a, desde ya, hace campaña para presidir la capital.

No queremos que en Veracruz por la lucha polí­tica, el proceso electoral municipal origine choques sangrientos de los grupos polí­ticos por la disputa de los triunfos electorales y tampoco deseamos que los cacicazgos regionales, antes rojos y hoy azules y amarillos, impongan con la violencia autoridades municipales a modo, para conservar los privilegios y canonjias del poder municipal.