Virgilio Caballero la entrevistó en su programa televisivo de la UNAM intitulado “El periodismo en libros”… Y entre otras cositas, Anabel Hernández dijo lo siguiente… El narcotráfico se ha adueñado de todos los niveles de gobierno, tanto federal como estatales y municipales… Sus tentáculos han devorado las entrañas del poder policiaco, pero al mismo tiempo, el poder polí­tico… Claro, se dirá que tal verdad es una verdad universal, pero ella tiene las pruebas y los documentos en la mano, como por ejemplo, cuando en Veracruz, Javier Duarte, JD, sostiene una y otra vez que su gobierno “tiene las manos limpias y la frente en alto”… Y cuando hay un Fiscal alardeando de que apenas tomó posesión del cargo los narcos huyeron a las regiones montañosas de otros estado, incluso, hasta escondiéndose en las cuevas rupestres, temerosos de que los capturaran… La periodista también dijo que hoy en el paí­s, más allá de la fuerza poderosa que tuvieron los jefes de los carteles, en realidad dominan la nación los cartelitos, pues los primeros se han venido fracturando hasta reproducirse en pequeñas células… Todos ellos, dice, los cartelitos, igual de desalmados… Pero además, con otra ventaja superior que los vuelve más poderosos e implacables… La autonomí­a que tienen de los carteles, pues a ninguno se deben, y por el contrario, actúan por su cuenta, con total y absoluta libertad…

ROMPEOLAS: Así­, son amos y señores de cada territorio local… Los cárteles, por ejemplo, dice Anabel Hernández, empezaron operando en regiones del paí­s, y de pronto, en alianza con los carteles de otras latitudes, entre ellas, los de Colombia, brincaron al continente y de pronto, se extendieron hasta Europa… Incluso, llegaron a Rusia… En cambio, los cartelitos redujeron, por ahora, su centro de operaciones en los municipios del paí­s… Y
por tanto, son más feroces y más fuertes… Es más, mientras los carteles andaban en las grandes ligas del narco, las operaciones de los cartelitos giran alrededor de los delitos comunes, el secuestro, la desaparición y el asesinato, pero de igual manera, la extorsión, las violaciones, los robos a casa habitación y negocios, los asaltos y las cuotas a los changarros… Es más, hay cartelitos integrados por unos cuantos, pero al mismo tiempo, igual de desalmados que las elites de los carteles… Y por tanto, el monstruo se ha multiplicado de norte a sur y de este a oeste de la nación, en que se incluye Veracruz… Es más, el Sistema Nacional de Seguridad ha revelado que en la tierra jarocha los municipios de Coatzacoalcos (Joaquí­n Caballero Rosiñol), Veracruz (Ramón Poo Gil) y Córdoba (Tomás Trueba) ocupan los tres primeros lugares en la inseguridad derivada de los carteles, pero más aún, de los cartelitos… Más aún: en tanto la Procuradurí­a General de la República, PGR, y la DEA, agencia antinarcóticos de Estados Unidos, ha documentado que en Veracruz operan como en el paraí­so los Zetas, Jalisco Nueva Generación y Del Golfo, ahora también se habla del grupo “Los jarochos unidos”… Y aun cuando todos ellos son carteles plenamente identificados, en la lógica de la reportera Anabel Hernández, también hay cartelitos…

ASTILLEROS: Los Maras, por ejemplo, las pandillas de América Central surgidas en Estados Unidos, y que se han extendido en Veracruz cazando a los migrantes, están formados por grupos juveniles… Tal cual, y salvada toda proporción, en el puerto jarocho existen unas cien pandillas mientras en Xalapa hay 150, la mayorí­a concentradas en las colonias populares… Y aun cuando, digamos, pudieran estar organizadas con un gran sentido social, el riesgo delincuencial está latente, por ejemplo, con los malosos reclutando a muchachos… Y más, en horas tan difí­ciles para la oferta laboral, en que, por ejemplo, varias empresas de Ciudad Industrial Framboyán están despidiendo personal… Bastarí­a referir que la conversión del SAS, Sistema de Agua y Saneamiento Metropolitano, en las empresas extranjeras, Odebrecht y Aguas de Barcelona, originó el despido de 1,200 obreros sindicalizados y 800 empleados de confianza… Y aun cuando hay la posibilidad de recontratar a una parte, la mayorí­a quedará fuera, pues la fama pública registra el exceso de personal en que llegaron cuando dependí­a del gobierno… En Nanchital, en el sur de Veracruz, con la terminación de la planta de Etileno Siglo XXI, 17 mil obreros fueron despedidos, todos de Veracruz, y cuyo destino es incierto… Y si a la lista anterior agregamos los diez mil ni-nis, que ni estudian ni trabajan, a quienes Héctor Yunes Landa, el fallido candidato priista a gobernador, ofreció empleo, el panorama laboral se vuelve más difí­cil y complicado, “carne de cañón”, digamos, para los carteles y cartelitos… Y más, cuando de por medio está llevar el itacate a casa todos los dí­as…