Góber electo con rectora UV
•“Contra la UV nadie tendrá razón”
•Hora de restañar las heridas...
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El góber electo de Veracruz sigue pisando los talones al góber tuitero.
Por ejemplo, ayer martes se reunió con la rectora de la Universidad Veracruzana, UV, doctora Sara Ladrón, la única mujer política, brava y bragada, que desafió a Javier Duarte, JD, donde más le duele: en su orgullo.
Luis Velázquez
Y así organizó un par de marchas de protesta para reclamar el pago del subsidio federal y estatal y que asciende a más de 2,500 millones de pesos.
Además, cabildeó en el Congreso de la Unión y en la ONU y en la Unesco y en la ANUIES, sin lograr el objetivo básico.
Ahora, abrió las puertas al góber electo, quien le garantizara, y de entrada, el respeto absoluto a la máxima casa de estudios con hechos y resultados… y que en ningún momento ha expresado JD.
Por ejemplo, mientras JD ideó un calendario de pagos de la secretaría de Finanzas y Planeación, SEFIPLAN, a la UV, y lo que significó “una tomadura de pelo”, el góber electo planteó un catálogo de acciones conjuntas para cubrir los principales pendientes, entre ellos, la deuda.
En tanto JD comisionó al sexto titular de la SEFIPLAN, Antonio Gómez Pelegrín, para “echar el rollo” del calendario de pagos, el góber electo se hizo acompañar por el contador Manuel Muñoz Ganem y el diputado federal, Enrique Pérez Rodríguez, llamados, el primero (ex alcalde de Tuxpan y ex diputado y su cancerbero en los cargos federales) todo indicaría si consideramos el lenguaje simbólico, a la SEFIPLAN, y el segundo (su sombra jurídica), a la secretaría General de Gobierno, uno y otro gente de su absoluta confianza y “a prueba de bomba”.
En contraparte, la rectora expresó su prioridad, como es aumentar la matrícula cada año en la UV, pues desde “antes de que el gallo cantara tres veces” en este siglo XXI, la casa de estudios ha venido rechazando un aproximado de 20 mil jóvenes y quienes, acaso en la mayor parte, han contribuido al crecimiento explosivo, negocio jugoso, de las universidades privadas.
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Si Fernando López Arias tuvo como lema de campaña a gobernador en 1962 que “Contra Veracruz nunca tendremos razón”, tampoco, entonces, en contra de la UV.
Pero, bueno, dado “el desorden administrativo, el caos financiero y la corrupción política”, más la impunidad, el duartismo quedó atrapado y sin salida en la deuda pública, y arrasó con la UV.
Es más, igual que un montón de presidentes municipales fueron estafados con la entrega de las participaciones federales, que salen etiquetadas de la secretaría de Hacienda y Crédito Público, expedidas de manera puntual los primeros 5 días de cada mes, y ahora se organizan para interponer una denuncia penal, la UV ha padecido y sufrido la misma estampida de búfalos.
Por eso, un priista dice que con el simple hecho de que el góber electo abra las puertas de palacio a todos y escuche a todos y programe acciones básicas y garantice la seguridad y vaya disminuyendo la impunidad y encarcele a JD y a uno que otro duartista, será suficiente para trascender más allá de la cotidianeidad gubernamental.
Y en tal lógica entraría, y de entrada, el pago inmediato a la UV, y al mismo tiempo, respetar cada día a la máxima casa de estudios y empujar en todo lo posible su crecimiento, su calidad y su proyección en el mundo, que por eso los viajes de la rectora al extranjero.
Y es que al revés y al derecho constituye la obligación de un gobernador velar por la universidad pública, de igual forma como al presidente de la república por la UNAM y el Politécnico, entre otras.
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JD nunca estudió en la UV.
No obstante, según la fama pública, cuando el doctor Víctor Arredondo ílvarez era rector y tenía, entre otros, al cordobés Mauricio Rullán como secretario particular, con Édgar Spinoso Carrera que por ahí andaba, cabildearon una beca para JD, y otra más para Érick Alejandro Lagos Hernández.
Así, JD estudió la carrera de licenciado en la Ciudad de México y luego el doctorado en Economía en la Universidad Complutense… y que ha servido, entre otras cositas, para descarrilar a la SEFIPLAN, quizá, acaso, por el otro doctorado en Administración Pública cursado en la Universidad de Harvard, campus Nopaltepec.
Sin embargo, y en vez de tener el corazón lleno de gratitud a la UV por su beca, JD la arrastró “entre las patas” y si el sexenio lo está terminando entre la espada y la espada conflictuado con la mayor parte de sectores sociales y productivos, también con la Universidad Veracruzana.
A estas alturas, ninguna, absolutamente ninguna garantía existe de que JD cubra su deuda, y más, porque unas cuentitas tiene la UV y otra la SEFIPLAN, y lo peor, en el ajuste y reajuste, ninguna parte se ha puesto de acuerdo, pues ni modo que la UV se doble.
Y menos por el daño causado.