Pero el tricolor estará en clara desventaja ante el nuevo gobierno.

1) De entrada, la elite priista tendrá cerrada la llave de la Secretarí­a de Finanzas y Planeación, SEFIPLAN, que durante 86 años ha sido su fuente de financiamiento. Y por tanto, cada candidato habrá de tener, entre otras, una caracterí­stica fundamental: él mismo buscará a sus mecenas, y/o por el contrario, dispondrá de su patrimonio familiar para dar la gran batalla polí­tica. Y en tal coyuntura, “muchos serán los llamados… y pocos los elegidos”.

2) Para entonces, habrán seis meses del yunismo en la silla embrujada de palacio. Y si el Yunes azul tiene encarcelado, digamos, oh utopí­a, a Javier Duarte, y/o varios duartistas, su liderazgo polí­tico y social estará fuera de duda y se manejará “en caballo de plata” para ganar la elección. Pero si por el contrario, le sucede lo mismo que a los gobernadores de Nuevo León, Jaime Rodrí­guez, y de Sonora, Claudia Pavlovich, que casi 10 meses después a ningún exfuncionario de Rodrigo Medina y Guilllermo Padrés han encarcelado ni tampoco a tales exgobernadores, Yunes Linares estará bajo evidencia en la población y el triunfo en las urnas del PAN y/o PRD estará descarrilado.

3) Para el priismo será más fácil ser oposición. Pero si el Yunes azul ha garantizado, por ejemplo, la seguridad y disminuido el grado de impunidad en que estamos atrapados y sin salida, de igual manera irá “en caballo de hacienda”. Nadie ni nada lo socavará.

BALAUSTRADAS: 4) El gobernador será panista. Y el PRI sorteará los comicios con los vientos en contra. Y lo peor, con los demonios sueltos. Las elites rojas, por ejemplo, andarán en la rebatinga del poder. Todos querrán imponer a sus candidatos. Entre ellos, los senadores Pepe Yunez Zorrilla y Héctor Yunes Landa. A menos, claro, que pudieran pactar, lo que será complicado, por una sola razón. Héctor ha levantado el dedo de nuevo para la candidatura a gobernador 2018, deshonrando su palabra. Y quien se traiciona a sí­ mismo… termina traicionando a todos.

5) Habrá un presidente del CEN del PRI y en Los Pinos Enrique Peña Nieto será presidente. Pero… el presidente ha sido omiso y occiso, tibio, ante los problemas polí­ticos, sociales y económicos en Veracruz. Claro, su protegido Javier Duarte, JD, habrá dejado el poder. Y por tanto, quizá Peña Nieto intervendrí­a. Entonces, los priistas andarán como loquitos en medio de las siguientes pasiones: el presidente de la república, el presidente del CEN del PRI y el presidente del CDE en Veracruz. Más la fuerza de los caciques regionales. Los Montiel, los Merlí­n, los Érick Lagos, los Zepahua, los López Landeros, etcétera.

6) Por vez primera en su vida los priistas de Veracruz serán oposición. Pero ser oposición es difí­cil. Ha de aprenderse a serlo con estrategia y resultados. Y en el proceso suelen darse bandazos. Entre ellos, que por un lado sean priistas, y por el otro, pacten en lo oscurito con el gobernador panista, quien durante 25 años fuera priista y conoce el fondo de la olla, además de las relaciones polí­ticas y sociales que dejara en el partido tricolor.

ESCALERAS: 7) El grueso de la población electoral está harta del priismo. Además del duartismo y el fidelismo. Un factor en contra es la baja, pésima calidad de vida. Desempleo, subempleo, salarios de hambre, jodidez, hambre, miseria y pobreza. Y cuando el 5 de junio votó en contra del priismo y ha sacado al PRI del palacio de gobierno ha registrado en automático que hay posibilidad, digamos, de un posible cambio. Su despertar cí­vico bien pudiera repetirse en junio del año entrante con la nominación de alcaldes.

8) La llamada “Decena Trágica” que le llama el politólogo Carlos Ronzón Verónica al periodo de Fidel Herrera a Javier Duarte dejará muchas, demasiadas, excesivas heridas sociales en la piel colectiva. Y para que cicatricen pasarán muchos años y muchas elecciones. Y más, si el Yunes azul prende en la población, con todo, incluso, y “las camisas de fuerza” (Fiscal Anticorrupción, contralor de cinco años, un súper Fiscal, el control del IVAI, el 4% de subsidio a la UV, la basificación burocrática, las participaciones federales comprometidas hasta dentro de 30 años para pagar la deuda, el desorden administrativo, el caos financiero y la corrupción polí­tica en la SEFIPLAN, etcétera) que JD le está dejando a Yunes Linares.

9) Muchos priistas con liderazgo social en sus pueblos sufrirán una mutación peor que la de Gregorio Samsa en el cuento de Kakfa, convertido en insecto en un amanecer. Se pasarán al PAN, pues la historia demuestra, entre otras cositas, que ante la adversidad primero está llevar el itacate a casa. Y más, con un Yunes azul con fama de seductor tanto de mujeres como de hombres.