cargando

En twitter:

Crónicas imaginarias
Lunes 27 junio, 2016

El fogoso “se fue lejos para seguir aquí­”

Muchos años después, en un balance entre “el tí­o” de Nopaltepec y el góber tuitero, aunque nos tachen de locos, a ciegas se llega a la conclusión de que el cónsul fue un alma de Dios...

En un cuento de Kakfa, el nombre he olvidado, hay una frase que “cae como anillo al dedo”. Dice: “Se fue lejos para seguir aquí­”.
Y esta tarde cuando sobre la mesa tengo un par de muñequitos, uno flaquito y morenito, parecido al góber fogoso, y el otro gordito y con mirada relampagueante, parecido al góber tuitero, y juego con ellos como fichas de dominó, recuerdo la frase kafkiana para creer a ciegas que, en efecto, “el tí­o” de Nopaltepec se fue a Barcelona, pero con el don de la ubicuidad, pues en el transcurso de los últimos cinco años con casi siete meses, aquí­ ha estado, entre nosotros, como un muerto vivo, lanzando coletazos como un dinosaurio.

  • El góber fogoso y el góber tuitero

Enrique Vila-Matas recuerda a Kafka en su libro “Parí­s no se acaba nunca” y se refiere al diablo Vauvert, un personaje parisino especialista en orgí­as y en embrujos, de igual manera como esta tarde primaveral en que de cara al Golfo de México, traspirando la brisa marina, siento que, en efecto, el fogoso es y fue una especie de ser inmortal, encantador de serpientes y nauyacas.
Pero además, igual que el demonio mitológico, ninguna sabe existe de que anda por todas partes como los duendes, haciendo travesuras, y con todo, hacia el final del dí­a resulta insuperable si nos vamos, por ejemplo, al panteón negro de los polí­ticos jarochos.
Por ejemplo, muchos años después habrí­a de escribir que así­ como Agustí­n Lara marcó una época en la tierra jarocha y “El Pirata” Lorencillo otra y “El tlacuache” Garizurieta otra más y hasta Herón Proal, el lí­der de los inquilinos en los patios de vecindad que con las prostitutas de la época incendiaron el puerto jarocho, también el fogoso figura en el panteón privilegiado de los polí­ticos que hicieron historia.
Tal cual, el fogoso está, digamos, a la altura del par de Fernandos, Gutiérrez Barrrios y López Arias, que electrizaban con su simple mirada, sin pronunciar una sola palabra.
Y de Manuel Carbonell de la Hoz, quien 15 minutos después de conocerlo y platicar, habí­a seducido por completo al interlocutor con su gran habilidad para describir escenarios.
El fogoso, por ejemplo, era así­:
Igual que “Chucho El roto” se metí­a la mano a la bolsa del pantalón y sacaba billetes de 500 y mil pesos, nuevecitos, olorosos a banco, y los repartí­a entre la gente sin un control administrativo.
Y si ahora todo mundo se queja de aquel desorden administrativo, la realidad es que hací­a felices a todos aquellos, pobres, jodidos y miserables, que se le acercaban y se retiraban con una sonrisa, el billetito en la mano.
Igual que Porfirio Rovirosa seducí­a a las reinas del carnaval y luego les otorgaba un cargo público y después las encantaba y luego las invitaba a treparse en el helicóptero al que luego el pueblo airoso bautizó con el nombre de “La nave del amor”, feliz y contento de que el fogoso fuera un dandy, porque como dicen por ahí­, “cuando uno se vuelve gobernador en automático se vuelve sexy”.
La fama pública del fogoso, por ejemplo, se mide por las llamadas “Fidelí­neas”, el arte de ilusionar a la gente con la esperanza de un carguito público, una chambita, una solución a su problema, y que aun cuando jamás cumpliera la gente quedaba contenta porque habí­a sido escuchada.
Es más, ahora cuando el góber tuitero tiene a Veracruz con el alma en un hilo con tantos secuestrados, desaparecidos, asesinados, fosas clandestinas, el fogoso se irguie como el mejor, porque en aquel entonces, y aun cuando le llamaban, dicen sus enemigos, el Z1, los carteles, cierto, aquí­ estaban, en el territorio jarocho, pero al mismo tiempo, nunca, jamás, ejecutaron a civiles, ni menos, mucho menos, un feligrés fue secuestrado en una iglesia ni tampoco siete personas fueron asesinadas en una disco en Xalapa ni tampoco un niño fue asesinado nada más por “un pleito de cantina”.
En uno de sus libros Fernando Savater dice que en la vida todas las cosas han de tomarse con filosofí­a y que en lenguaje popular significa con alegrí­a.
Y más, cuando como en el caso, ha de preguntarse con quién se queda el lector: si con el góber fogoso con todo y sus fidelí­neas y/o por el contrario con el Veracruz sórdido, truculento y revolcado del góber tuitero.
Así­, y mirando el par de muñequitos en la ficha de dominó para aplicar un balance entre el fogoso que “se fue lejos para seguir aquí­” y el tuitero que anda angustiado con la cárcel anunciada, aunque el lector lo tire a uno de loco, ene millón de veces, y con los ojos cerrados, uno se queda con el fogoso, porque en todo caso jodí­a, pero al mismo tiempo, con su inteligencia y talento y buen karma dejaba contento, en tanto el otro solo ha sembrado el encono popular, y más ahora cuando pretende imponer a Gabriel Deantes en el IVAI, con todo y que ha sido acusado por el Yunes azul de fregarse casi 8 mil millones de pesos del Seguro Popular.


Deja un comentario

Acerca del blog

Blog de noticias desde Veracruz.
Aquí, deseamos contar la historia de cada día.
Y cada día es un nuevo comienzo.
Y todos los días se empieza de cero...

Portal de noticias de Veracruz.