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Lunes 27 junio, 2016

Poza Rica: un reportero desaparecido, otro asesinado y tres amenazados de muerte

POZA RICA.- Registros periodí­sticos estiman más de cien asesinatos en Poza Rica, Veracruz, en dos meses. Una zona petrolera donde su poderí­o económico se refleja en los once bancos y sus más 26 sucursales establecidas. Paraje industrial, hoy tomado, según testimonios anónimos, por una pugna entre Zetas.
Un terrorismo hambriento en la ciudad norteña, que de acuerdo con Gabino Escamilla, reportero policiaco, con más de 30 años en el oficio, se recrudeció desde el 16 de abril del año corriente, con el asesinato de dos hermanas de Cirilo González Pérez, alias “El Puchini”, o “Z ”“ 37”, lí­der de plaza, capturado a finales de 2015 en Pachuca, Hidalgo.

Miguel íngel León Carmona

  • Manuel Torres, periodista asesinado en Poza Rica

Aunado a lo anterior, están las olas de secuestros durante el sexenio de Javier Duarte, lo que consolidó el colectivo Familiares en Búsqueda Marí­a Herrera Poza Rica; 20 padres que comenzaron a rastrear terrenos recónditos, que “quizá su error, fue haber estado cerca de encontrar a sus hijos, llegando a incomodar al crimen organizado o al gobierno”, opina el periodista pozarrincense.

Por su parte, Jorge Iván Garcí­a Morato, representante de la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas en Veracruz, reprueba el discurso de Luis íngel Bravo Contreras, al asegurar que la Fiscalí­a General “no cuenta con los recursos humanos ni materiales para atender los casos de desapariciones en Poza Rica” (1).

“Me parece una declaración irresponsable. Es abortar la misión como autoridad. Darle campo abierto a los malandros. Orillar a los padres de desaparecidos a buscar respuestas en campos del crimen organizado; llevarlos al matadero”.

“POZA RICA: UN PUEBLO SIN LEY”

“En 2015 arribó la Fuerza Civil, si bien, no se ha visto involucrada en desmanes, el número de elementos es insuficiente para este sector conurbado. No habrá más de 25 patrullas circulando en el dí­a, con una población que supera los 500 mil habitantes”.

Reporta el diarista del periódico El Mundo de Poza Rica, en una cita pactada en el centro de la ciudad que ha recorrido por más de tres décadas. Iniciando su carrera como publicista, pasando por las notas generales y tomando en el año 2010 la dirección de la sección policiaca.

Sumado a los problemas ya mencionados, Gabino Escamilla, silencia su equipo telefónico para compartir las deficiencias en la seguridad pública, instalada en la ciudad petrolera desde 2015, al mando de Arturo Bermúdez Zurita, Titular de la SSP. Situación que, considera, además de afectar a la ciudadaní­a, frustra la cobertura reporteril al no contar con garantí­as básicas para el trabajo de campo y balas.

De acuerdo con los planes municipales del Órgano de Fiscalización (ORFIS), Poza Rica rebasa los 513 mil habitantes, al tratarse de una zona metropolitana. Con arribo de trabajadores, provenientes de los municipios Coatzintla, Tihuatlán, Cazones y Papantla.

No obstante que “la ubicación geográfica de Poza Rica, muestra relevancia para su población nativa y migrante, dado que es el centro de la actividad económica de la región por la pujante industria petrolera, y su creciente actividad comercial y de servicios” (2), Escamilla Hernández demanda que el personal de la fuerza civil no rebasa los 300 trabajadores.

Es decir, explica el reportero, en promedio, restando los elementos que descansan en el dí­a, 150 oficiales custodian un terreno de 64 kilómetros de extensión territorial. Lo que llevado a operaciones divisorias da a un policí­a a cargo de 3 mil 333 habitantes.

“En este pueblo, además de ser escasa la seguridad, se vuelve privilegiada. Es ilógico que dueños de periódicos, por ejemplo El Presente o La Opinión de Poza Rica, tengan a su servicio una unidad en la puerta de sus edificios, cuando los compañeros se la pasan cubriendo notas sanguinarias con la valentí­a como su único escudo”.

Se trata de un pueblo sin ley, considera el periodista veterano. “Por acá se acabaron las notas de exclusiva. Los reporteros asistimos en grupo a todas partes, pues indefensos. Así­ la gente quisiera que publicáramos todo lo que pasa en el sector”, comenta mientras sorbe café negro.

De esta manera, Gabino Escamilla culmina su aporte en una plática de 60 minutos, el mismo número de muertes violentas que ha registrado en su archivo periodí­stico. Ví­ctimas, que en su mayorí­a, han sido taxistas, mecánicos y petroleros. Un hombre sin exclusivas, no obstante, presto a que la situación de su pueblo se conozca.

“Es una lástima lo que pasa por aquí­. Recuerdo cuando después de redactar, podí­as cruzar a los bares por una copa. Transitar por el bulevar Adolfo Ruí­z Cortines. Andar por las aceras sin tener que remirar cada cinco segundos”, frase con la que se despide, el hombre de 56 años, quien espera, “seguir dando lata por más tiempo”.

“UN REPORTERO DESAPARECIDO, OTRO ASESINADO Y TRES AMENAZADOS DE MUERTE”

En otro punto ciudad, atiende la entrevista, Jorge Iván Garcí­a Morato, representante de la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas en Veracruz, (CEAPP), quien apenas se sienta, suelta la cifra de comunicadores con su libertad coartada.

El también conductor de noticias de Exa FM, decide comenzar por el caso de Manuel Torres, pues a más de un mes de su asesinato la Policí­a Ministerial no ha terminado ni siquiera de examinar la computadora ni la cámara fotográfica del finado. “Sólo nos dicen que ya les falta poquito, que pronto se lo devolverán a la viuda”.

Un homicidio difí­cil de entender para Jorge Garcí­a, pues considera se trató de un reportero, como muchos, con problemas económicos. “Llegué a topar con el compañero hasta tres veces a la semana. Un tipo que le preocupaba la situación de sus hijos, próximos a ingresar en sus estudios universitarios. Nunca se notó nervioso ni angustiado. No hubo registros de amenazas en su contra. Un padre apegado a su familia. Con escasos billetes en su cartera. Si asistí­a a almorzar era a puestos de enchiladas. Ahí­ lo veí­as con su refresco”.

El finado, también editor de la plataforma en internet MT Noticias, murió de un impacto certero en la cabeza a la edad de 45 años. De acuerdo con la FGE, su ejecución se practicó a las afueras de la Delegación de Tránsito del Estado. De los dos sujetos que manejan como probables agresores, nada se sabe.

El comisionado de la CEAPP en la zona norte continúa con la lista escabrosa y enuncia a Miguel Morales Estrada, desaparecido desde el 19 de junio de 2012. Al respecto, La FGE, como parte de la averiguación PZR/384/2012 aseguró que directivos del Diario de Poza Rica, refirieron que el comunicador avisó que dejarí­a de enviar su material fotográfico, pues debí­a atender problemas personales y saldrí­a de la ciudad.

Parte oficial, a la que Garcí­a Morato amplí­a diciendo, que según testigos, Miguel Morales, también conocido como el Conde de Xalpatláhuac, por su parecido con un cantante de la Academia, entró a las oficinas del periódico, agradeció a sus superiores y dejó su billetera, con sus identificaciones sobre el escritorio.

Así­ el ambiente para los reporteros encargados de la cobertura policial en Poza Rica, Veracruz. Hechos de homicidio y desaparición a los que se suman tres periodistas, también de nota roja, todos con la libertad de expresión amordazada por el crimen organizado.

A dos de ellos, las advertencias no han pasado de llamadas a sus móviles, refiere Iván Garcí­a Morato. Sin embargo, asegura que en uno de los tres casos, se ha tenido que implementar el servicio de video vigilancia a la entrada de su domicilio.

“El compañero puede monitorear todo desde su celular. Tiene cobertura al instante”, se trata de una de las inversiones de la CEAPP, valorada por el comisionado en 5 mil pesos, de un presupuesto que ronda los siete millones de pesos al año.

De esta manera concluye el interrogatorio, no obstante, previo al apretón de mano, a manera de despedida, Garcí­a Morato suelta una autocrí­tica a la misma CEAPP.

“Falta operatividad en nuestro servicio, debo reconocerlo. Pero más que proteger nuestro trabajo es prevenir los incidentes contra reporteros. Es evidente que se trata de mucho trabajo y pocos colaboradores, considerando que los periodistas, desde hace tiempo, nos hemos convertido en las notas de primera plana con sus asesinatos”.

Así­ la sí­ntesis de la situación actual de Poza Rica de Hidalgo, una de las ciudades que Javier Duarte de Ochoa presumió en su visita a Orizaba, Veracruz, el pasado 04 de mayo como territorios de poderí­o económico y producción de empleos.

Poza Rica, Xalapa, Córdoba, Orizaba y Coatzacoalcos, fueron nombradas. Al dí­a de hoy, en los mismos territorios hay colectivos de desaparecidos y registros de asesinatos. Ambiente de inseguridad, que coincidió con la mayorí­a de votos en todos los distritos a la hora de elegir al gobernador que le suplirá el próximo primero de diciembre.

(1) Periódico Noreste, 24 de junio de 2016
(2) http://www.orfis.gob.mx/planes-municipales-14-17/137_PM.pdf


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