Igual que Roberto Borge en Quintana Roo, que perdió la gubernatura y el Congreso y el góber electo ha amenazado con encarcelarlo, está Javier Duarte en Veracruz.

Igual que Borge, Duarte también se está blindado creando dependencias y nombrando funcionarios como traje a la medida para que cuiden sus espaldas a partir del 1 de diciembre del año que corre.

Tal cual, el par de gobernadores, Duarte y Borge, crearon, por ejemplo, el Fiscal Anticorrupción, donde buscan imponer a un cuate.

Borge, no obstante, va por delante, porque ha impuesto funcionarios en los poderes Ejecutivo, Judicial y Legislativo para asegurarse por todos lados y que ha originado una protesta pública.

Duarte, en cambio, va por el Fiscal Anticorrupción, que busca en Francisco Portilla Bonilla, y por el contralor, donde busca reelegir a Ricardo Garcí­a Guzmán, y por el IVAI, donde impulsa a su favorito Gabriel Deantes Ramos.

En Quintana Roo, el presidente del CDE del PAN, Eduardo Martí­nez Arcila, anunció una batalla jurí­dica para revirar tales nombramientos, mientras en Veracruz, Miguel íngel Yunes Linares mueve sus fichas con el mismo objetivo.