En el café, y con Felipe Amadeo de árbitro, uno y otro se declaró candidato.
“Voy firme al 2018” reiteró Pepe Yunes.
“Yo iba con ”˜Pepillo”™ si ganaba la gubernatura. Pero como perdí­, iré otra vez” dijo Héctor.
De entrada se trata de una mala jugada, mala leche, de Yunes Landa, pues hacia la primavera de este año, Pepe declinó su nominación a favor de Héctor, y así­ se lo informó a Javier Duarte en el aeropuerto “El Lencero” de Xalapa.
También se lo notificó a Manlio Fabio Beltrones, presidente del CEN del PRI, y quien por cierto ha renunciado luego de perder cinco de las 9 gubernaturas en que ahora tienen un priista, como el caso de Veracruz.
Más aún: en aquella fecha, Pepe Yunes organizó una comelitona en el rancho “San Julián, propiedad familiar, donde la elite tricolor de todos los niveles y sabores pasó lista de presente y en donde al momento de despedirse, Beltrones, viejo zorro de la polí­tica, dijo a Héctor, su pupilo, delante de todos.
“Te felicito”.
Fue el destape tan esperado.
En reciprocidad, Yunes Landa juró y perjuró ante Dios y la Virgencita de Guadalupe que en el año 2018 apoyarí­a con todo y en todo a Pepe Yunes para su candidatura a la gubernatura de seis años.
Yo, se dijo, góber de dos años. Y tú, “Pepillo” como suele llamarle, para seis años.
No obstante, y luego de su derrota ante su primazazo, Miguel íngel Yunes Linares, por un aproximado de cien mil votos (que ahora pelean), Yunes Landa ha deshonrado su palabra y levantado la mano de que una vez más buscará la nominación partidista.
Caray, con esos “tí­os”, Pepe Yunes ha de “curarse en salud” porque de aquí­ pa”™lante le esperan muchas, muchí­simas traiciones, intrigas palaciegas y malas jugadas.

2

Nada, absolutamente nada puede esperar Pepe de Héctor Yunes.
Y si confí­a en su palabra… allá él.
Héctor se moverá hasta descarrilar a Pepe.
Pero dada su vocación polí­tica, Pepe también removerá “cielo, tierra y mar” atrás de su objetivo.
Claro, claro, claro, en el año 2018, y gracias a la revolución convertida en Constitución Polí­tica, Javier Duarte ya estará, mí­nimo, en el penal de Pacho Viejo, y/o si libra la furia de Miguel íngel Yunes Linares, entonces, estará en alguna región del mundo disfrutando sus ahorritos.
No obstante, el cónsul de Barcelona estará más vivo que nunca empujando la carreta a favor de su hijo, el diputado federal, Javier Herrera Borunda, para que el PRI y/o el PVEM lo nominen candidato a la gubernatura.
Y los discí­pulos del góber fogoso (Jorge Carvallo Delfí­n, Érick Lagos Hernández, Adolfo Mota Hernández y Alberto Silva Ramos) seguirán en la pelea sucesoria para ver si ahora quedan con la candidatura.
Por tanto, una vez más, los enemigos polí­ticos a morir de Pepe y Héctor Yunes serán Fidel con su hijito y sus alumnos para quedarse con la candidatura y dar la pelea al clan de los Yunes azules.
Tal cual, si desde ahora Héctor confunde con sus aires de grandeza mesiánica a la población electoral y a la militancia priista de que buscará la nominación en el 2018, mala leche en contra de Pepe, pues los enemigos de ambos son los duartistas, mejor dicho, los fidelistas.
Y es que desde hoy, Felipe Amadreo, todaví­a presidente del CDE del PRI, viejo zorro de la polí­tica, profundo conocedor de las circunstancias polí­ticas y sociales y de la naturaleza humana, “vieja cuerera”, está obligado a conciliar a las partes para que Héctor opere para Pepe, de igual manera como Pepe chambeó para Héctor en el transcurso de la reciente campaña electoral.

3

Y más porque para entonces, el PRI será en Veracruz un partido de oposición y sin recursos oficiales para vivir y subsistir.
Y si el Yunes azul encarcela a Javier Duarte, JD, y/o a uno que otro duartista y/o al suegro del góber tuitero, entonces, el clan de los Yunes se disparará a las nubes, porque simple y llanamente, así­ lo espera la población electoral, el ciudadano, el contribuyente, que por eso votaron.
Y si el Yunes azul abre las puertas del palacio (que JD cerró) a la población sin distingos y si él mismo dialoga con todos y visita cada pueblo de Veracruz, y paga deudas, y baja recursos federales, y garantiza la seguridad en la vida y acaba con los secuestros, los desaparecidos y los asesinatos, entonces, veinte y las malas que el PAN y el PRD, si van en alianza, ganarán la gubernatura en el año 2018.
Claro, y más aún, si, digamos, el góber fogoso amarra la candidatura para su hijo y/o para algunos de sus discí­pulos, tan desacreditados y desprestigiados como él mismo.
Una posibilidad, no obstante, tendrá Pepe Yunes, porque sin entrar en polémica, es el más decente, el más honesto y el más probo de los polí­ticos de Veracruz.
Siempre y cuando… si Héctor Yunes declina desde ahora por él, de igual modo, se repite, como Pepe declinara.
Pero el hecho de que a Yunes Landa lo haya picado la nauyaca y tenga “la ví­bora chillando en la mano”, sólo significa la derrota anticipada tanto para él como para Pepe.
Los grandes imperios y emporios del mundo se desmoronaron desde adentro.