La foto fue publicada en las redes sociales que en materia de información ha rebasado en muchas circunstancias al trabajo periodí­stico y, por tanto, constituyó un éxito singular.
Desde luego, el presidente municipal, Manuel Rosendo Pelayo, tan dado a las cuestiones estrafalarias, él mismo gozador de la vida, guardó silencio ante el reality show de su jefe policiaco.
Y cuando quiso que su equipo tecnológico bloqueara la foto en Internet era demasiado tarde.
Incluso, según los expertos, alcanzaba el número de seguidores, más o menos, pisando los talones a la Kardashiam quien se sometió a dieta y bajó unos 30 kilos de golpe y porrazo.
Así­, tanto el alcalde como su comandante estelar ingresan al boom artí­stico del secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, con sus policí­as stripperos, pero también, con su tianguis en Xalapa regalando pescado a los colonos y con el espectáculo que ha levantado llegando en helicóptero a su oficina en el helipuerto instalado en su edifico y que, ni hablar, pronto, también reproducirá el Fiscal General, con el par de helicópteros que Javier Duarte le heredará.
De aquí­ pa”™lante, nadie dudarí­a de que existirán más sorpresas de Bermúdez y sus comandantes estatales y municipales, y más, porque estamos en el año de Hidalgo, y por tanto, se necesitan por ahí­ elementos distractores para que nadie se ocupe de lo que el gobernador electo ha llamado “banda de ladrones”.

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Arturo Bermúdez ha entrado a la historia local por muchas circunstancias y razones.
Por ejemplo:
El asesinato de una madre y su hijo en San Rafael, cometido por seis policí­as que “se confundieron”, de los cuales tres, por cierto, han sido detenidos, mientras el resto andan prófugos.
La matanza de seis personas en el antro “La Madame” de Xalapa.
La desaparición de cinco jóvenes originarios de Playa Vicente en Tierra Blanca a cargo de ocho policí­as estatales, quienes los entregaron a un cartel.
El secuestro de tres muchachos de Papantla cometido por ocho policí­as y quienes también habrí­an entregado a los malandros.
Los 467 policí­as, dice el Fiscal General, sujetos a un proceso penal acusados de desaparición forzada y que en el lenguaje jurí­dico significa que todos fueron levantados por elementos policiacos de los diferentes niveles.
El auge en Veracruz de las fosas clandestinas y de los cadáveres tirados en los rí­os Blanco y Coatzacoalcos y en los pozos artesianos de agua dados de baja en la ruta de Omealca a Tezonapa y los cadáveres arrojadas en los cañaverales y a orilla de carretera.
Por eso, y para contrarrestar la imagen policiaca tan llena de claroscuros, Arturo Bermúdez ideó la creación de los policí­as stripperos para bailar a las madres en su dí­a.
Y como tal efecto ya se está diluyendo, entonces, ahora el comandante policiaco luciendo su panza encuerado en una calle de San Andrés Tuxtla.
Con todo y que, incluso, estaba certificado y habí­a aprobado el riguroso examen de calidad.

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Muchas cositas estrambóticas han ocurrido en el llamado sexenio próspero, además del comandante tuxtleco en cueros luciendo su fascinante panza.
Por ejemplo:
Las fotos de Dominga Xóchitl semidesnuda navegando en Internet, a tal grado que cuando como directora de Espacios Educativos visitó una escuela secundaria en Córdoba los alumnos enloquecieron atrás de ellas pidiendo autógrafos.
La Madame Policiaca, Lady SSP, Michaelle Arano, sensual y extravagante, luciendo su cuerpo de tentación, a la que habí­an dado un cargo público y ella lo festinó con sus fotos en Internet el mismo dí­a que presentaron la Fuerza Civil en el puerto jarocho y robó cámara.
El selfie de Alberto Silva posando al mejor estilo de Truman Capote a los 20 años de edad en la contraportada de su libro “Otras voces, otros ámbitos”, y donde la mirada del vocero decí­a: “Soy tuyo, tuyo nada más. Y hazme lo que quieras”.
El video sexual del jefe de ayudantes del procurador Felipe Amadeo Flores Espinosa haciendo el sexo rapidí­n, paraditos, en una oficina del edificio a media mañana, unos dicen que con una secretaria, otros que con una abogada jarocha.
El video donde un velador, jefe en turno, en el palacio de gobierno de Xalapa se la está tostando con droga en horas oficiales de trabajo.
El grito patrio del secretario General de Gobierno, Flavino Rí­os Alvarado, anunciando al mundo: “Yo di la orden de madrear a los viejitos pensionados”.
La secuencia fotográfica aquella donde el Fiscal General, Luis íngel Bravo Contreras, cohabita con la mirada y la palabra susurrante al oí­do y el manoseo con el diputado federal, Adolfo Mota, en un acto público, delante de todos, sin pudor ni cohibiciones.
El video donde la señora Araceli Salcedo, madre de Fernanda Rubí­, secuestrada en una disco de Orizaba en septiembre del año 2012, encara a Javier Duarte a gritos y exclamaciones sórdidas, reprochándole el Veracruz de incertidumbre y zozobra.
Con tanto reality show, un estudiante de cine bien pudiera armar un documental sobre el Veracruz sórdido que hemos vivido los últimos cinco años y medio y 20 dí­as.