Agenda de los candidatos
•En política debe prevalecer la persuasión
Reynaldo Escobar
•En política debe prevalecer la persuasión; desterrando la irracionalidad de quienes no aceptan su derrota
Entre los griegos quienes decidían dedicarse a la política, era porque consideraban esa actividad como una forma de pensar, de sentir y de relacionarse con otros ciudadanos, prevaleciendo el principio de igualdad entre quienes contendían para formar parte de la asamblea, consejo de los quinientos o para ser pretor o magistrado, requiriéndose entonces contar con un atributo indiscutible que consistía en la " persuasión " donde bajo el principio de igualdad entre el hablante y los oyentes se fueron definiendo los destinos de los participantes, sin que influyera en la mayoría de los casos la riqueza, la belleza o la inteligencia.
Vivir en la polis era un orgullo para los griegos que obedecían libremente su ley y salir exiliado de la Atenas constituía una muerte cívica para quien era condenado al ostracismo.
El diez de abril de mil novecientos treinta y seis, empoderado de los Pinos el general Lázaro Cárdenas mandó al destierro y por lo mismo al ostracismo al general Plutarco Elías Calles, exiliándolo por haber perdido el racionalismo y no respetar al presidente en turno, con sus constantes intromisiones en el gobierno de Cárdenas.
La racionalidad era un atributo inherente al hombre quien se veía reducido al mundo animal cuando sucumbía a las pasiones ubicándose en una categoría inferior entre sus congéneres y cuando el orgullo o la arrogancia los hacía creerse dioses, perdían la visión de sus limitaciones humanas sufriendo como venganza de los dioses su propia destrucción; tales reflexiones tomadas de la brevísima introducción a la política de Kenneth Minogue, cobran relevancia y plena vigencia hoy en la política nacional y estatal.
Hoy recordamos al general Porfirio Díaz, uno de los grandes personajes que en un principio gobernó con aciertos y virtudes y después terminó en medio de la arrogancia, el despotismo y el autoritarismo, siendo obligado un día como hoy pero del año mil novecientos once a embarcarse en el puerto de Veracruz rumbo al destierro.
La historia no termina de juzgar al general Porfirio Díaz, puesto que lo bueno y lo malo o las virtudes y atributos, como las equivocaciones y caprichosas decisiones que tomó, han encontrado idénticas similitudes en posteriores gobiernos emanados de la revolución mexicana y vigentes hasta nuestros días.
Quien quiera sobresalir en política, debe entender de una vez por todas, que gobernar significa debatir las ideas y proyectos en beneficio del pueblo y no en beneficio propio.
Se pagan impuestos por los contribuyentes, para sufragar los gastos públicos del estado mexicano, pero nunca deben utilizarse los ingresos públicos para provecho personal.
De todo lo anterior se concluye que Miguel íngel Yunes Linares, mientras no justifique el origen lícito de todas las propiedades y negocios que personal y familiarmente le atribuyen, no tiene ninguna posibilidad de ganar ésta elección y por el contrario quien ha demostrado ser honesto y capaz para gobernar Veracruz, resulta ser el licenciado Héctor Yunes Landa, quien a estas alturas de la contienda, ya ganó.
Después del 5 de junio esperamos un clima postelectoral de racionalidad, como los griegos reconocían en los seres pensantes y no queremos actos de brutalidad, carentes de racionalidad como los que los griegos atribuían a los animales, para diferenciarlos de los ciudadanos.