Con el caso Madame, la Fiscalí­a se empeña a enfatizar que estaban en un antro lésbico-gay, un lugar de malandros y, además, se vendí­an drogas… Tal vez por ello la iglesia sí­ sale a marchar por un embrión de siete semanas de gestación y no por estos cinco muchachos”.

Son planteamientos que se hace Rocí­o Córdova Plaza, doctora en antropologí­a, de la Universidad Veracruzana, sentada sobre la banqueta de la Plaza Lerdo, en la capital del estado de Veracruz. Fue de las diez personas que asistieron a lo que serí­a una marcha para exigir la seguridad de los xalapeños y concretamente, justicia para las ví­ctimas de la matanza del pasado 22 de mayo.

A la mujer de cabello largo y anteojos se le ve encendiendo una veladora aromática por los caí­dos. Al lado suyo, una decena de estudiantes de la máxima casa de estudios en Veracruz escribiendo carteles y rayando con gises la consigna: “Basta de Violencia”, lo hacen con letras del tamaño de un metro, frente al palacio de gobernación y a espaldas de la catedral.

La cita en redes sociales se acordó a las 18 horas con 30 minutos, los organizadores esperaron, pero no consiguieron la respuesta deseada. Es como la catedrática se da espacio para compartir lo que para ella es la causa de que la población no salga a las calles a marchar.

“La gente no es consciente de que a cualquiera nos puede pasar. Dicen sí­, pero a ellos los mataron porque andaban con el crimen organizado o porque eran gays. Estamos cayendo en una estrategia sucia que se trata de estigmatizar a las ví­ctimas y, además, quitarle responsabilidad al estado encargado de garantizar la seguridad pública.

“Lo más fácil es hacer este tipo de señalamientos, sin ningún sustento y de manera apresurada. Sin que los difuntos puedan refutarlo” comenta Rocí­o Córdova, mientras frunce el ceño.

Y previo a replicar el pronunciamiento ante los presentes, la también miembro del Sistema Nacional de Investigadores, (SNI), nivel tres, agrega que la iglesia católica también ha colaborado en el bostezar de la ciudadaní­a con sus 86 parroquias activas y 165 sacerdotes, de acuerdo con datos de la Arquidiócesis de Xalapa.

“Es una actitud no solamente conservadora sino reaccionaria de la iglesia, ese afán de controlar quién vive y quién no vive. Yo no he visto al señor arzobispo, Hipólito Reyes Larios, protestando por esta matanza. ¿Acaso no son procuradores de la vida? ¿Estará enterado que una menor de edad se encuentra malherida?… Se trata de una hipocresí­a asquerosa” sentencia.

De esta manera, la catedrática agradece la oportunidad, luego se integra con el grupo y hacen pública su postura resumida en la siguiente frase: “Que la única costumbre sea el respeto, la justicia y la libertad”.

“FUERON SERES HUMANOS A QUIENES MATARON, QUE NO SE LES OLVIDE”

Habla también Silvia Susana Jácome Garcí­a, integrante de la comunidad de personas Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgénero, (LGTB): “Si de algo estamos seguros es que hubo muertos y mucha saña. No queremos más impunidad de parte del gobierno del estado. Hemos perdido a muchos y lo único que perdura es la impunidad”.

Para la directora de la asociación civil Educación y Comunicación Sexual (ECOSEX) le parece irrelevante cuando la cuestionan sobre si el antro La Madame era realmente para homosexuales o si los finados pertenecieron a la comunidad de la diversidad sexual. “Esas preguntas que me hace la gente es consecuencia de las jugadas de la FGE. Centran su atención en el morbo”.

La egresada de la Universidad Iberoamericana, coincide con Rocí­o Córdova Plaza sobre la responsabilidad de la iglesia en protestar por los hechos del pasado 22 de mayo y comparte: “Me encantarí­a entablar una conversación con el señor, Hipólito Reyes Larios, su silencio retrata las verdaderas intenciones del clero. Si verdaderamente les interesara la vida salgan a marchar cuando matan periodistas, mujeres, y homosexuales”.

Con lo anterior la protesta culminaba. Los inconformes, procedieron a encender una veintena de veladoras y levantaron sus pancartas hacia las ventanillas de gobernación. “¡No queremos tener miedo!”. “¡Basta de violencia!”. “¡Sin justicia no habrá paz” se leí­a en la plazoleta, también conocida como Regina Martí­nez, una de los 19 periodistas asesinados en el legado duartista.

¿QUÉ RESPONDE LA ARQUIDIOCESIS DE XALAPA?

“Desafortunadamente no sabemos las causas de la tragedia en el antro La Madame. Hay cosas que no tienen mucha explicación. Debemos de promover una mejor educación en las familias, los maestros deben de crear una mayor conciencia de cuál es la diversión apropiada, los horarios, no arriesgarse inútilmente”.

Considera José Rafael Palma Capetillo, obispo auxiliar de la arquidiócesis de Xalapa, nombrado por el Papa Francisco el pasado 28 de abril encargado de apoyar al arzobispo Hipólito Reyes Larios, de 69 años de edad, a seis de su renuncia obligatoria con base en el Derecho Canónico.

Ante la pregunta si harán alguna marcha o pronunciamiento sobre los incidentes en el centro nocturno, vinculado a la exalcaldesa, Elizabeth Morales Garcí­a, el representante católico respondió:

“Claro que nos sentimos solidarios, pero la iglesia no solamente es la jerarquí­a, también pueden participar los laicos. Por ejemplo, la marcha del pasado 12 de mayo apoyando la iniciativa que protege la vida desde su concepción hasta la muerte natural, surgió de feligreses” asegura.

Finamente sobre la estrategia del gobierno de Javier Duarte de criminalizar a las ví­ctimas que reportan las organizaciones civiles y catedráticos, Palma Capetillo opina:

“En algunos puntos, la Fiscalí­a General del Estado deberí­a tener más discreción, porque son aspectos secundarios. Lo que vale es cada persona, cada ser humano. Es un principio ético. Esos aspectos que se subrayan a veces son manejados y despiertan sospechas. Considero que podrí­a tener algo de imprudente y de injusto. Finalmente, Dios es el que justa.