“A dos muchachos los acribillaron por la espalda y ahí­ cayeron muertos. También hirieron a una niña de 14 años. No les importó que mi sobrino estuviera pecho tierra, ahí­ le dieron de balazos; el primero le entró por el tobillo; destrozándole la tibia y el peroné. El segundo perforó su riñón y el tercero le alcanzó la yugular. Agonizó 48 horas, pero en la madrugada lo perdimos”.

Habla el tí­o de Luis Donaldo Rivera Calderón, el quinto joven confirmado muerto por la Fiscalí­a General del Estad, en la masacre del centro nocturno Madame, en la ciudad de Xalapa, Veracruz, registrada el pasado 21 de mayo de 2016. Por su parte, los padres del occiso aseveran desde el Servicio Médico Forense, donde recogen el cadáver perforado: “No tenemos enemigos ni somos delincuentes. Mataron a un joven deportista y estudiante, a un inocente”.

Se trata del menor de cuatro hermanos, proveniente de una familia de campesinos del norte del estado, en Pánuco, Veracruz. Sus padres lo enviaron a Xalapa, por considerarla una ciudad segura. Hoy se arrepienten de haberlo hecho. “Nuestro sueño era verlo realizado como abogado, verlo regresar con un tí­tulo y un empleo. Finalmente volverá, pero muerto. Así­ no eran nuestros planes”, lamenta el tí­o, Luis Manuel Rivera Aguilar, con los ojos violentados por el llanto.

El joven permaneció hospitalizado 48 horas en el hospital privado Los íngeles, en la misma capital del estado. De acuerdo con los padres, fueron tres intervenciones quirúrgicas las que resistió el desahuciado. No obstante, su pierna donde el proyectil se encarnó le debí­a ser amputada en las próximas horas. Sin embargo, un paro respiratorio le privó la existencia. El deceso fue registrado a las 2 horas del dí­a lunes 23 de mayo de 2016.

De acuerdo con el reporte del Fiscal General, Luis íngel Bravo Contreras, sustentado en la Carpeta de Investigación 1982/2016, en el sitio donde se divertí­a Luis Donaldo Rivera y sus amigos, también asesinados, se encontraron 27 cartuchos percutidos, calibre 7.62, utilizados en armas cuerno de chivo y 2.23 de rifles AR-15.

El saldo hasta el momento es de siete personas muertas y 14 heridos, uno de ellos en estado de gravedad y se trata de la menor de edad, quien de manera inexplicable logró burlar los protocolos de seguridad del establecimiento relacionado con la supuesta propietaria, Elizabeth Morales Garcí­a, exalcaldesa de Xalapa.

Los responsables para las autoridades estatales son cuatro presuntos integrantes del crimen organizado. Todos están prófugos. De acuerdo con versiones oficiales, se trató de una disputa por el control de la venta de droga y enervantes en la zona. Los encapuchados huyeron a bordo de un vehí­culo sedán, así­ como en una motocicleta, sobre la avenida Lázaro Cárdenas, una de las zonas más transitadas en la ciudad.

Ante las aseveraciones de la FGE, testigos que presenciaron los hechos refutan desde el anonimato: “Sí­ hubo una riña entre terceras personas; sin embargo, el mismo grupo provocador sacó a sus contrarios del antro. Todo estaba en tranquilidad, la gente se divertí­a y bailaba música electrónica, hasta que regresaron los malandros…

“Abrieron las puertas con violencia y desenfundaron sus armas largas. Hubo gritos. Éramos como 200 personas en la disco. No tuvieron piedad. Las balas rebotaban por todos lados. Los mosaicos blancos se mancharon de rojo. Y los que querí­an escapar se resbalaban con la sangre. No sólo fueron quince heridos, les tiraron hasta a los que estaban en el piso. Fue un matadero”…

Cabe mencionar que en el domicilio del antro Madame, hoy clausurado, anteriormente se ubicaba la discoteca Sodoma, también propiedad de Elizabeth Morales, sitio para personas con diversas preferencias sexuales. En el mismo punto fue denunciada la desaparición de varios jóvenes xalapeños, entre ellos, Eduardo V. Su madre responsabilizó a elementos de la Secretarí­a de Seguridad Pública del estado y a 30 sujetos armados.

Con base en la declaración de Laura, la madre de uno de los desaparecidos, “una camioneta de estatales obstruyó el tránsito lateral de una avenida a fin de permitir que dos camionetas Suburban entraran en sentido contrario y se estacionaran frente al bar Sodoma, hoy Madame, del que salieron varias personas”.

Ambos infortunios se registraron en la ciudad de Xalapa, territorio de Javier Duarte de Ochoa, Arturo Bermúdez Zurita y Luis íngel Bravo Contreras; máximos responsables de la seguridad en Veracruz. Aunado a lo anterior, la capital veracruzana presenta otro problema, ligado a la inseguridad, el de las desapariciones y desapariciones forzadas, que de acuerdo con los registros del Colectivo Por la Paz Xalapa, al menos ocho personas, en el legado duartista, fueron sustraí­das de bares y antros xalapeños y hasta la fecha se desconoce su paradero.

LUIS DONALDO, UN JOVEN DEPORTISTA Y UNIVERSITARIO, UNO DE LOS CINCO CAíDOS

Originario de Pánuco, Veracruz, estudió hasta el cuarto semestre de la licenciatura en derecho en la Universidad Hispano Americana. Practicaba el fútbol por las tardes y se ejercitaba en el gimnasio por las noches. Seguidor de los Tiburones Rojos de Veracruz. Un joven alegre y amiguero, así­ recuerdan a Luis Donaldo Rivera Calderón, el quinto muerto en la masacre de Madame.

Sus padres hací­an el mayor esfuerzo económico para verlo graduado. Redoblaban las jornadas en el campo para darle lo mejor. “Quisimos que tuviera una mejor vida, no como la nuestra de jóvenes, al lado del machete, arando la tierra detrás de caballos”.

Un hombre de pocos años, pero que dejó amigos, familiares y una novia con el ánimo destrozado. Universitario privado de conseguir sus metas profesionales ligadas a la administración pública. Cada quince dí­as, como parte de una rutina, regresaba a Pánuco a ver a sus familiares.

Fue el pasado viernes por la noche que se dispuso a pasar un rato de diversión con sus amigos, en uno de los antros más económicos de Xalapa. Serí­an unas horas de diversión. Unos cuantos tragos. Sin embargo, lo único que abundó fueron las balas y la sangre, los charcos y la muerte.