Arcas vacías por tanto saqueo
El nuevo gobernador de Veracruz llegará acotado en el lado económico. Una secretaría de Finanzas y Planeación en la lona. Sin recursos. Sin margen de maniobra. Camisa de fuerza para atar al sucesor de Javier Duarte, JD.
Las arcas, vacías. Con una población de contribuyentes en la desconfianza, la incredulidad y el agnosticismo que mucho se resistirá a pagar impuestos.
Luis Velázquez
Además, arrastrando una deuda pública de más de cien mil millones de pesos, con un montón de prestadores de servicios, contratistas, empresarios, estudiantes becados, deportistas discapacitados, dueños de florerías que fiaron las coronas de flores e instituciones descentralizadas en la lista de espera del pago correspondiente.
Lo peor: si la SEFIPLAN apuesta a la entrega mensual de las participaciones federales, todas ellas comprometidas en su mayor parte durante los próximos 30 años para el pago de la deuda.
Tal cual, con cero margen de operación, considerando que de seguir endrogándose con más y más préstamos autorizados por la Legislatura, el desorden administrativo y el caos financiero continuará descarrilando en la ladera sin fin, precipicio sin fondo.
El sucesor de JD comenzando el primero año con las arcas vacías, todo, por el saqueo inverosímil que ha significado hasta el jineteo bursátil de los recursos públicos como lo asegurara en su momento el presidente del CDE del PRD, Rogelio Franco Castán.
Por eso mismo, el candidato priista, Héctor Yunes Landa, ha deslizado en la pasarela económica, política y mediática que lanzará un programa de obra pública sin precedente…, pero financiada por la iniciativa privada.
De ser así, reproducirá el modelito de Enrique Peña Nieto quien está concesionado el país a los empresarios, tanto nacionales como extranjeros.
Y aun cuando tal esquema podría, digamos, funcionar, para mover la economía estatal, se corren riesgos sociales.
Uno de ellos, el siguiente:
El duartismo concesionó durante 30 años el Sistema de Agua y Saneamiento Metropolitano, el SAS, integrada por los municipios de Veracruz y Medellín (Boca del Río se separó) a la empresa brasileña, Odebrecht, y varios meses después, el agua está llegando a las familias totalmente sucia, asquerosa y cochina, como nunca antes.
El duartismo también concesionó el famoso elefante blanco como es el Túnel Sumergido de Coatzacoalcos al hombre más rico del mundo, Carlos Slim Helú, durante 45 años, y varios meses después, la obra sigue inconclusa, sin un avance indicativo, por más que semanas anteriores en un mesianismo barato y ramplón, JD llegó de pronto con unas botellas de champagne para según él inaugurar la obra, quizá, acaso, porque ya padece graves problemas con su tinaco mental.
Pero, bueno, mientras el Yunes rojo ha anunciado que concesionará la obra pública a manos privadas, ninguno de los seis candidatos restantes ha expresado su estrategia económica para asumir un gobierno descarrilado, quebrado, cooptado, desacreditado y con las arcas vacías.
EL BARCO ESTí HUNDIDO
El barco que JD heredará al sucesor ni siquiera está a pique, sino hundido.
Y más porque para solventar, digamos, el descrédito económico y financiero, el sexto secretario de Finanzas, Antonio Gómez Pelegrín, se ha visto obligado a mentir y su nariz alcanzará dimensiones peores que Pinocho.
Por ejemplo, se la ha pasado mintiendo a la Universidad Veracruzana de que los pagos pendientes de 2 mil 300 millones de pesos se calendarizarán.
Pero además, aun cuando se ha reunido, dice él, con la SEFIPLAN de la UV, argumenta que por ningún lado las cuentas cuadran, mero pretexto para el chorizo y el reality-show.
Peor todavía: también ha mentido a la Escuela Normal de que ya pronto les pagarán, y así se los ha llevado, con puro atole con el dedo.
Todavía peor: la Universidad Popular Autónoma de Veracruz, UPAV, a la que debían más de 400 millones de pesos, ha apostado al silencio para ver si Pelegrín se apiada de ellos y les paga.
El colmo: Pelegrín interpuso una denuncia penal en contra de unos burócratas que lanzaron una huelga de brazos caídos por un día, por unas horas, reclamando el pago de un bono.
El colmo: el líder del FESAPAUV, José Enrique Levet Gorozpe, que aglutina a los 6,500 maestros de la Universidad Veracruzana, ha revelado que solo están cobrando el sueldo base, sin las prestaciones, porque de lo contrario, la UV colapsaría.
Lo más trágico es que ninguna obra de infraestructura tiene en marcha el duartismo.
Y, por tanto, la gran interrogante es el destino de los fondos públicos tanto federales como estatales.
Y en tales circunstancias, los genios financieros del candidato que gane en las urnas y que está entre el Yunes rojo y el azul, han de estar puliendo desde ahora una estrategia audaz y temeraria, pero segura y confiable, para “sacar al buey de la barranca”.
Según versiones, el diputado local, Ricardo Ahued Bardahuil, amigo de Héctor Yunes, y destinado a la secretaría de Finanzas y Planeación, pasa los días armando una negociación de la deuda pública para ver si pueden lograr un respiro con la secretaría de Hacienda y Crédito Público, que mira ya en el gobierno de Veracruz, igual que la Auditoría Superior de la Federación, un aparato gubernamental en estado de coma.
Más que una aventura económica que enfrentará el nuevo gobernador para reactivar la vida se tratará de un milagro para resucitar el cadáver en que la SEFIPLAN se encuentra.
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