Una sórdida historia de abuso sexual infantil es la que tiene el municipio veracruzano enclavado en la región de la Mixtequilla, anteriormente llamado “San Cristóbal de la llave”, y a partir de 1932 “Ignacio de la Llave”.

La inocencia de niñas fue arrancada de tajo con la hambrienta lascivia del director de una de las escuelas primarias del lugar, el cual fue detenido por elementos de la Procuradurí­a General de la República como resultado de un operativo donde se involucraron diversas inteligencias del mundo.

Los padres de familia de esta escuela primaria cuando acudí­an a la dirección de la escuela no imaginaban que detrás de la máscara de maestro y administrador del plantel les miraba y escuchaba un depravado criminal, cuya mirada a sus hijas estaba cargada de deseo. Cada palabra que pronunciaba el sátrapa tení­a el vaho fétido del demonio de la lujuria que acechaba a las niñas.

Así­ fue como este “director” de escuela alimentó una red de pornografí­a infantil con las alumnas que iba convirtiendo en sus ví­ctimas, grabando sus abusos para luego usarlo en las redes.

Con 52 años de edad el monstruo fue capturado en flagrancia por la Unidad Especializada en Investigación de Tráfico de Menores, Personas y Órganos de la PGR.

Siendo originario de Ignacio de la Llave fue investigado y detenido por su probable responsabilidad en el delito de pornografí­a infantil, en la modalidad de almacenar y producir videograbaciones con contenido de actos sexuales y exhibicionismo corporal, con fines sexuales reales, en agravio de menores de 18 años de edad, informó la PGR.

El maestro videogrababa a las niñas, alumnas de la escuela que dirigí­a, en las instalaciones educativas o en el domicilio a donde, al catearlo, lo encontraron junto con las pruebas que lo inculpan.

La alta peligrosidad del procesado llevó al involucramiento de la Policí­a Federal, la Interpol”“México y la Oficina de Investigación Penal de Alemania.

A veces el lugar a donde pensamos que van a educar a nuestros hijos es a donde suceden situaciones que les arrancarán la inocencia, la dignidad, la salud fí­sica y mental. Por ello debemos estar alertas en todo momento, pues esta lamentable historia de Ignacio de la Llave puede estarse repitiendo más cerca de lo que pensamos.