Fue en 2012, allá en Mata Loma, a unos 30 minutos del puerto de Veracruz. La familia de pepenadores andaba recogiendo chácharas en la carretera Veracruz-Soledad de Doblado. Cuentan las versiones que vieron lo que no debí­an y por ello los mataron.

El padre, la madre, los abuelos y los cuatro menores de edad de esa familia de pepenadores de Manlio Fabio Altamirano recibieron sentencia de muerte después de haber presenciado a una célula de presuntos zetas mientras realizaban una convivencia cerca de la carretera citada.

Ellos en una carreta en la que echaban lo de la pepena, bajaron la mirada, ni si quiera se inmutaron los pistoleros al verlos pasar y marcharse a toda prisa sin mediar palabra. Para la mala suerte de la familia, minutos después el Ejército llegó por sorpresa y detuvo a los maleantes que en su poder tení­an armas de grueso calibre, granadas y droga.

Se trataba de una célula de maleantes que, por el efecto cucaracha, se marginaron en los municipios colindantes al puerto de Veracruz. Sólo a unos kilómetros de esa detención las autoridades también encontraron, en Portezuelo, una fosa clandestina de la que sacaron a unas 28 ví­ctimas.

Nadie se percató del homicidio contra la familia entera en la humilde casa en Mata Loma. Fue el mal olor que despedí­an los cuerpos lo que alertó a los vecinos, por lo que dieron parte a las autoridades. Nadie quedó vivo en ese ataque, ni los niños menores de 10 años. Ni culpa tení­an. Menos consciencia del bien y el mal ante la presencia de un pistolero de la mafia.

Como esta, hay 36 familias en Veracruz, de igual número de ví­ctimas, que lamentarán el Dí­a del Niño que hoy se celebra en la entidad con fiestas al por mayor, sin tomar en cuenta que en la jornada violenta que ha representado el gobierno de Javier Duarte hay docenas de casos de niños y menores de edad a quienes arrancaron la vida, pues en Veracruz, la muerte tiene permiso.

No se cuenta con un registro estadí­stico claro sobre el número de menores de edad ví­ctimas del homicidio doloso en Veracruz, pero cuando ha pasado, como en Chinameca, estas muertes pueden generar la indignación más grande y el odio más intenso que pueda caber en el corazón de un ser humano.

El recuento:

2016

La primera muerte del año en Veracruz, una mujer, menor de edad, en Maltrata: la estudiante Guadalupe Marcial Lara, de 16 años, apareció en un lote baldí­o con señales de violencia sexual y golpes. El mismo mes, de la misma edad, Susana Tapia Garibo, ví­ctima de desaparición forzada con otros cuatro chicos de Playa Vicente, su destino final habrí­a sido el rancho El Limón, en Tlalixcoyan, entregados por la policí­a de Arturo Bermúdez, secretario de la SSP de Veracruz, a la delincuencia organizada. El mismo mes, en La Perla, asesinan a Primitivo Cruz Hernández, de 11 años, quien intentó defender a su mamá de un asalto.

El 21 de febrero, en la colonia Niños Héroes, de Xalapa, es apuñalado Ignacio Espinoza Cerón, de 16 años. Un mes después, de 16 años, también en Xalapa, presuntos secuestradores dan muerte a Carlos Fernández Domí­nguez, quien trató de evitar que su padre, dueño de los restaurantes Pollos Campiranos, fuera secuestrado.

En abril fue asesinado Ricardo Mayo Coronado, de 7 años, en Chinameca, el agresor llegó buscando venganza de un desplante hecho por el padre de la ví­ctima en una cantina del pueblo y mató al niño en represalia. EL agresor, primo del alcalde, sigue a salto de mata.

El 22 de abril, Jozmar Emmanuel Monroy Sánchez, asesinado en las Choapas porque un presunto vendedor de droga lo usó como escudo humano para evitar a los asesinos que lo vení­an siguiendo.

2015

El 21 de enero, Yamilet Miguel Rivera, de 17 años, asfixiada con su ropa interior en un predio de la colonia La Pochota, en Veracruz. La familia sospecha de la expareja.

En abril, Britany Ordaz González, de seis años, y sus dos abuelos, son asesinados en Oluta por sujetos fuertemente armados que supuestamente arribaron a cobrar una afrenta a los adultos. El 21 de abril, Saúl Jiménez Martí­nez, de 15 años, asesinado en un balneario en Las Choapas; el mismo mes, en Tatatila, un hombre mató a su esposa y al hijo de ocho años de ésta.
Columba Campillo, de 16 años, asesinada en mayo en Boca del Rí­o, por un supuesto secuestro. En el mismo mes, un padrastro asesina a golpes a un niño autista en la colonia Francisco Villa de Coatzacoalcos. La agresión se dio mientras la madre del menor se prostituí­a en bares de mala muerte y el padrastro, drogado, atendí­a otro bar y cuidaba al pequeño; los dos están encarcelados.

En junio, las balas que eran para su padre, alcanzaron a Sofí­a Canales Domí­nguez, de dos años de edad. Los agresores le querí­an dar levantón al papá, José Guillermo Canales, en el puerto de Veracruz, pero éste se resistió causando la balacera en la que la pequeña murió. En el coche también iba la madre del bebé, de siete meses de embarazo, quien tuvo un aborto.
En Ciudad Mendoza, también por secuestro, muere Jazmí­n Rosario Azamar de Rosas, de 16 años.

En agosto de 2015, en el basurero de Agua Dulce, con la garganta cortada, apare el menor Daniel Morales Carmona. También en agosto, es secuestrado y asesinado en Castillo de Teayo el menor Samuel Rocha, de seis años. Pedí­an cuatro millones por su rescate, hay detenidos.

El cuatro de septiembre, de 13 años, aparece Vicente González Centeno, amarrado de pies y manos, asesinado en un predio en Las Choapas. A los pocos dí­as, en Catemaco, es asesinado de un balazo César Manuel Ambrosio Rodrí­guez, de 17 años.

En octubre, sujetos armados llegaron al Ejido Cazones, en Minatitlán, buscando a una persona, como no le hallaron, dispararon contra la casa, en ella estaba la abuela y el nieto, Cecilio Flores, de 16 años cenando. Los dos murieron. Antes del cierre del mes, en Emiliano Zapata, Danna Paola, de dos años, fue golpeada hasta la muerte por su padre, quien la estrelló contra la pared por portarse mal.

Ese mes, el 15, aparecen tres menores de edad asesinados en un basurero de Minatitlán. Todos con el tiro de gracia. Dí­as después, en Zongolica, es asesinado Benito Aguas Tlaxcalteca, y su hijo de ocho años. El papá era subagente municipal.

2014

En julio, en Poza Rica, un sujeto golpeó hasta la muerte a una menor de tres años, mientras su madre trabajaba, también la ultrajó. Está detenido.

Dí­as después, igual en julio, aparece la fosa de El Diamante, en Tres Valles, como 35 ví­ctimas, en donde aparecieron dos menores de edad.

A principios de setiembre, la menor de 5 años Karime Cruz Reyes, y su tí­a, aparecen en una fosa clandestina dentro de una casa en Coatzacoalcos; es uno de los peores dramas para esa ciudad. Hay un detenido que alega haber sido torturado para confesar.

En noviembre de 2014, encontrado con la garganta cortada, Alejandro Tolentino Arias, en un canal de Aguas negras en la colonia Carmen Romano, de Las Choapas. Dí­as después, en Nanchital, encuentran el cadáver, semicalcinado, de Gloria Vianey Sangiago Ventura, de 16 años. Estaba embarazada. Los padres sospechan del novio, quien ha gozado de impunidad.

2013

De 17 años, fue asesinado balazos Luis Alberto Sánchez Morales, en la colonia Las Tinas, de Jáltipan.

2012

En Mata Loma, Manlio Fabio Altamirano, es asesinada una familia completa, los dos abuelos, y cuatro nietos: Manuel Reyes Dí­az de 12, Aleyda Reyes Dí­az de 9, Esmeralda Reyes Dí­az de 3 años y una menor de 5 años.

2011

En septiembre, delincuentes dan muerte a 35 personas en Boca del Rí­o, y abandonan sus cuerpos frente a Plaza Américas, entre las ví­ctimas, tres menores de edad: Fernando Betancour Vásquez, de 14; Abbi Lizbeth Pouchulen Barrios, de 15; y Diana Teresa López Luna, de 16.

En octubre, en medio de una masacre a una familia de ocho integrantes, asesinan también a bebé de tres meses de nacido, presuntamente, una venganza de Los Zetas.

En diciembre, sicarios atacaron varios camiones de pasaje en la carretera Tantoyuca-Pánuco, un bebé de tres meses de nacido murió en los brazos de sus padres, también asesinados. En total, hubo 11 civiles asesinados y cinco sicarios abatidos por las fuerzas federales.