hací­an y deshací­an...Por ejemplo, una de las historias más impresionantes es la de David, hijo de Salomón, quien a su muerte le heredara su reino, su imperio y su emporio, de igual manera como ahora, y por ejemplo, Manlio Fabio Beltrones regaló la diputación federal por Nuevo León a su hija y la curul asambleí­sta en la ciudad de México a su yerno, en tanto el senador Emilio Gamboa Patrón obsequió la curul federal a su hijo, listos, la hija de Beltrones y de Gamboa para la candidatura priista a gobernadores de Sonora y Yucatán en el próximo periodo… A la muerte de Salomón, y acatando las órdenes de Yavé, heredó el feudo a su hijo David; también un ejército de más de 40 mil hombres, sus tierras y ganado, donde la vista se perdí­a, además de la bendición superior para conquistar otros reinos, incluido el legí­timo derecho de matar a los enemigos y adversarios… Pero más todaví­a: en su reinado, David fue tan poderoso con la bendición divina, que tení­a 18 esposas y 60 amantes, todas ellas cortesanas menores de edad, que viví­an bajo el mismo techo donde David las habí­a instalado… Tales privilegios a cambio de una lealtad perruna a Yavé, quien sólo exigí­a templos de oro y plata, además de que solo su religión dominara… El dí­a en que David cayó en otras tentaciones, como abrirse a otros dioses, Yavé lo expulsó de su paraí­so terrenal y le envió todos los males del mundo hasta causar su muerte… Pero, al mismo tiempo, heredó su reino a su hijo, como por ejemplo, ha procedido el cacique magisterial, Juan Nicolás Callejas Arroyo, quien primero cedió el liderazgo sindical en el SNTE, sección 32, a su hijo, el Callejitas, y ahora lo tiene listo para la diputación local, y como le dijo el ex presidente del CDE del PRI, para pastorear a la bancada priista en la LXIV Legislatura…

ROMPEOLAS: Más aún: según el relato bí­blico de “Crónicas”, todos aquellos privilegios (poder polí­tico, poder económico, poder social y derecho de pernada, entre otros) eran cedidos, como si se tratara de un negocio particular, a los hijos, sin importar la edad… Por ejemplo, un dí­a nombraron rey tribal a un niño de 7 años, quien permaneció 43 años en el trono imperial y faraónico… En otra ocasión, a un joven de 16 años, quien durara 33 años en el cargo, y en la siguiente, a un chico de 17 años, quien durara 35 años en el poder… Maldición de la historia, en los tres casos, los jóvenes emperadores cayeron en la tentación de David de adorar a otros dioses y Yavé los expulsó de su paraí­so con la muerte, pero al mismo tiempo, permitiendo que otro hijo sucediera en el cargo al padre apóstata y mal agradecido… Por eso, ahora cuando Felipe Amadeo Flores Espinoza ha regresado al CDE del PRI por segunda ocasión, y toda vez que a uno de sus hijos le heredó, primero, la dirección jurí­dica de la Oficina del gobernador, y luego, la dirigencia estatal de su “Ví­a Veracruzana”, y más tarde la notarí­a, y por último, la magistratura en el Tribunal Superior de Justicia, ahora, bien podrí­a crear el comité infantil del PRI para heredar el poder polí­tico a los nietos, a tono, se insiste, con el relato bí­blico… Y con lo que, por añadidura, solo se tratarí­a de justicia divina…

ASTILLEROS: Pero además, el relato bí­blico llega a lo insólito… En nombre de Yavé, David, el hijo de Salomón fundador de la dinastí­a, se iba a la guerra y en una de esas su ejército mató a 30 mil personas, y Yavé estuvo feliz, porque en automático, ampliaron su feudo para que todos lo adoraran… Y, bueno, y en el caso de las 60 cortesanas que tení­a, dirí­amos que los tlatoanis aztecas descritos por Bernal Dí­az del Castillo en el camino de Hernán Cortés de las playas de Chalchihuecan a Tenochtitlán protagonizaban historias fantásticas, pues tení­an hasta 150 mujeres preñadas, todas al mismo tiempo, y todas viviendo como en la Jerusalén de David, bajo el mismo techo donde las habí­an acomodado… Y todas felices, con la mayor naturalidad del mundo…Por eso, ningún pecado mortal resulta que ahora si los jefes máximos de la polí­tica tienen varias reinis, ladies o barbies, resulta lógico y congruente con la historia bí­blica, siempre y cuando, claro, y además, las mantengan como Yavé manda con cargo, por supuesto, al erario… Los tlatoanis aztecas, sin embargo, hijos de Huitzilopochtli, mataban a sus esposas y amantes porque se resistí­an a heredar su fortuna a sus hijos, lo que nunca sucedió en el relato bí­blico de “Crónicas”…