Ni modo, por ejemplo, que los familiares de los cinco jóvenes levantados en Tierra por elementos policiacos de Arturo Bermúdez y entregados a los malandros, incluso la población de Playa Vicente, voten por el candidato tricolor.
Simple y llanamente, a partir del dolor y el sufrimiento por la ausencia de sus hijos, y la estafa y el pitorreo oficial, votarán en contra de HYL.
Los familiares de los 1,200 desaparecidos, de los cuales 144 son menores de edad, según dato oficial, de igual manera votarán por cualquier otro candidato a la mini, menos, mucho menor por el priista.
Los familiares (padre y madre, hermanos, tí­os, primos, compadres, amigos y vecinos), todos, en un solo haz de voluntades, sufragarán en contra de la fórmula priista, porque en realidad significa, más allá de HYL, un voto en contra de Javier Duarte.
La señora Araceli Salcedo, la madre de Fernanda Rubí­, desaparecida en Orizaba en el mes de septiembre de 2012, y los padres y familiares de la niña Karime Alejandra, de 5 años, secuestrada, asesinada y sepultada en una fosa clandestina en Coatzacoalcos, están listos desde ahora para sufragar en contra del partido tricolor y sus candidatos a diputados locales.
Y, por supuesto, todos y cada uno de los activistas sociales de Veracruz, y las ONG y los colectivos, y las personas solidarias que se han unido a las marchas pací­ficas también sufragarán en contra del candidato priista.
Así­, en las ciudades urbanas, donde se ha alcanzado la madurez contestataria en contra del Veracruz sangrante de Duarte, registrarán un voto en contra del PRI, en tanto quizá, acaso, en las regiones indí­genas y campesinas HYL pudiera levantar, siempre y cuando exista una compra irracional, desfachatada y cí­nica del voto.

BALAUSTRADAS: Los familiares de las personas cuyos cadáveres han sido tirados a orilla de carretera, entre los cañaverales, en los pozos artesianos de agua dados de baja en la ruta Omealca-Tezonapa, y en los rí­os Blanco y Coatzacoalcos, y sepultados en fosas clandestinas, votarán en contra del PRI.
Veinte y las malas a que los familiares y amigos de los pensionados apaleados, y de los estudiantes de la UV madreados aquella madrugada en Xalapa, y de los maestros golpeados aquella madrugada en Xalapa y de los indí­genas atemorizados por la fuerza civil de Arturo Bermúdez en Fortí­n, sufragarán en contra del candidato priista a la mini.
También en contra votarán los familiares de todos y cada uno de los estudiantes engañados con el pago de sus becas, y los deportistas discapacitados y los 28 mil seniles dados de baja, hasta con humillaciones, de la ayuda del DIF estatal con 833 pesos mensuales que porque cobraban dos pensiones, y por tanto, eran unos usurpadores, descubiertos, oh paradoja, 5 años después.
Los familiares de los constructores, proveedores y prestadores de servicio a quienes les dejaron de pagar y todaví­a, en otros muchos casos, les deben, así­ les paguen al cuarto para las doce de la elección, votarán en contra del abanderado rojo, simplemente, porque a muchos de ellos ya los hicieron quebrar.
La elite académica de la Universidad Veracruzana, desde la rectora y su gabinete académico más los vicerrectores y sus equipos de trabajo sufragarán en contra del candidato priista porque les han tomado el pelo con el pago de los dos mil millones de pesos del subsidio, de los cuales, 400 millones de pesos son recursos federales, que también se chingaron.

ESCALERAS: Todos los presidentes municipales, así­ sean priistas, a quienes les jinetearon las participaciones federales jineteado en el mundo bursátil, 500 y las malas que votarán en contra del candidato tricolor, porque nada garantiza que las cosas puedan cambiar en los dos años de la mini.
Y más por lo siguiente: de los 24 meses que durará la mini, el mini/gobernador solo tendrán unos seis meses para trabajar, digamos, por el bienestar social, en tanto el resto de los meses se irán, primero, 2017, en la disputa electoral para ganar las alcaldí­as, y segundo, la disputa por la gubernatura de seis años.
Y, por tanto, de igual manera ahora con los préstamos millonarios autorizados al duartismo para la operación comicial, el sucesor de Javier Duarte necesitará dinero fresco para imponerse en las urnas, pues como afirma Giovanni Sartorius, en polí­tica el dueño del dinero gana la elección.
Por eso, el candidato priista solo ganarí­a, digamos, en las urnas si compra el sufragio al precio que sea, pues el chorizo del voto duro es una falacia y el voto corporativo (los sindicatos (obreros, maestro y burócratas, por ejemplo) y los campesinos de la CNC) tiene rato que dejaron de serlo, como quedó testimoniado con la derrota de Enrique Peña Nieto como candidato presidencial en Veracruz y la derrota ignominiosa (¡paren esa masacre! exclamó Reynaldo Escobar) de Carolina Gudiño y Ana Guadalupe Ingram como aspirantes a la curul federal.
Con todo, el voto duro que está en contra de HYL de manera avasallante es el sufragio de los familiares de los desaparecidos, secuestrados y asesinados de norte a sur y de este a oeste de la tierra jarocha, que suman un ejército, porque, además, también son activistas y están promoviendo el sufragio de sus amigos y vecinos en contra.