negocio, como por ejemplo, bastarí­a recordar que en la tierra jarocha existen 242 universidades privadas, todas, ofreciendo las carreras tradicionales que solo han servido para crear una incalculable fábrica de desempleados.
Pero más aún, cuando todos los dí­as en una parte de la prensa escrita publican boletines alardeando del éxito profesional de la UPAV, que ha llenado de licenciados, maestrí­as y doctorados el mercado local, la mayorí­a bajo sospecha en calidad.
Y más cuando en la mayorí­a de los casos, las universidades privadas han dejado de llamar estudiantes a los alumnos y ahora la orden, incluso a los maestros, es mirarlos como un simple cliente. “Son clientes” les han dicho los directores.
Tantito peor si se considera que en nombre del Tratado de Libre Comercio y hasta del Pacto México, los dueños de las escuelas particulares exigen a los profesores una carta renuncia donde juren y perjuren, incluso ante Jesús de Nazareth, que por ninguna razón interpondrán una denuncia laboral en la Junta de Conciliación y Arbitraje, en caso de un despido.
Y, bueno, si algún maestro se resiste, entonces, ni modo, “con la mano en la cintura” les dicen que la puerta es demasiada ancha para retirarse en automático, reviviendo así­ la peor calaña de las haciendas porfiristas.
Incluso, y desde hace tiempo han llegado a un trato inhumano, sórdido, voraz y cruel, pues el pago a los profesores es por hora impartida, pagada con una miseria.
Además, nunca les pagan las vacaciones, y todaví­a, de ñapa, han adoptado el sistema educativo, igual que la Universidad Veracruzana, por ejemplo, donde el estudiante califica al profesor.
Y si los alumnos lo reprueban, así­ sea el mejor profesor, entonces, la escuela privada les da las gracias y adiós, incluso, sin indemnización.
Los mercaderes de la educación en Veracruz floreciendo, con la tolerancia de la SEP, la SEV y la UNAM, en tierra fértil.
Un gran pendiente que nunca han visto en la secretarí­a de Educación, a cargo ahora de la tercera titular, Xóchitl Adela Osorio, cuyo único resultado en la dependencia ha sido defender al gran diseñador de la última moda de tangas, Vicente Bení­tez, también conocido como “El hombre de las maletas voladoras”, Oficial Mayor de la SEV.

BALAUSTRADAS: El penúltimo macanazo a los profesores en las universidades privadas de Veracruz es el siguiente:
Les acaban de notificar que a partir de la fecha serán certificados por un programita de la FIMPES (Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior) que consiste en que solo impartirán las materias de acuerdo con su riguroso perfil profesional.
Por ejemplo, si son abogados, materias relacionadas con su área de especialidad, papelitos académicos de por medio.
Si son ingenieros, de igual manera, y doctores, también, y comunicadores, tal cual.
Incluso, la digamos rigurosidad académica llega a lo siguiente:
Si un licenciado en Comunicación imparte la materia de Redacción, su tí­tulo profesional habrá de ser licenciado en Redacción, pues de lo contrario, será despedido en automático así­ tenga todos los años de antigí¼edad en la materia.
Es más, así­ está sucediendo en las últimas semanas en varias universidades privadas.
-Oiga, dijo un maestro despedido que impartí­a la materia de Periodismo, pero su tí­tulo decí­a licenciado en Comunicación, tengo 20 años impartiendo la clase.
-Pues sí­, pero el FIMPES dice que usted ha de ser licenciado en Periodismo y lo sentimos.
Y el profe terminó en la calle.
Entre los miles de académicos que hoy en dí­a imparten clases en los colegios particulares hay angustia, temor y desesperación, porque pronto engrosarán las filas del subempleo y el desempleo.
Nadie dudarí­a que al ratito el FIMPES también aterrice en la UV, y ni el FESAPAUV tendrá la fuerza suficiente para evitar la cuchilla.

ESCALERAS: Otro madrazo educativo en puerta es la reducción de los semestres de clases a cuatrimestres.
Es decir, menos semanas, dí­as y horas de clase en el salón, además que desde ahora, el profe se ha convertido en un simple facilitador dejando al educando que solo se avenga de información y conocimiento que el maestro lo va llevando según reza la petulancia pedagógica.
Tal cual, y si el estudiante egresa con grandes deficiencias de la primaria, la secundaria y el bachillerato, peor de la educación superior, restando dos semestres de clases.
Y lo peor: con tres cuatrimestres al año, los mercaderes cobrarán inscripciones y mensualidades como si ordeñaran una vaca suiza que suele producir leche tres veces al dí­a.
Vamos de mal en peor con un Aurelio Nuño camina el paí­s cacareando una revolución educativa bajo sospecha, llena de ocurrencias (más poder a los directores de escuelas, por ejemplo), y con un insólito despliegue mediático, solo para figurar como posible precandidato presidencial.
Y es que resulta insólito, inverosí­mil, el auge de las universidades privadas en Veracruz (242 en total) con RVOE que la Secretarí­a de Educación (una hija del cacique Juan Nicolás Callejas Arroyo) entrega a los mercaderes como si fueran volantes.
Con más de 25 mil rechazados en la UV por insuficiencia presupuestal (SEFIPLAN le sigue debiendo más de 2 mil millones de pesos), la educación privada se ha vuelto un negocio redondo.
Sus dueños, en el paraí­so terrenal, lucrando, sin control alguno, pues cada quien impone sus reglas y también sus inscripciones y colegiaturas.