•Robo de combustibles, causa de ejecuciones en lí­mites de Veracruz y Oaxaca
•Lí­deres de cámara empresariales temen opinar

Córdoba.-El año que culmina es calificado como el año de la masacre en la zona centro del estado, ya que como en ningún otro se alcanzó una cifra de más de 100 homicidios, que laceraron a distintos sectores de la sociedad, a decenas de familias. En algunos casos, las autoridades justificaron las muertes de las ví­ctimas, porque se evidenció la participación de del crimen organizado, pero más de una familia clamó por el hijo, el hermano o el padre, cuyas muertes hasta a la fecha siguen en el anonimato.

Los municipios de la zona centro, fueron azotados por la ola de violencia que hasta la fecha se ha mantenido imparable. El fenómeno, atribuido en su mayorí­a a grupos criminales, se acentuó en los últimos meses los municipios de Tezonapa, Córdoba, Orizaba y Huatusco, donde las autoridades iniciaron decenas de expedientes, y los grupos policiacos quedaron rebasados por la delincuencia.

En la región, muchas corporaciones municipales que se resistieron a la llegada del Mando Único, como los municipios como Cuitláhuac y Orizaba, a pesar de ser lugares que han sido sometidos por la delincuencia.

Encuestas realizadas con ciudadanos, señalan que tienen poca confianza en las autoridades y en los cuerpos de seguridad, porque casi nunca detienen a los responsables de los crí­menes, que se dan a plena luz del dí­a.

De acuerdo con organizaciones civiles al menos 1 de cada 10 ciudadanos tiene un familiar, un amigo o un conocido que ha sido alcanzado por la delincuencia que este año se agudizó en la región, donde, en algunos casos, hasta dos ejecuciones al dí­a se registraron.

Muchas ví­ctimas, aparecieron con mensajes en cartulinas; otras, sólo maniatadas, y con el sello del crimen organizado: el tiro de gracia. Y a lo largo del rí­o Blanco, aparecieron unos 15 cadáveres, que semana con semana fueron hallados flotando, principalmente en la zona de Cuichapa, Omealca y Cuitláhuac.

Todos esos hechos de violencia provocaron cambios en la vida de decenas de familias, quienes tuvieron que emigrar a otros lugares, para huir de las zonas de terror.

Los grupos empresariales, con sus dirigentes locales, se mantienen al margen de los hechos, por temor a las represalias.
Sólo la iglesia ha realizado llamados a las autoridades para que atiendan las demandas de seguridad y justicia social que reclaman los grupos afectados. En voz del obispo de la Diócesis de Córdoba, Eduardo Patiño Leal, pide a los delincuentes cambiar de actitud y dejar de delinquir.

EN CUITLíHUAC, LA VíSPERA DE LA NAVIDAD ASESINARON A VENTURA TREJO PRADO; SU HIJA ESTí DESAPARECIDA

La tarde del dí­a 24 de diciembre, en el centro de Cuitláhuac fue asesinado Ventura Trejo Prado, de 68 años, frente a su pareja, una joven de 14 años, con quien procreó un hijo. Ella resultó lesionada de un balazo en una mano, mientras su madre, una ex regidora de Cuitláhuac, recibió tres impactos en el cuerpo, y por fortuna ya se encuentra fuera de peligro.

Aun cuando los medios de comunicación locales consignaron que se trató de un agricultor, la ví­ctima era identificada como presunto lí­der de una banda de robatráilres, asentada en la zona desde hace varios años, grupo antagónico de la banda de “Los Cuajú”.

El dí­a del homicidio, Ventura Trejo se encontraba tomando cervezas en un bar ubicado junto al libramiento de Cuitláhuac, junto con su guardaespaldas que siempre lo acompañaba, cual perro fiel a su amo.

Ahí­ estaba cuando llegaron a traerlo su pareja, una joven de 14 años, con la que tení­a un hijo, y la madre de la menor, una exregidora del Ayuntamiento de Cuitláhuac, quienes lo fueron a traer para que comieran en familia.

El hombre, a quien se le atribuí­an varios homicidios y quien -se dice- tuvo más de 20 mujeres, muchas de ellas por la fuerza, al viejo estilo del pistolero Toribio Gargallo Peralta, subió a su camioneta color azul y cruzó el libramiento, circuló unos 500 metros y cuando llegó a la entrada de su casa fue acribillado por desconocidos.

Cuentan habitantes de la zona, que en el velorio su guardaespaldas, que a todas horas lo cuidaba, se daba de azotones porque no pudo evitar la muerte de su jefe.

Horas después del crimen, una de sus hijas, muy conocida en la cabecera municipal, desapareció y hasta el momento nada se sabe de ella. Sus familiares, amigos y conocidos la buscan, le llaman por teléfono y tratan de contactarla por su Facebook; pero no responde.

EN LA REGIÓN DE ORIZABA, GRUPOS CRIMINALES ASEDIARON A LA POBLACIÓN


En la zona del Valle de Orizaba detonó este año la violencia generada por grupos criminales. En municipios como Maltrata, Acultzingo, Ciudad Mendoza, Nogales y Rí­o Blanco, fueron constantes los hallazgos de cuerpos sin vida, maniatados, torturados y con balazos en la cabeza.

Las ví­ctimas fueron hombres y mujeres, tanto jóvenes como adultos; inclusive miembros de corporaciones policiacas; la mayorí­a de los casos hasta hoy siguen sin ser esclarecidos. Otros asesinatos fueron producto del fuego cruzado entre bandas delictivas que propiciaron enfrentamientos.

En Nogales, por ejemplo, el pasado 4 de diciembre pasado, fue asesinado un hombre cuando manejaba una camioneta en la autopista México-Veracruz, en el tramo Orizaba””Ciudad Mendoza, donde se presume que otra persona resultó herida.
Aparentemente el hombre fue ví­ctima de un enfrentamiento armado entre grupos armados, el cual habrí­a iniciado en Rí­o Blanco, y se extendió hasta la autopista, a la altura de la congregación Balastrera, donde el sujeto quedó abatido en el interior del vehí­culo.

Tras la movilización de corporaciones policiacas, cerraron la circulación con dirección a Córdoba, mientras elementos de la Policí­a del Estado, así­ como efectivos de la Secretaria de Marina-Armada de México, patrullaron la zona sin detener a los responsables. Los hechos ocurrieron en la autopista, a la altura del Puente de las Sillas, donde una camioneta Nissan Frontier, roja, con placas de circulación WX-74809, terminó estrellada contra la barra metálica de la carretera.

Elementos de la Policí­a Federal, División Caminos, se trasladaron hasta el kilómetro 249 donde hallaron la camioneta con el hombre muerto, de aproximadamente 30 años, el cual vestí­a camisa blanca, chaleco negro y pantalón de mezclilla negro, la puerta del lado del conductor presentaba ocho impactos de bala.

Ese mismo dí­a, en Peñuela, municipio de Amatlán, fue ejecutado a balazos el exdelegado en Paso del Macho y excomandante de la Policí­a Bancaria, Joel Garcí­a Rodrí­guez, a manos de sujetos que lo sorprendieron en un corralón de tráileres de su propiedad, sobre la carretera federal Córdoba-Veracruz, a la altura de Rancho Trejo. Meses antes, el 23 de abril, tras un juicio del Tribunal Agrario, en un operativo de Seguridad Pública del Estado, fue desalojado un terreno de 2 hectáreas, propiedad del hoy finado, donde habí­a negocios como restaurantes y talacheras. Se cree que la ejecución del exmando policial esté relacionada con ese asunto.

Otro de los hechos sangrientos, ocurrido en la llamada Tierra de Nadie, Omealca, fue el 14 de diciembre, cuando padre e hijos, familiares del extinto pistolero Toribio Gargallo Peralta, (a) "El Toro", fueron ejecutados por un comando armado que los sacó de su vivienda, en el ejido San Pablo Ojo de Agua. Luego, los cuerpos de las tres personas fueron encontrados entre cañaverales ubicados en el camino que comunica de la comunidad Cruz Tetela a Ojo de Agua.

Las ví­ctimas fueron los hermanos Valentí­n y Ezequiel Trujillo González de 27 y 33 años, respectivamente, y su padre José Luis Trujillo Peralta, de 49 años, todos con domicilio en la localidad de Ojo de Agua, quienes eran sobrinos y hermano, respectivamente, del extinto pistolero Toribio Gargallo Peralta, (a) "El Toro", asesinado el mes de octubre del año 1991.

LOS CRíMENES QUE AZOTARON A CÓRDOBA, LA TIERRA DEL GÓBER

Tan sólo en el municipio de Córdoba, el año 2015 marcó la vida de unas 40 familias, cuyos hijos, hermanos o padres fueron ejecutados a sangre frí­a. En algunos casos, las autoridades justificaron que las ví­ctimas estaban relacionadas con el crimen organizado, pero en otras, según los deudos, no habí­a motivos para que sus seres queridos fueran asesinados.

Hubo atentados en distintas colonias, talleres, negocios, autolavados, restaurantes, los mercados “La Garza” y “Revolución”, en bares y hasta en las cercaní­as de la Fiscalí­a y el Palacio Municipal.

Una de todas esas ejecuciones fue en el mes de septiembre, en la colonia Los Filtros, de Córdoba, donde fue asesinado el panadero Gustavo González Pedraza, de 25 años, vecino de la colonia El Manantial. Tras su muerte, se dijo que contaba con antecedentes penales por delitos contra la salud, que habí­a sido detenido el 16 de enero del año pasado, al ser sorprendido vendiendo mariguana y cocaí­na en la avenida 9, entre las calles 7 y 9, junto al parque "Francisco I. Madero".

Sin embargo, un hecho que estremeció a la sociedad cordobesa fue el doble crimen ocurrido la noche del sábado 15 del mismo mes, en la avenida 14 y calle 23, en un negocio de videojuegos, frente a la plaza de la "Solidaridad", donde fueron asesinados el profesor de educación fí­sica, Farid Domingo Libonatti Trejo, y Ví­ctor Javier Pérez Luna, de 25 y 35 años.

Las ví­ctimas se encontraban jugando Xbox cuando fueron sorprendidas por un sujeto que vestí­a ropas oscuras y llevaba una gorra, el cual sacó una pistola y los acribilló. Ví­ctor quiso esconderse entre los juegos, pero fue ultimado. Farid intentó correr; pero fue alcanzado por los balazos y cayó muerto en la banqueta.

La Policí­a estatal llegó al lugar tras los primeros reportes de los vecinos al servicio de emergencia 066; pero nada pudieron hacer para detener al responsable.

Por esos dí­as se llevó a cabo la culminación del congreso por la "Semana de la Juventud 2015", en el que miles de jóvenes marcharon por la paz en las principales calles de la ciudad.

Con bandas y coros musicales, así­ como personajes alusivos al Papa Francisco, a San Juan Pablo II y a la madre Teresa de Calcuta, los jóvenes, procedentes de los 22 municipios que integran la Diócesis de Córdoba, pidieron tranquilidad para las familias. Bendecidos por el obispo Eduardo Porfirio Patiño Leal, los jóvenes cerraron la "Semana de la Juventud 2015". Pero además, la ola de violencia que afectó a la ciudad, también fue el motivo por el que cientos de comerciantes del mercado "Revolución" salieron en procesión por las calles, rogando a Dios por el fin de la maldad.

Hombres, mujeres, jóvenes y niños caminaron unas 20 cuadras para llegar a la parroquia de San José, con la "Virgen de Los Lagos", y luego, en la misa pidieron la paz para el mercado, donde este año y el anterior se registraron cuando menos tres homicidios.

LA ZONA DE TEZONAPA SE PUSO “CALIENTE”

En los últimos meses, la región de Tezonapa, limí­trofe con el estado de Oaxaca, resurgió como una de las zonas más violentas. Un hombre maniatado y lanzado a un pozo, dos dirigentes cafetaleros ejecutados, dos o tres parroquianos abatidos a tiros en pleno centro de la cabecera municipal, fueron por lo general los hechos que marcaron este año.

El 6 de septiembre, una ví­ctima fue encontrada con visibles huellas de tortura y múltiples orificios en el cráneo, presuntamente a causa de disparos, en el fondo de un pozo, en una parcela de la congregación Paraí­so La Reforma. El cadáver permanecí­a en la parcela propiedad de Claudia Montero Gómez, y se estima que llevaba alrededor de 5 dí­as en el interior del pozo.

En este mismo municipio, el 23 de julio, fue ultimado un empleado del Ayuntamiento y dirigente del Comité Regional del Café, José Enrique Hernández Garcí­a; mientras que la semana pasada también fue asesinado José Inés Caballero, de 65 años, otro lí­der del mismo sector, en la localidad de Paraí­so-La Reforma.

La tierra gobernada por la prií­sta Adanery Medina vuelve así­ a resurgir como zona del terror, donde por décadas imperaron bandas criminales que mantení­an asolada a la región.

"TAPAN EL SOL CON UN DEDO"

El 29 de septiembre, arribaron al hotel Villa Florida, en Córdoba, el gobernador del estado y el Fiscal General, Luis íngel Bravo Contreras, para anunciar en rueda de prensa la detención de al menos ocho integrantes de una banda delictiva dedicada al secuestro, los cuales fueron relacionados con al menos 20 homicidios ocurridos en la zona Córdoba- Orizaba, y quienes hoy se encuentran presos en el penal de mediana seguridad de La Toma, a disposición del juez de control.

Sin embargo, 12 horas después, personas desconocidas colgaron mantas, donde acusaron a elementos de la Secretarí­a de Seguridad Pública de ser quienes vestidos de civil, en vehí­culos particulares y resguardados por la Fuerza Civil, cometieron levantones, desapariciones forzadas y ejecuciones.

También acusaron al gobernador, Javier Duarte, de ser lo peor que le pasó al pueblo veracruzano y señalaron que por ello le agradezca al secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, la derrota del PRI en las próximas elecciones.

Desde las cumbres de Acultzingo hasta el municipio de Cuitláhuac, sobre los puentes de la autopista, aparecieron las mantas, con mensajes, acreditados por ciudadanos veracruzanos.

Las mantas señalan a uniformados de la Fuerza Civil de "escoltar" a unidades particulares en donde supuestamente viajan los responsables de los levantones, secuestros y desapariciones ocurridas en la zona centro del estado.

También señalan al excoordinador de Transporte Público, ílvaro Gabino González, de ser enlace entre Bermúdez y la delincuencia, en la zona centro. Grupos de Seguridad Pública de Fortí­n se dieron a la tarea de retirar las mantas y las remitieron a la base de las corporaciones