Pues bien, bastó que el diputado federal, Miguel íngel Yunes Linares, anunciara que la ASF vendrí­a a Veracruz para rastrear pistas, ahora de 50 duartistas, para que Javier Duarte levantara la voz, le contestara y dijera que es falso.

Pero además, ordenó al presidente de la Comisión de Vigilancia del Congreso, diputado Francisco Garrido (exconvicto del penal de Topo Chico, Nuevo León, por fraude) revirar a Yunes Linares, exonerando a Adolfo Mota, Érick Lagos, Tarek Abdalá y Édgar Spinoso, de cualquier responsabilidad.

Y, por tanto, los declaró ángeles de la pureza, impolutos, libres de mancha, í­conos de la honestidad y la transparencia, í­ntegros a prueba de bomba.

Caray, con todo y que el cacique huasteco, contralor Rick Garcí­a Guzmán, haya inhabilitado diez años a Mauricio Audirac Murillo, para, digamos, lavar culpas de los otros duartistas bajo sospecha, nadie conoce el dictamen de la Auditorí­a Superior de la Federación.

Y, por tanto, todo está en veremos.

El Vecino Vigilante