Asesinadas dos mujeres más. Duartismo, indiferente
•En Las Choapas y puerto jarocho, ejecutada con alevosía, ventaja y premeditación
•Para resolver feminicidios en Veracruz, Congreso local pide cuatro plazas burocráticas más
•Del presidente misógino y aberrante del CDE del PRI al club de Tobi
Jueves 26 de noviembre. Puerto jarocho. Colonia Playa Linda, hacia el norte de la ciudad
Luis Velázquez
Un albañil, Saturnino García Valdivia, 24 años, asesina con el madrazo de un block en la cabeza a una mujer prestamista.
Nombre: Margarita Marín Ortiz. Edad: 60 años. Todo porque ella se resistió a pagar un trabajo de albañilería, construcción y remodelación de una habitación.
La mujer presentaba sangre en el rostro y en la cabeza. Quedó boca-arriba, tirada en el suelo.
Sábado 28 de noviembre. Las Choapas. Colonia Anáhuac
Lucía Alpuche García, de 29 años, caminaba con una amiga en la calle Revolución. A la altura de la escuela primaria Felipe íngeles dos tipos tripulando una camioneta se acercaron. Y le dispararon con alevosía, ventaja y premeditación. Ella era hija de la dueña de un bar. Luego, los homicidas huyeron.
Dos mujeres más ejecutadas en Veracruz. Mientras, la Alerta de Género sigue pendiente. Mejor dicho, el duartismo tiró la pelota a la secretaría de Gobernación, donde el titular, Miguel íngel Osorio Chong, anda más ocupado y preocupado con que su homólogo de Educación, Aurelio Nuño Mayer, aparece todos los días y hasta en los noticieros de la mañana, el mediodía y la noche en los medios.
Dice la directora del Centro de Estudios para la Igualdad de Género y los Derechos Humanos de la LXIII Legislatura, Martha Mendoza Parissi:
Se necesita más personal… para, digamos, abatir el feminicidio en la tierra jarocha. Mínimo, tres especialistas en género y derecho humanos y un analista para recabar datos. Cuatro plazas más, ahora que de cara al ejercicio fiscal 2016, el gobierno de Veracruz redujo hasta en 50 por ciento el presupuesto para las dependencias.
Dice, en cambio, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI:
“La violencia contra las mujeres es un patrón generalizado”.
Tan es así que de los años 2013 y 2014 han asesinado a siete mujeres… cada día.
¡Ah!, en contraparte, la Universidad Veracruzana publicó una investigación mediática asegurando que aquí, en la tierra originaria de Adolfo Ruiz Cortines quien otorgara el derecho de voto a la mujer, son asesinadas ocho mujeres… pero al mes.
Dice el Instituto de la Mujer en Chihuahua:
“Ser mujeres aún es peligroso en Ciudad Juárez”.
También, claro, en Veracruz. Pero, bueno…en Morelos, el Comité Contra el Feminicidio lo interpreta así:
El gobernador perredista, Graco Ramírez, “sin voluntad política ni social para proteger a las mujeres”.
Oh paradoja, los Colectivos de Mujeres de Veracruz dirán lo mismo.
Pero más aún: según el Instituto Veracruzano de las Mujeres, aquí cada mes desaparecen trece mujeres.
Según Estela Casados, presidenta de tal Consejo Consultivo, con todo y los mecanismos jurídicos alardeados por Javier Duarte, impera la impunidad.
Saldo, por ejemplo, del año 2015… que termina:
93 mujeres asesinadas. 156 desaparecidas (La Jornada, 25 de noviembre, 2015).
El Instituto de Investigaciones Histórico Sociales de la Universidad Veracruzana explora la contraparte: de todas las mujeres violentadas sólo el 15 por ciento denuncian los abusos y excesos y vejámenes ante la Agencia del Ministerio Público.
Es decir, de cada diez mujeres golpeadas una y medio interponen su querella ante la autoridad.
Por eso, entre otras cositas, el auge de la violencia doméstica si se considera que la mayor parte de las mujeres asesinadas en Veracruz son masacradas por sus parejas celosas, rencorosas y vengativas.
¡Ah!, pero según la diputada Octavia Ortega, presidenta de la mesa Directiva del Congreso local, también se debe a que la mujer es excluida de cargos ejecutivos en el frente laboral, social y político.
Sabrá, pues, la astróloga de los Llanos de Sotavento, pues el caso es que según algunas ONG los gobernadores “son impasibles ante la violencia misógina” (La Jornada México, 26 de noviembre, 2015).
Nada, no obstante, puede esperarse, como en el caso Veracruz, cuando el presidente del CDE del PRI, Alberto Silva Ramos, humilla a las mujeres priistas diciendo que si aspiran a un cargo de elección popular han de presentar “la prueba de embarazo”, y así manifiesta su identidad como elemento conspicuo del Club de Tobi que de 16 secretarios del gabinete solo dos son mujeres. Educación y Protección Civil.