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Reportajes
Viernes 27 noviembre, 2015

Amatlán, pueblo temeroso

Llevan nueve meses luchando pobladores por reubicación de recicladora de aceite
•Decenas de familias se quejan de mareos, náuseas y dolor de cabeza por emanaciones de quí­micos
•Directivos de la recicladora denuncian por la ví­a penal a dos mujeres del grupo inconforme, que ahora se sienten acosadas por las autoridades


Laura Rojas

Amatlán, Ver.- Desde inicios del presente año se instaló en la localidad de Paraje Nuevo, una planta recicladora de aceite automotriz, propiedad de la familia Mayo, de descendientes españoles, para procesar el producto y comercializarlo; sin embargo, pocos meses después empezaron los problemas, por las afectaciones a la salud de los vecinos, la contaminación del aire y de algunos cuerpos de agua, lo que llevó a los inconformes a presentar denuncias ambientales y penales contra la compañí­a.

En el mes de marzo, los pobladores se organizaron para bloquear las instalaciones, y solicitaron la intervención de las autoridades municipales, para solucionar el problema, pero tras realizar una mesa de diálogo, sólo se logró un convenio con los representantes de la empresa, donde entre otras medidas, se establecieron las siguientes: suspender el funcionamiento de la recicladora mientras se colocaban unos filtros industriales en las calderas, se construí­a una fosa para captar los escurrimientos que iban a dar a una zanja, a un arroyo y posteriormente al rí­o Atoyac, y se les daba atención a decenas de vecinos afectados por las emanaciones de los quí­micos, que se presume tienen alto contenido de solventes. Entre los afectados, se encontraban varias mujeres embarazadas.

La planta fue construida este año en la colonia Santa Cecilia, en unos terrenos donde habí­a fincas cafetaleras y árboles frutales y maderables, a orillas del camino que comunica de la localidad Paraje Nuevo al poblado Miguel Hidalgo o Santa Ana, en un área de aproximadamente una hectárea. Cerca, pasa el arroyo conocido como el Jabalí­, donde por décadas los pobladores acudí­an a nadar, a pescar y las mujeres a lavar la ropa, pues es un cuerpo de agua que desemboca cerca del nacimiento del rí­o Atoyac, en la localidad Atoyaquillo, municipio de Amatlán de los Reyes.

Sin embargo, aun cuando los vecinos del poblado emitieron la alerta de las afectaciones y pedí­an la reubicación de la factorí­a, una comisión de vecinos, personal del Ayuntamiento encabezado por el alcalde prií­sta Miguel íngel Castro Rosas y representantes de la empresa, buscaron una opción alterna y propusieron que la planta recicladora de aceite automotriz siguiera funcionando, con la promesa de corregir las irregularidades hasta entonces detectadas.

Sin embargo, a pesar de que por unos dí­as la problemática pareció haberse solucionado, al transcurso de los dí­as, semanas y meses, la situación persiste. Las quejas ahora son en el sentido de que la recicladora deja de operar de dí­a, para que todos estén a gusto en sus casas, realicen sus actividades y coman sin problemas, pero por la noche, cuando todos duermen, los trabajadores echan a andar las calderas y de nuevo el olor a aceite reciclado sale y se expande por todo el poblado, siendo percibido por quienes a esas horas regresan de su trabajo.

Paraje Nuevo es una localidad que cuenta con 4,465 habitantes, ubicada entre las localidades Peñuela y Potrero Viejo, del municipio de Amatlán de los Reyes; se localiza en el kilómetro 397 de la ruta ferroviaria Veracruz-México; también, Paraje Nuevo, se encuentra sobre la carretera estatal Córdoba-Paso del Macho-Veracruz y cuenta con el parque industrial Atoyaquillo, con fábricas de alimentos balanceados, café, galletas, pastas y arroz, así­ como bodegas para el almacenamiento de azúcar, representando la zona una importante oferta laboral para las poblaciones circunvecinas.

Aquí­, de dí­a se respira el aire de la zona montañosa, pero de noche prolifera el olor a solventes y quí­micos utilizados para el reciclaje del aceite automotriz, que según se sabe es comercializado al sector industrial, tanto para la elaboración de productos como jabones, así­ como para ser empleado como combustibles en calderas de fábricas, como los ingenios y en las fábricas de alimentos balanceados.

De acuerdo a la queja de los vecinos, lo más preocupante es que la contaminación que produce la planta recicladora afecte a los menores, pues tan sólo quienes han permanecido unas horas cerca del lugar, de inmediato empiezan a padecer molestias como ardor de ojos, oí­dos, garganta y el estómago; muchas familias, como los Ortiz, los Méndez, los Feliciano, los Páez y los Blanco, que habitan frente a la recicladora, e incluso a 2 metros del complejo, se quejan que en ocasiones no pueden ni comer por las emanaciones tóxicas.

Moisés González, ingeniero agrónomo de la Universidad Veracruzana, y también habitante del pueblo, comenta que “los vecinos ya estamos hartos de que la planta recicladora siga trabajando, ya en una ocasión fuimos con las autoridades municipales para que tomaran cartas en el asunto y no hicieron caso, aquí­ lo preocupante es que se trata de un problema que a la larga puede traer enfermedades como el cáncer, nosotros ya vamos de salida, pero que es lo que les espera a nuestros hijos”.

El temor crece entre los pobladores más aún, cuando señalan que, por ejemplo, en algunos envases de aceite automotriz, una de las recomendaciones es evitar el contacto prolongado con el aceite automotriz, ya que diversos estudios han demostrado que puede provocar algún tipo de cáncer.

En el grupo inconforme participan en su mayorí­a las amas de casa, pero también agricultores, campesinos, comerciantes, obreros y uno que otro profesionista, quienes tratan de aprovechar sus conocimientos y experiencia laboral para encauzar las demandas de la población.

OBLIGAN A RECICLADORA A COLOCAR FILTROS

El pasado 30 de marzo, la compañí­a Recicladora de Hidrocarburos, S.A. de C.V. (CRHISA) se comprometió a instalar filtros para reducir la emisión de contaminantes que afectan a los vecinos y les causan malestares; la planta quedó sin funcionar mientras se instalaban los dispositivos, y se les daba servicio médico a los afectados, aunado a una verificación mensual a las aguas de un arroyo, para evitar que el rí­o Atoyac se contaminara.

Dí­as antes, los pobladores de Paraje Nuevo se manifestaron afuera de la compañí­a recicladora, y solicitaron la presencia de los bomberos, personal de Protección Civil y la Policí­a Municipal, debido a que las emanaciones de los hidrocarburos que son tratados con otros quí­micos, les provocaron mareos, náuseas, sensación de vómito e irritación en la garganta.

Ese dí­a, los inconformes bloquearon la entrada de la compañí­a, donde personal de Protección Civil colocó una cinta preventiva para prohibir la entrada de personas y vehí­culos, y los trabajadores que en esos momentos laboraban fueron desalojados.

Los afectados dieron a conocer que durante el dí­a y la noche, persistí­an los olores de los hidrocarburos, derivados de petróleo, que afectaron por igual a niños, jóvenes y adultos, así­ como a varias mujeres embarazadas, según denunció la auxiliar de salud, Marcela Rivera, quien también mostró un canal de desagí¼e de la empresa, el cual alcanzó al arroyo “El Jabalí­”, así­ como al rí­o Atoyac.

Tras 2 dí­as de permanecer de guardia y resguardados bajo una carpa, los inconformes, ya representados por una comisión de vecinos en la que se incluyó al agente municipal Constantino Choperena, iniciaron el diálogo con las autoridades municipales, encabezadas por el presidente municipal, Miguel íngel Castro Rosas, así­ como con el representante de la empresa, Aurelio Mayo de Gasperí­n.

Las partes ingresaron a las instalaciones de la empresa para dialogar, llegando al acuerdo de que la compañí­a instalarí­a unos filtros industriales, para que las emisiones de las calderas fueran menores.

Fue así­ como los afectados cedieron y liberaron la entrada de la planta recicladora, pero advirtieron que no permitirí­an que funcionara, hasta que los filtros fueran colocados.

Asimismo, acordaron que mensualmente se verificarí­a el agua del arroyo “El Jabalí­”, a fin de evitar que los residuos de los materiales lleguen a ese cuerpo de agua, que desemboca en el rí­o Atoyac.

Otro de los acuerdos al que llegó la comisión de vecinos con la autoridad municipal y el representante de la compañí­a, es que se harí­a una relación de las personas que hasta ahora han resultado afectadas en su salud por la emanación de los olores, para darles atención médica por parte de la compañí­a.

De todos los acuerdos, las partes se comprometieron a vigilar su correcto cumplimiento, y en caso de que la empresa incurriera en omisiones, se tomarí­an las medidas de apremio por parte de los inconformes.

PONEN DENUNCIA ANTE LA PGR

El 10 de noviembre, los vecinos afectados interpusieron una denuncia ante la Procuradurí­a General de la República (PGR) en Córdoba y la Procuradurí­a Federal de Protección al Ambiente, en Xalapa, en contra de la empresa Recicladora de Hidrocarburos, S.A. de C.V., que de un año a la fecha ha provocado contaminación del agua, el suelo y la atmósfera.

Carlos David Vázquez, representante legal de los afectados, dijo que “ya se rompió el diálogo con la empresa y autoridades de Amatlán, quienes han hecho caso omiso a la situación y ahora ya la recicladora hasta interpuso una denuncia contra quien resulte responsable, tras la manifestación que realizaron una semana antes”.

Con pancartas y lonas, los habitantes arribaron a las instalaciones de la PGR ubicadas en la colonia Los Maestros, para realizar el trámite y presentar el escrito de denuncia ante el Ministerio Público Federal, y posteriormente los inconformes se trasladaron a la ciudad de Xalapa.

SE MANIFIESTAN EN PALACIO MUNICIPAL PARA EXIGIR CIERRE DEFINITIVO DE LA COMPAÑíA

Este lunes 23 de noviembre, pobladores de la localidad Paraje Nuevo llegaron hasta el Palacio Municipal de Amatlán de los Reyes, para manifestarse una vez más ante las autoridades encabezadas por Miguel íngel Castro Rosas, donde con gritos, lonas y pancartas demandaron que el alcalde haga algo, para solucionar ese problema.

Dentro del grupo inconforme iba incluso un abogado, vecino del poblado, encaró al presidente municipal, a quien exhortó a convocar a una sesión de Cabildo, para gestionar la revocación del permiso para el cambio de uso de suelo a la compañí­a.

“Sabemos que de acuerdo a la ley, usted puede convocar a una sesión de Cabildo, para que tomen el acuerdo de revocarle los permisos a la recicladora y llevársela a otro lado, fuera del poblado, porque así­ no es factible que siga funcionando”.
Otros, le reclamaron a Castro Rosas que “lo que queremos es que la empresa se vaya, porque nosotros llegamos primero a vivir a ese lugar, si nosotros fuéramos los que llegamos, entonces si no decimos nada, pero no fue así­”.

También se quejaron que “como hace 15 dí­as fuimos a poner una denuncia ante la PGR, porque la empresa denunció a dos de nuestras compañeras, porque argumentan que se metieron a las instalaciones a causar daños, y ahora ya las citaron a que declaren ante el Ministerio Público, con eso ellos rompieron toda posibilidad de diálogo, por lo que ya no estamos dispuestos tener ningún trato y lo que exigimos es que cierren la compañí­a o se la lleven a un lugar despoblado”.

José Enedino Rosas, integrante del Colectivo Verde, Naturaleza para Siempre, quien también participa en el movimiento, expresó que “según se sabe, la quema del aceite reciclado produce dioxinas, las cuales llegan a provocar cáncer”.

En respuesta, el presidente municipal, quien este año ha enfrentado a diversos grupos radicales que abanderan demandas sociales, les respondió que está dispuesto a colaborar con ellos para que la recicladora de aceite sea reubicada.

Por eso, les mostró documentos, uno de ellos del 10 de noviembre, donde consta que solicitó la intervención de la PROFEPA, para que intervenga en el caso, argumentando que el dí­a 6 de noviembre los inconformes habí­an vuelto a bloquear la entrada a la empresa, situación que de inmediato fue negada por los vecinos, quienes aseguraron que desde el mes de marzo no han vuelto a cerrar la entrada de las instalaciones.

El presidente municipal y su secretaria los exhortaron a evitar introducirse al terreno de la recicladora, y les asignaron un defensor para asistir a las dos mujeres que fueron denunciadas penalmente.

Los inconformes, quienes hicieron una cooperación para rentar un autobús y comprar pollos rostizados y agua de sabor, para el viaje, señalaron que no descansarán hasta que las autoridades obliguen a la empresa a reubicarse, pues la mayorí­a de habitantes que ya no soportan los problemas que genera la compañí­a.


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