Veracruz, lleno de discordia oficial
La vida pública es así:
Armando Adriano Fabre, director del IPE, Instituto de Pensiones, defiende a Javier Duarte en el caso de la UV. La UV, por ejemplo, reclama dos mil millones de pesos de pago pendiente. El IPE, en cambio, reclama a UV el pago de la cuota obreropatronal al IPE.
Javier Duarte tiene su candidato a gobernador (en realidad ha tenido varios, desde Salvador Manzur, el primero, hasta Adolfo Mota, el último), y los senadores Pepe y Héctor Yunes son candidatos de ellos mismos.
Un montón de proveedores y prestadores de servicios se la han pasado reclamando el pago pendiente, incluso, desde el fidelato (cuando Javier Duarte era subsecretario y secretario de Finanzas y Planeación) y la SEFIPLAN les echa el rollizo, con tomaduras de pelo, incluso, caso UV.
El grito callejero reclama justicia en el caso de los secuestrados, desaparecidos, asesinados y sepultados en fosas clandestinas, mientras el secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez, ni los ve ni los oye ni les hace caso.
Las mujeres, organizadas en ONG, claman la Alerta de Género por tantos feminicidios y el duartimo tira la papa caliente a la Secretaría de Gobernación.
El Fiscal vive obsesionado con desaforar presidentes municipales y los que lleva, Medellín y Coatepec, se le han fugado que porque hubo acuerdos de por medio, uno de ellos, caso Medellín, con el CDE del PAN de José de Jesús Mancha.
El fin de semana, sábado, secuestraron a dos escoltas del gobernador y el secretario de Seguridad Pública, y aparecieron muertos, tirados en la vía pública en carretera a Manlio Fabio Altamirano. Así, el duartismo demoró horas para reaccionar para rechazar que fueran escoltas del Jefe Máximo.
Total, que de cara al V informe del gobernador, el duartismo va por un lado, los ciudadanos por otro y los actores sociales por otro más.
Es el Veracruz de la discordia, la cizaña, el menosprecio y el desprecio, la apatía, el valemadrismo, el todo se les resbala.