La caí­da de un helicóptero y el carreterazo en La Tinaja de una camioneta del gobierno de Veracruz expresan el mal fario, la mala vibra, que está llegando al llamado sexenio próspero.

Las malas entrañas con los demonios sueltos están operando desde el más allá, según la bolita de cristal de la astróloga de los Llanos de Sotavento, a quien todo mundo conoce como doña Elpidia.

Por eso, el mal fario sólo puede alcanzar un cortocircuito con la tí­a Justa, la señora que abastece de cortesanas a los polí­ticos, pues ella tiene de su lado a los brujos de Los Tuxtlas y a los santeros cubanos, que fueron los preferidos de Fidel Herrera durante seis años.

Tal cual se cumple la versión popular de que “Dios castiga sin palo y sin cuarta”, pues, además, hubo ví­ctimas, entre ellas, el chofer de confianza del gobernador de toda la vida desde el fidelato a la fecha.

Y es que los funcionarios duartistas son muy dados a creer en las malas vibras, el mal fario, el karma, que la vida suele establecer como castigo divino.