Desde que se dio a conocer la propuesta, empresarios veracruzanos salieron a declarar cuán inconforme estaban por la medida, como no les hicieron caso este jueves hicieron una serie de declaraciones al respecto, como tampoco los escucharon, algunos se manifestaron en el Congreso durante la sesión.

Los diputados de oposición pelearon, criticaron, se opusieron rotundamente. Y aunque llegaron a contar con dos aves que se salieron del guacal por más intereses propios que representatividad social; David Velasco Chedraui y Ricardo Ahued Bardahuil, que votó en contra de la propuesta, ni así­ lograron lo inevitable: aprobado el uno por ciento de incremento del impuesto a la nómina.

30 votos a favor, de esos que siguieron la lí­nea que desde el inicio del periodo legislativo ha predominado: obedecer cabalmente y a ojos cerrados el mandato del gobernador Javier Duarte de Ochoa.

14 votos en contra, de los de oposición y dos priista: Ricardo Ahued, Domingo Bahena Corbalá, Ana Marí­a Condado Escamilla, Hugo Fernández Bernal, Gabriel Fuentes Urrutia, Joaquí­n Guzmán Avilés, Cuauhtémoc Pola, Jesús Alberto Velásquez, Fidel Robles Guadarrama, Julen Rementerí­a del Puerto, Mónica Robles, Renato Tronco, David Velasco Chedraui y Alejandro Zairick.

No hubo abstenciones porque de todos modos ya todo estaba dicho desde que la discusión comenzó.

De nada sirvieron los argumentos lanzados por los diputados opositores ni el enojo que casi le derrama la bilis al priista Adolfo Ramí­rez cuando un empresario lo abucheo por su posición a favor de la medida.

Tampoco sirvió el mitote que se armó cuando Cuauhtémoc Pola llamó “criado” a su hermano gemelo Tonatiuh, pidiendo que le regalaran escoba y trapeador y que llevaran a los legisladores priistas al médico, por eso de su sordera.

De cualquier modo, a pesar de las horas de alegato, la mayorí­a priista siguió de largo hasta que la modificación quedó aprobada, dejando hasta atrás a un grupo de lí­deres empresariales que, sin voz ni voto, tendrán que acatar otra de las imposiciones del señor gobernador.

INCREMENTO SÓLO GENERARí COMERCIO INFORMAL Y DESEMPLEO

El investigador y economista de la Universidad Veracruzana, Hilario Barcelata, criticó que la medida de incrementar el impuesto a la nómina de 2 al 3 por ciento sea una medida para cuadrar cuentas y encontrar un fondo que permita pagar los adeudos de gobierno del estado.

Recordó que durante los cinco años de gobierno que lleva Javier Duarte de Ochoa se ha contabilizado un í­ndice de evasión fiscal de hasta 33 por ciento, eso sumado a la falta de liquidez para que el gobierno salga de deudas, fueron los motivantes que llevaron al gobernador, que se dice economista, a tomar una medida tan drástica como absurda.

“Requiere más recursos el gobierno del estado, entonces con el incremento del 50 por ciento de la tasa, se estarí­an recaudando más o menos 800 millones de pesos más al año. Sin embargo hay que observar la deficiencia que hay en la recaudación”.

De manera detallada, Hilario Barcelata explica que durante el año 2011 se dejaron de recaudar 504 millones de pesos, en el 2012 fueron 589 MDP, en el 2013 fueron 647 MDP. Para el 2014 se hablaron de 653 MDP que no se recaudaron y se prevé que para este 2015 no se recauden 672 MDP.

En total se habla de un faltante por evasión fiscal de 3 mil 66 millones de pesos, por lo que al gobierno del estado se le hizo fácil cubrir ese faltante con un repentino y abrupto incremento en el impuesto a la nómina.

La situación, indica el economista, se vuelve complicada porque aunque la tasa de cobro incremente, si el gobierno no realiza medidas adecuadas de cobro y deja a un lado la corrupción (que permite la evasión de impuestos), el dinero seguirá sin alcanzar.

“Es más, corremos el riesgo de que con una tasa más alta se recaude menos porque con eso se va a disentir el sector empresarial, y se puede tomar la decisión de irse a la economí­a informal, eso puede generarse de manera inmediata”.

Lo peor, es que la nueva imposición permitirá recuperar en poco tiempo lo perdido, y pagar (si no se hace mal uso del recurso) parte de la deuda del estado, pero acosta de mayor desempleo y menor desarrollo en obra pública.

“Hay que recordar que la iniciativa incluye la modificación al código financiero en lo que respecta al destino del impuesto, de manera que lo recaudado se va a utilizar a pagar la deuda: pero ya no va a servir para obra pública como en un principio estaba destinado”.

De cualquier forma, considera el investigador, el recurso no se veí­a reflejado en el crecimiento de la obra pública, especialmente porque desde la llegada de Duarte al gobierno, no se ha transparentado el destino de ese dinero, que se calcula son alrededor de 8 mil millones de pesos.

“No se ve la obra, y si fuera eso, la industria de la construcción no estarí­a en crisis. De acuerdo a datos del INEGI vemos que la industria de la construcción tiene dos años en crisis, no hay obra pública”.

TRANSPARENCIA PARA EL NUEVO IMPUESTO

El presidente de la Cámara Nacional de la Industria y la Transformación (CANACINTRA) Xalapa, Antonio Pino Aguilar, pidió (antes incluso de que fuera aprobado) que el recurso del impuesto a la nómina se vuelva totalmente transparente.

Pidió que el recurso no se bursatilice, que el fideicomiso no desaparezca y que se dé a los empresarios y a la sociedad en general, cuentas claras sobre el uso y destino de cada centavo que se aporte.

Y es que recordó, la economí­a de los veracruzanos está atravesando momentos crí­ticos y el incremento al impuesto sólo perjudicará al sector empresarial y a los mismos trabajadores, por lo que al menos se espera ver que la deuda pública para lo que será ocupado el dinero de la recaudación fiscal, logre disminuir.

“La situación económica es difí­cil y traemos el golpeteo económico de todo el año, pero esperemos salir bien y pagar los aguinaldos que ya estamos a la vuelta y necesitamos tener por lo menos un colchoncito y solventar todo esto”.