Zona Centro.- Diversos conflictos sociales que se tejen en municipios de la zona centro de la entidad colocan en crisis a los gobiernos municipales priistas de Yanga, Atoyac y Amatlán de los Reyes, donde sectores de la población se rebelaron y mantienen sus movilizaciones para obligar a las autoridades a tomar cartas en el asunto. En medio de los movimientos, los reproches contra los gobernantes, las crí­ticas contra los alcaldes y de paso contra el gobernador, que no hace nada por defender a su gente.

Las protestas son por el proyecto de la central hidroeléctrica “El Naranjal”, con agua contaminada del Rí­o Blanco, que afectará a localidades de Amatlán; la proliferación de un basurero en Potrero Nuevo, Atoyac, que desde hace varios meses se comprometió a retirar el Ayuntamiento y no lo ha hecho, y el movimiento que desde hace 15 dí­as iniciaron vecinos de localidades de Yanga, ante los engaños de las autoridades municipales, que se comprometieron a suspender la introducción de un gaseoducto y tampoco han cumplido.

Los proyectos que a la vista de las autoridades municipales son sinónimo de desarrollo para sus localidades, y donde según las crí­ticas posiblemente algunos funcionarios y representantes de sectores se vieron beneficiados con apoyos económicos, a cambio de otorgar permisos para su ejecución, también atentan contra la tranquilidad de los ciudadanos, quienes defienden sus espacios, al amparo de sus derechos humanos y pensando en el futuro de sus hijos.

Aunque algunos grupos de inconformes, han sido atendidos, por ejemplo en Amatlán, los gobernados por el ex alumno del Instituto Tecnológico de Orizaba (ITO), Gerson Morales Villanos, no ha entendido razones, y es la fecha en la que siguen los plantones y manifestaciones, sin que ni siquiera los mediadores del gobierno estatal hayan logrado atender la problemática.

VARIAS DÉCADAS CON BASURERO A CIELO ABIERTO EN ATOYAC

En el municipio de Atoyac, el alcalde Agustí­n Mollinedo Hernández, desde hace tres meses se comprometió a retirar el basurero municipal, a cielo abierto, que se ubica en la localidad Mata Larga, en el camino El Polvorón, que comunica de Potrero Nuevo a Cuitláhuac, donde cientos de toneladas de desechos invaden y contaminan la carretera, con olores fétidos y proliferación de aves de rapiña.

Todo eso ha provocado malestar de los automovilistas, entre ellos comerciantes, agricultores, empleados, amas de casa y estudiantes que a diario pasan por el lugar para ir a la Universidad Tecnológica del Centro de Veracruz (UTCV).

También hace tres meses, el alcalde metió maquinaria para despejar el camino y prohibió que civiles llegaran a tirar más basura, e incluso dio órdenes para multar y detener a los “cabrones” que desobedecieran la orden.

La basura serí­a llevada ahora a otros terrenos, de particulares, e incluso uno de ellos de un familiar suyo, de lo cual el muní­cipe no ha establecido oficialmente.

Y es que meses antes ese basurero fue clausurado por la Procuradurí­a Federal de Protección al Medio Ambiente (PROFEPA), quien le aplicó una multa al Ayuntamiento.

Gutyco, como se le conoce al alcalde, mantiene en pie un proyecto de una compañí­a extranjera, que le ofreció instalar en el municipio una recicladora de basura, con el sistema de biodigestores, para generar energí­a a partir del tratamiento de la basura.

MANTIENEN MOVIMIENTO HABITANTES DE YANGA CONTRA GASEODUCTO

Desde hace quince dí­as, pobladores de varias localidades y la cabecera municipal de Yanga iniciaron movilizaciones y bloqueos carreteros en demanda de la cancelación de la obra de introducción del gaseoducto que alimentará a la alcoholera de Atoyac, debido a los riesgos que representará para la población.

La primera vez que los inconformes llegaron al Palacio Municipal fue el 21 de septiembre, cuando enardecidos y gritando consignas contra el alcalde, lo criticaron por estar apadrinado por el gobernador Javier Duarte, a quien también echaron en cara que no defiende a su gente, al exponerla a los peligros del gaseoducto.

Ese dí­a, el muní­cipe se comprometió a intervenir y sumarse a la demanda ciudadana de no permitir la instalación del gaseoducto, aun cuando se excusó ante los inconformes, diciendo que él no habí­a dado el permiso.

Pero como dí­as después los vecinos notaron que la maquinaria de la empresa encargada de la obra del gaseoducto, estaba trabajando en las noches, para evitar la reacción de la población, entonces el lunes 28 de septiembre, se volvieron a reunir y bloquearon la carretera Omealca-Tezonapa, donde permanecieron desde las 7 de la mañana hasta las 2 de la tarde, y tras no llegar a un acuerdo en Palacio, bloquearon la carretera federal Córdoba-Veracruz, afectando a miles de automovilistas.

Con pancartas de rechazo al ducto, lanzaron consignas contra el Ayuntamiento y del comisariado ejidal de San José del Corral por autorizar el paso de la obra cerca del poblado.

Incluso, algunos vecinos dieron a conocer que tuvieron que ir a sacar de su casa al agente municipal, Cosme Montero, ya que en un principio no querí­a manifestarse, al estar de acuerdo con las autoridades municipales. “Dicen que les dieron 50 mil pesos para que no dijeran nada; pero el pueblo se opone a la instalación del gaseoducto” acusaron afectados en el lugar.

Honorio Delfino Trujillo Castillo, vecino del lugar, dio a conocer que la inconformidad de los pobladores es porque se va a instalar un ducto de gas para la gasera de Atoyac, el cual pasará por la congregación.

Indicó que “a los pobladores nunca se les tomó en cuenta, para ver si estaban de acuerdo, sino que sólo hicieron una reunión con los ejidatarios y no es posible que por culpa del comisariado ejidal y sus subalternos, que recibieron dinero para permitir el paso del gaseoducto, ahora los habitantes estén en riesgo”.

Mencionó que unas 200 personas de varias localidades como San José del Corral, Loma de Guadalupe, La Palma, San Miguel y La Concha, son los que se unieron en contra del proyecto, pero también pidió a otros lugares, de los municipios de Omealca y Cuitláhuac, sumarse a la protesta, ya que “cuando explotaron los ductos de PEMEX en Xúchiles, Omealca, aquí­ le dimos refugio a mucha gente de esa zona, pero si nos ponen aquí­ el ducto, ¿para dónde vamos a correr?”.

A nombre de los afectados, el declarante aprovecho para decir que otro de los problemas que también enfrentan es la instalación de una fábrica de alimentos, cercana a la desviación de Omealca, ya que se teme que pueda emitir altos niveles de contaminación, para el ambiente y un arroyo que cruza por atrás del poblado.

SE MANIFIESTAN CONTRA HIDROELÉCTRICA EN AMATLíN

En Amatlán, vecinos de localidades como Cacahuatal, decidieron protestar contra el inicio de las obras del proyecto de la hidroeléctrica “El Naranjal”, que desde hace más de 5 años, han querido aterrizar grupos interesados en la explotación del rí­o Blanco, para generar energí­a eléctrica.

Al transcurso de los años, el movimiento ha conllevado a otros hechos, como el involucramiento del sacerdote Julián Verónica, quien se dice fue amenazado y mandado a golpear, por intervenir en defensa de los pobladores, y el asesinato del activista Noé Vázquez Ortiz.

Noé Vázquez Ortiz, miembro del grupo ambientalista de Amatlán Colectivo Defensa Verde “Naturaleza para Siempre”, fue asesinado la mañana del 2 de agosto del año 2013, cuando acudió al cerro de La Cruz, o también llamado “Pozo del Petrolero”, ubicado a 2 kilómetros de la cabecera municipal, para cortar follaje para la celebración del X aniversario de ambientalistas de todo el paí­s. El joven fue degollado por 3 sujetos, hoy presos en el penal de La Toma.

A pesar de eso, los habitantes de varios poblados, de municipios como Naranjal y Amatlán, se han opuesto al proyecto de la hidroeléctrica, argumentando que con el paso del tiempo les traerá problemas de salud, por el manejo de aguas contaminadas.

Por eso, el mismo 28 de septiembre, pobladores del ejido Cacahuatal se manifestaron ante el Palacio Municipal, para exigirle al alcalde Miguel íngel Castro Rosas, la cancelación del proyecto con argumentos de que con el paso del ducto de aguas contaminadas del rí­o Blanco, se verán afectados los pozos de agua que actualmente utilizan unos 2,800 pobladores para subsistir.

En respuesta, el presidente municipal firmó un convenio donde se comprometió a apoyarlos para que el ducto no pase por ese lugar, pero además informó que el Ayuntamiento no ha dado permisos de uso de suelo, ni de tala de árboles, postura recibida con beneplácito por los manifestantes, quienes además aclararon que el movimiento no es polí­tico y aprovecharon para gritarle al regidor Margarito Vázquez Romero, de extracción panista, y encargado del área de salud, que sólo llegó una vez a encabezar la jornada de descacharrización, dejando todas las llantas amontonadas en las calles.

Cerca de 200 pobladores llegaron a manifestarse en la explanada del Palacio Municipal, llevando pancartas de rechazo al proyecto de la hidroeléctrica, y con un altavoz pidieron ser escuchados.

Al respecto, el agente municipal de Cacahuatal, Felipe Betanzos Vázquez, dio a conocer que la postura del pueblo es que “nos organizamos para impedir los trabajos de la hidroeléctrica en el ejido, porque ya están trabajando; hablan de llevar un ducto de 19 pulgadas de diámetro, por toda la orilla del cerro”.

Aseguró que tras consultar con los vecinos e indagar, “nos dicen que presentarí­a grietas, con cierto grado de contaminación, que no es nada peligroso, entonces nosotros vemos venir una contingencia de salud tremenda, porque el rí­o Blanco es el número uno más contaminado a nivel nacional, y entonces se nos juntarí­an las aguas negras con nuestro cerro”.

Agregó que “al haber grietas en el ducto, tendrí­amos contaminación y problemas de salud, porque todos nosotros tenemos agua de pozo, y entonces imagí­nense el peligro que se ve venir el dí­a de mañana, vamos a estar como en Tierra Blanca, enferma media población y la empresa no nos garantiza la salud, cuando pedimos hablar con la compañí­a, solo llegó una comisión de la empresa pero nunca nos dieron solución, jamás nos informaron de los trabajos y ahora los trabajos ya están, pero nosotros nos oponemos rotundamente a que la hidroeléctrica pase por el ejido Cacahuatal”.

Son, dijo, 22 kilómetros de ductos, que va a pasar por varios municipios, dicen que es la mejor tecnologí­a, que nos van a apoyar en educación, en salud, pero de qué nos sirve que nos pongan un buen hospital, si la gente no se va a poder curar, nosotros nos hemos organizado porque no vemos ningún beneficio.

Ahorita, añadió, “están haciendo excavaciones, están haciendo estudios de uso de suelo, están derrumbando árboles, alunas personas han hecho contratos, pero nosotros pensamos que ya hicieron alguna compra”.

Explicó que son más de 200 personas quienes realizaron una asamblea y determinaron dialogar con el alcalde; aunque existe hostigamiento por parte de la empresa hacia los dueños de las parcelas, porque los obligan a vender sus tierras, la gente no tiene miedo y está dispuesta a defender sus parcelas.

Tras dos horas de manifestación, el presidente municipal bajó para anunciar al grupo que hasta el momento, el Ayuntamiento no ha expedido permisos para el cambio de uso de suelo en esa zona, ni para el derribo de árboles, y además se sumó a la demanda de los pobladores, para enviar un escrito a la empresa constructora, a fin de que no afecten las parcelas de Cacahuatal. Además, los inconformes, solicitaron que el mismo acuerdo, se les haga llegar a los miembros del cabildo, para su aprobación.

Cabe mencionar que hasta la fecha, los proyectos del gaseoducto y la hidroeléctrica, se mantienen en pie, a pesar de las inconformidades ciudadanas, que parecen no ceder terreno en la batalla, aunado a que los funcionarios de la Coordinación de Polí­tica Regional del Gobierno del Estado, no han podido convencer a los afectados para que desistan de sus movimientos.