Lo peor: en vez de despertar la curiosidad, el respeto y la admiración de la población electoral, el contribuyente, el ciudadano libre, se exhibe con una minorí­a de edad polí­tica… Al momento publicó su foto al lado de Joaquí­n “El bronco” Rodrí­guez, elegido gobernador de Nuevo León como candidato independiente… Ahora, ha publicado con foto y noticia pagada en la portada mediática su foto al lado de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, el priista que renunciara al partido tricolor luego de varios cargos públicos federales y la gubernatura de Michoacán, y gracias a Miguel de la Madrid volviera un opositor… Así­ como va, al ratito Buganza sorprenderá a los ciudadanos de Veracruz con una foto al lado de Donald Trump, el norteamericano más amado de los migrantes hispanos… Nada fácil serí­a que en el inter, también se tomara y publicara la foto con el ex panista y mudado en perredista, háganos favor, Julio Saldaña Morán, y de paso, con Gonzalo Guí­zar Valladares, famoso en Coatzacoalcos como un mercenario de la polí­tica, ambos transfigurados gracias a la palabra convincente de Fidel Herrera Beltrán, para quien, igual que Carlos Hank González, todo lo que en polí­tica se compra con billete sale barato… De aquí­ hacia fin de año, Buganza ha de tener una lista de fotografí­as pendientes, entre ellos, digamos, con Manuel Clouthier junior, el único diputado federal que llegó al Buganza está viviendo el peor capí­tulo de su vida, como es traicionarse a sí­ mismo, sirviendo a un proyecto polí­tico que en ningún momento es el suyo Congreso de la Unión por la ví­a independiente y que anda de medio en medio publicitándose como tal para que el mundillo polí­tico lo conozca…

BALAUSTRADAS: Si en términos de comunicación polí­tica, efecto psicológico, lavada de imagen, Buganza creerá que publicando tales fotos al lado del reducido núcleo de disidentes famosos se amacizará en el ánimo electoral está equivocado… Y más, si se considera que su embrollo número uno está en convencer a la población electoral de que en verdad es candidato independiente… Y tal cual está en esperanto… Buganza fue parido por Javier Duarte y bautizado por el arzobispo de Xalapa, el priista de todos los tiempos, Hipólito Reyes Larios… Y si de aquí­ pa”™lante, nunca, jamás, el arzobispo se quitará el fierro duartista en su frente, mejor dicho, la mancha de Érick Lagos en su vida, desde que fuera como su acarreado al Congreso local para aplaudir a rabiar en su comparecencia como secretario de Gobierno y en donde, además, lo destapó como “un buen diputado federal”… Es más, el politólogo Carlos Ronzón Verónica, siente, está seguro que a Buganza ya se le pasó su tiempo como aspirante a gobernador… Y ahora vive horas extras pero como un cartucho quemado… Y más, cuando él mismo se promueve como un candidato independiente, de lo que tan lejos está… Por ningún concepto puede serlo quien, por ejemplo, durante cuatro años convalidó el estilo duartista de ejercer el poder y gobernar con los asesinatos de trabajadores de la información, activistas sociales, abogados y migrantes… Pero más aún, con los crí­menes de la población en general, además de secuestrados y desaparecidos, como el caso, por ejemplo, de la niña de 5 años, Karime Alejandra, de Coatzacoalcos, a la que plagiaran y asesinaran y sepultaran en una fosa clandestina, con la peor saña del mundo…

ESCALERAS: Podrá Buganza tomarse la foto y publicarla, digamos, con el sacerdote José Alejandro Solalinde Guerra, fray Tomás y el activista Rubén Figueroa… Podrá en un milagro piratear una foto a Andrés Manuel López Obrador… Quizá también con Gabino Cué Monteagudo, el gobernador de Oaxaca que llegara al poder ví­a una coalición de partidos opositores al tricolor… Podrá irse a Michoacán para tomarse la foto con los guardias comunitarios… Viajar al Distrito Federal para la foto con el poeta Javier Sicilia y doña Rosario Ibarra de Piedra… Pero con todo en el imaginario colectivo nadie le quitará la imagen de que es candidato independiente del señor Duarte, quien de acuerdo con las versiones le está financiando, con cargo al erario, su precampaña electoral de cara a la campaña formal el año entrante… Albert Camus, Premio Nobel de Literatura, decí­a que hacia el final de la vida el hombre trata de recuperar un poco de la dignidad perdida en el camino y para tal vive… Pero en el caso de Buganza, Camus se equivocó al cien por ciento… Si alguna vez Buga fue digno habrá sido en su adolescencia cuando soñaba con ser cura, porque ahora en la sexta década aplica lo peor en la vida de un ser humano, que es traicionarse a sí­ mismo… Y más, porque está sirviendo a un proyecto polí­tico que en ningún momento es el suyo…