Todos contra Solalinde
En el fidelato, el góber fogoso y gozoso lanzó a un trío de diputadas priistas en contra del sacerdote José Alejandro Solalinde Guerra, director fundador del albergue de migrantes “Hermanos en el camino”, tiempo aquel cuando aseguraba que Veracruz “es el cementerio de migrantes más largo y extenso del país”.
Luis Velázquez
Pero, además, al día siguiente el fogoso ordenó satanizar una vez más a Solalinde en la prensa escrita, hablada y digital que lo incendiaron en la hoguera pública, casi casi como parte de una conjura política en su contra.
Entonces, como tampoco ahora en el duartismo, la grey eclesiástica del arzobispo y los obispos se abstuvo de extender la mano amiga al sacerdote en su paso por Veracruz encabezando marchas de los familiares de los migrantes denunciando su desaparición.
Incluso, uno que otro medio publicó la reseña de la caminata del padre porque tal cual fue ordenado tanto por Fidel Herrera como Javier Duarte, imponiendo así la ley del silencio mediático, y lo que Alex Grijelmo llama “La información del silencio”.
En los primeros meses del duartismo, Solalinde fue recibido en palacio y aun cuando en la mesa plantaron acuerdos, nunca, jamás, se cumplieron.
Semanas después el padre declaró que sólo había sido una audiencia para tomarse la foto, de igual forma como meses después el góber se tomó la foto con “Las Patronas” de Amatlán de los Reyes, a quienes ofreció hacha, calabaza y miel, y nunca, jamás, cumplió; no obstante que como sus avales llegara con Gerardo Buganza Salmerón y Érick Lagos, el par de operadores más cercanos que ha tenido.
También está el caso de la diputada federal de Juan Nicolás Callejas Arroyo, la maestra de kínder, Patricia Peña Recio, quien satanizó a los migrantes de Solalinde en su paso por Veracruz, porque en el caso de las mujeres indocumentadas son prostitutas y en el caso de los hombres asaltantes y ladrones.
Ahora, el duartismo al desnudo ante Solalinde ha quedado manifiesto cuando el jueves 27 de agosto Solalinde estuvo en el puerto jarocho, dictó una conferencia en una iglesia y tomó café en La Parroquia, que resulta inevitable en la visita a la ciudad.
Y ahí, cuando los reporteros de la fuente de La Parroquia lo entrevistaban, un grupo de evangélicos, pertenecientes a la misma cofradía que rezaron por Duarte en la Sala de Banderas del palacio de gobierno, encararon a Solalinde y se le fueron a la yugular social y política.
Uno. De hecho y derecho lo señalaron como parte de la conspiración internacional en contra de Duarte de la que habló en Córdoba la Barbie Corintia Cruz Oregón, secretaria General del CDE del PRI, asegurando que el padre calumniaba a Veracruz porque, oh paradoja, aquí somos un estado tranquilo gracias a las policías de Arturo Bermúdez, titular de la SSP, y gracias a los marinos y soldados.
Dos. Los evangélicos, que ahora también parece actuar como porros políticos, le reprocharon a Solalinde que “en Oaxaca las cosas están peores”, como si el sacerdote fuera, digamos, el gobernador.
Tres. Alardearon de que aquí, en Veracruz, hay libre tránsito, cuando, oh paradoja, se trata de una garantía constitucional.
Y cuatro. También se ufanaron que en el territorio jarocho se respeta la libertad de expresión, cuando de igual manera significa una garantía constitucional que el gobernante en turno está obligado a respetar.
En fin, los evangélicos se le fueron encima al En el gobierno de Veracruz olvidan que los políticos han de ser fríos y cautos, tolerantes y prudentes. Y si alguna duda existiera ahí está el rafagueo en contra de Solalinde sacerdote de la Teología de la Liberación, y aun cuando todo quedó en un juego verbal, lo peor hubiera sido una agresión física en su contra.
Hubo, por lo pronto, fuego verbal, agresión verbal, rafagueo verbal como si así lo desacreditaran.
“Los felicito porque su héroe es Javier Duarte” les dijo Solalinde.
Al día siguiente, el señor Duarte arremetió contra Solalinde, de quien dijo: “Habla mal de la sociedad” y “saca provecho político” del dolor ajeno.
JESÚS DE NAZARETH, CONTENTO CON DUARTE
He ahí, pues, la respuesta del duartismo a los disidentes y críticos de la realidad social, económica, de seguridad, educativa y de salud que se padece.
En el fondo se trata de la misma política de terror y horror, represiva, intimidatoria y acosadora que ha caracterizado al sexenio que corre y cuyo objetivo es el descrédito a los otros, como si así la realidad cruda pudiera ocultarse.
Pero más aún, el acoso de los evangélicos a Solalinde manifiesta la política migratoria del gobierno de Veracruz, a quien nunca, jamás, han interesado los ilegales, no obstante que la economía familiar en el territorio jarocho depende de las remesas enviadas por los paisanos en Estados Unidos, por encima de la caña de azúcar, el café y la citricultura, que han significado el sostén tradicional.
Algún beneficio económico han de recibir los evangélicos para agredir a Solalinde pues, en todo caso, su trabajo en la vida gira alrededor de las cosas de la religión, sin entrometerse, digamos, en cuestiones políticas, y menos en una política ligada a la guerra sucia en contra de quienes piensan diferente.
Así, mientras la ciencia política habla de que los hombres del poder han de ser cautos y prudentes, tolerantes y plurales, los evangélicos se prestaron al juego sucio.
Jesús de Nazareth ha de estar muy contento…
ENTÉRESE RíPIDO
Jorge Carvallo, vicecoordinador de todos los diputados priistas en Congreso federal.
“Nunca quedé a deber en Veracruz”: Miguel Alemán. ¿Y el crédito de $3,500 millones?
Paran labores burócratas de Salud Veracruz. Salarios atrasados. ¡El colmo!
Arremete Javier Duarte contra Solalinde. Habla mal de la sociedad, dice.
Solalinde, dice Javier Duarte, “saca provecho político del dolor”. Ajá.
Amarrado Juan Carlos Molina Palacios como líder de Liga de Comunidades Agrarias.
Encapuchados en Emiliano Zapata. Madrean a vecinos.
Reporteras de Xalapa ya tienen guardería infantil.
Mario Tejeda se reposiciona como posible candidato a diputado local por Boca del Río.
Marlon Ramírez, de vacaciones, para lanzarse por curul local.
José Antonio Meade, condiscípulo de Pepe Yunes, en la carrera presidencial.
Pepe Yunes tiene dos amigos en la carrera presidencial. Luis Videgaray y José Antonio Meade.