con los niveles más altos de opacidad sobre el manejo del dinero destinado anualmente para comprar espacios publicitarios y promoción del gobierno de Javier Duarte de Ochoa.

En el estudio "Libertad de Expresión en Venta 2015" ambos organismos indican que la Coordinación de Comunicación Social está totalmente cerrada a informar sobre los mecanismos financieros que utiliza para posicionar la imagen de Javier Duarte de Ochoa, así­ como el nombre de los medios de comunicación a los que se compran esos espacios.

Menos, mucho menos, resalta el documento, se informa los nombres de los proveedores, es decir, razón social de cada uno de los medios informativos en los que se insertan los boletines y gacetillas sobre las obras y acciones del duartismo.

Al igual que Guerrero, Tamaulipas y Quintana Roo, Veracruz encabeza las entidades más opacas sobre este gasto, plantea el estudio, que fue elaborado mediante peticiones de información por las leyes estatales de Transparencia y Acceso a la Información.

"Bajo el rubro de publicidad oficial, representantes polí­ticos nos cuentan su historia: una historia cuidada, construida a base de datos y mensajes en donde lo decisivo es la imagen proyectada y el culto a la personalidad, no la utilidad pública de esta información", dice el documento.

Algo de lo más destacado en el documento, es que los encargados de Comunicación social no tienen medios ni indicadores para medir el impacto o resultados de sus inversiones publicitadas, y por ello darí­a lo mismo regalar el dinero o no gastarlo.

"La mayorí­a de estos gastos no obedecen a una planeación, ni cuentan con mecanismos de control adecuados ya que los sobreejercicios son una constante: más de la mitad de las entidades del paí­s gastan hasta siete veces más de lo presupuestado sin que haya posibilidad de corrección y sin que se brinden explicaciones de ello a la ciudadaní­a", cita el documento.

Uno de los aspectos de la publicidad oficial, es que sirva para promover las acciones gubernamentales y sea útil a los gobernados para la toma de decisiones en su vida cotidiana. A largo plazo, este tipo de informaciones -explican- ayudan a construir una democracia.

En entidades como Veracruz, el recurso oficial está siendo empleado para para "premiar o castigar la fidelidad de columnistas y medios de comunicación afines al régimen atenta directamente contra la libertad de expresión y por ende, contra la esencia misma de la democracia".

CASTIGAR Y PREMIAR

Es en este contexto en donde inscriben, por ejemplo, las estrategias de control de daños lanzadas desde Comunicación Social para mitigar los impactos negativos en la imagen de Javier Duarte de Ochoa cuando se mete en lí­os, tal como pasó con el multihomicidio de la colonia Narvarte, en el que perdieran la vida Rubén Espinosa y Nadia Vera.

A nivel nacional y en el estado, sólo unos cuantos fueron los columnistas que abogaron por Duarte de Ochoa durante los peores 11 dí­as de su vida como gobernador.

En sus textos, esos columnistas lo describí­an como una persona de altos valores morales, dada a los excesos, sí­, pero finalmente, un polí­tico y ser humano a quien no se debí­a atacar ni acribillar como lo estaban haciendo.

Otros más atrevidos llegaron a escribir que creí­an ciegamente en el gobernador y su palabra, pues lo consideraban amigo.

Con todo y el discurso de sacudir el árbol y las manzanas podrida, sumada la lista de reporteros asesinados en Veracruz y los desaparecidos, los columnistas de casa enfilaron las baterí­as contra quienes exponí­an con hechos las sospechas sobre el cordobés.

En contraste, desde el arribo de Javier Duarte al poder, han cerrado más de 10 diarios en Veracruz, estaciones de radio y hasta cadenas de televisión han tenido que bajar la cortina en algunas corresponsalí­as por la crisis financiera.

La mayorí­a medios cuyos directivos no se alinearon a la compra de la lí­nea editorial o que no quisieron hacer "alianzas editoriales". O bien, se hicieron alianzas y al final no hubo pago alguno, pues las facturas no son saldadas.

Y encima, la ex vocera Gina Domí­nguez dejó el cargo y a los pocos meses apareció como jefa máxima de una cadena mediática para apostar todo al internet, sumado eso a sus otros negocios no relacionados al medio. Y eso sin rendir cuentas al pueblo veracruzano.

El otro ex vocero, Alberto Silva, tiró el encargo apenas consiguió su candidatura a diputado Federal por Tuxpan. También se fue sin rendir cuentas.

COMUNICACIÓN SOCIAL DE VERACRUZ, EN LA OPACIDAD

Son unos 346 millones de pesos los que ha ejercido, en los últimos cinco años, la Coordinación de Comunicación social del gobierno de Veracruz. Un presupuesto que ha ido incrementando notoriamente.

Un presupuesto que ha ido a la alza, en 2011, recibieron 55 millones 500 mil pesos; en 2012, 55 millones 700 mil pesos; en 2013, 75 millones 400 mil pesos; en 2014, 80 millones 500 mil; y en 2015, 79 millones 100.

Como se ve, el recurso en esa área ha ido incrementando, sin embargo, la imagen de Javier Duarte de Ochoa está mucho más deteriorara que cuando se dieron crisis de gobierno como las matanza de Zetas y jaliscos en el puerto de Veracruz y Boca del Rí­o, las balaceras constantes en las regiones turí­sticas y los escándalos por las deudas y los presuntos robos de elecciones.

Es decir, se destina más dinero a COSOCIALVER; pero la imagen del gobernador cada dí­a es más desaseada.

El documento de Fundar y Artí­culo, pues, plantea que ni un sólo peso de esas "carretonadas" de recursos que anualmente se inyectan a hablar bien del gobierno se sabe en qué se gastaron.

"A lo largo del 2013, la mayorí­a de las entidades de la República ”“a excepción de Guerrero, Querétaro, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz”“ reportaron gastos en publicidad oficial. El monto total fue de 5 mil 639 millones de pesos, gasto que si se compara con el último í­ndice, tendió a disminuir" dice.

Cuando se mide el acceso al gasto de publicidad oficial, Veracruz sale únicamente con una estrella, en lo relacionado al acceso al documento en donde se contiene la cifra total destinada al rubro, pero tiene cero, que es lo mismo a reprobar, en saber en qué se ejerció el presupuesto -toman de referencia el año 2013-; tampoco informa en qué tipo de medio de comunicación ni el nombre del medio, mucho menos el nombre de la campaña o concepto por la promoción.

En el estudio por año, al analizar las variaciones entre 2013 y 20'14, de plano, está marcado un retroceso, pues si en años anteriores, a partir del 2011, se habí­an hecho acciones para mejorar la transparencia, en los últimos años del duartismo, ha ido para atrás y con calificación de menos -1.

Producto de las peticiones elaboradas al gobierno de Veracruz, se desprende también que "en algunas entidades fue imposible conocer con precisión el presupuesto aprobado o ejercido en publicidad oficial debido a que, en lugar de enviar el presupuesto de comunicación social, la información entregada correspondí­a a la dependencia denominada Coordinación de Comunicación Social. Tal fue el caso de Chiapas, Chihuahua, Guanajuato, Hidalgo, Michoacán, Puebla, Querétaro, Tlaxcala y Veracruz".

Otra observación de las dos ONG indica que "varios estados responden a las solicitudes de información con ví­nculos de internet que no contienen la información solicitada, como los casos de Chihuahua, Nuevo León y Veracruz; o bien que no detallan cómo llegar a la información requerida, como el caso de Morelos, Nayarit, Oaxaca y Querétaro".

En el análisis sobre el gasto en publicidad oficial, al hablar del dinero, los organismos sólo pudieron acceder al gasto de 2012, superior a los 121 millones de pesos. Para los otros años no hay ningún dato pues el gobierno no los trasparentó.

En los cuestionamientos relacionados a las campañas oficiales, las respuestas tampoco llegaron, y acá se les puso "bajo reserva".