Ese dí­a, el Movimiento Magisterial Popular Veracruzano realizó una mega marcha hacia el Congreso del Estado en protesta por sus derechos laborales, atendió bien a la prensa, no hubo consignas de repudio. Todo marchaba bien, como una cobertura normal a excepción de que dos profesoras fueron atropelladas por un vehí­culo desconocido.

Pero después de las 2:00 de la tarde los profesores cambiaron su ánimo… y los comunicadores y reporteros, también. Con cámaras fotográficas y celulares los periodistas intentaban registrar el momento en que los profesores azotaron las rejas del congreso porque no los dejaron pasar a todos.

Entonces los maestros se molestaron, aventaron agua y jugo de limón con chile hacia un grupo de reporteras, arruinaron la vestimenta de una de ellas, el chile le salpicó en el ojo a un comunicador con años de trabajo en el periodismo y la polí­tica.

Esta vez fueron maestros reales, integrantes del MMPV y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), caras conocidas, y no infiltrados como en las primeras marchas del magisterio hace dos años.

El colmo fue cuando aventaron el celular de otra compañera, fue tan fuerte el golpe que el aparato se rompió. Eso y las agresiones que sufrieron todos los que permanecí­an ahí­ indignaron a todos los medios de comunicación.

Por sí­ fuera poco, el magisterio secuestro el recinto y no dejó salir a nadie, aunque les hubieran cubierto la marcha. "Tráiganme de comer" pedí­a una reportera atrapada por la furia magisterial.

De pronto, unos reporteros comenzaron con una propuesta acertada: "hay que ponerles la ley del hielo para que se les quite", "no hay que cubrir su conferencia de prensa" dijeron en un nuevo llamado del MMPV a la prensa.

"Que sepan que no nos pueden tratar así­". La solidaridad de los compañeros fue admirable, nunca antes vista, ni con los trece periodistas asesinados en la entidad, ni con los desaparecidos, ni con los exiliados, mucho menos con los golpeados y amenazados por servidores públicos y funcionarios. Fue una solidaridad inaudita.

La profesora Sandy Martí­nez, del MMPV, aseguró que las agresiones iniciaron por reporteros que cubren la fuente del Congreso del Estado y "algunos medios de comunicación del Congreso crearon conflicto que hizo que los compañeros respondieran ante ellos (...) sabemos que hubo una provocación y se pasaron a traer a una compañera que no tení­a nada que ver".

El dí­a de la conferencia de prensa casi nadie llegó. El comisionado de la CEAPP, Jorge Morales, fue el mensajero de los inconformes, anunció que la prensa no querí­a cubrir la nota porque estaba ofendida.

El MMPV comprendió la molestia. Sobre el celular descompuesto aseguran que se pusieron en contacto con la reportera afectada y que existe el compromiso de reponerlo.

"Los compañeros nos explicaron que a una profesora la jalonearon (los reporteros) y ahí­ empezó el conflicto. Ambas partes no respondieron correctamente y se sucitó un evento en que algunos medios de comunicación no tan objetivos, incrementaron el conflicto"

VERACRUZ, EN RIESGO DE VIVIR LA VIOLENCIA OAXAQUEÑA HACIA EL MAGISTERIO

Las agresiones que sufre el movimiento magisterial en el estado de Oaxaca podrí­an extenderse hacia el estado de Veracruz, aseguró la representante del MMPV. Pues la entidad tiene a uno de los movimientos más fuertes del paí­s.

Indicó que las agresiones del gobierno hacia el magisterio iniciaron en Oaxaca porque es el estado más consolidado en la lucha magisterial y son los que mayor fuerza han tenido al repudiar la reforma educativa y las evaluaciones.

"Sí­ hay riesgo de algo similar. Esta situación que se está empezando a dar en Oaxaca va. Air hacia el resto de los estados. Con el claro fin de desaparecer la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación".

La profesora advirtió que con las agresiones que sufrieron los profesores oaxaqueños, en muchos estados ha incrementado el malestar del magisterio, y Veracruz ya está planeando sus nuevas estrategias de lucha.

El pasado martes una comisión del MMPV acudió a la asamblea estatal de Oaxaca, donde se definieron estrategias para que la asamblea de Veracruz decida las próximas acciones de protesta.