Primero, porque cuando se lanzó como candidato independiente aseguró que continuarí­a en el cargo como secretario General de Gobierno.

Segundo, porque cuando lanzó su videodestape dijo que en sus horas libres como titular de la SEGOB (¡cómo si las tuviera un secretario de Gobierno!) levantarí­a las 180 mil firmas que necesita para registrarse.

Tercero, porque anunció que renunciaba para irse de candidato independiente aprovechó su cargo como tal y el palacio de gobierno y TV Más, el canal oficial que se puso a sus órdenes, tirándose al piso, pues en el Veracruz de hoy les vale respetar la forma y el fondo.

Y cuarto, porque durante los últimos cuatro años con seis, siete meses, ha trabajado en el gobierno del estado como titular de la SEGOB y la SIOP, beneficiándose con los privilegios del poder, pues, además, el ciudadano quisiera saber un solo nombre, uno solo, de un poblado que haya dignificado su calidad de vida gracias a Buganza.

Por eso mismo, su desmentido de que no es candidato independiente a gobernador de Javier Duarte es una vacilada, cuando el señor ha perdido la confianza ciudadana a partir de los hechos y circunstancias que lo condenan.

Por cierto, la misma actitud tuvo San Pedro: antes que el gallo cantara en tres ocasiones negó a Jesús ante el soldado romano que lo increpaba.

El Vecino Vigilante