Pero, además, el silencio aterrador del todaví­a director, José Aniceto Tello Allende, tan preocupado como está para que la brasileña Odebrecht y la española Aguas de Barcelona lo dejen un tiempecito más como funcionario.

Tampoco, claro, ni a los brasileños ni españoles que vienen llegando se han ocupado, ni les interesa, el secuestro de un apersona más en el Veracruz sórdido y revuelto del general Arturo Bermúdez.

El silencio de la dirigencia sindical también ominoso.

Les vale.

El Veracruz que vivimos.

El Vecino Viglante
Reportan corrupción y delincuencia organizada en CERESO de Veracruz/Proceso