MARCO ANTONIO DEL íNGEL ARROYO
DIPUTADO LOCAL

Ante tu bravata externada a los medios de comunicación, en el aspecto de que los integrantes de los 400 pueblos seguirán encuerándose, y que no respetarán tus huestes ninguna normatividad vigente en la entidad veracruzana, se te recuerda, que los residentes de la capital veracruzana, manifiestan su total desacuerdo contra estas faltas administrativas de desnudarse en la ví­a pública.

Como co-dirigente del movimiento de los cuatrocientos pueblos, y sobre todo como diputado integrante del Congreso Local, debes tener en cuenta que protestaste cumplir la Constitución General de la República, la particular del estado y las leyes que de ellas emanen, en consecuencia, tienes la obligación de respetar las leyes locales, en cualesquiera de sus ámbitos, quieras o no, y como legislador debes ser uno de los primeros en acatarlas.

Y el alma colectiva de veracruz te advierte, solo eso, que la Ley Orgánica del Poder Legislativo del estado de Veracruz-Llave, en el capí­tulo III , relativo al estatuto de los diputados, ordena, manda, decreta, conmina, exige, en artí­culo 17, que ustedes son responsables de lo que señale la Constitución Polí­tica del estado, y las leyes aplicables POR LOS ACTOS U OMISIONES QUE CONFORME A LA LEY AFECTEN A LOS INTERESES PÚBLICOS FUNDAMENTALES.

Lo anterior, derivado de la fracción X, inciso B, artí­culo 17 de la mencionada Ley Orgánica, por lo que se te invita no a declinar tu liderazgo, sino a no encender más los ánimos en contra del movimiento del que eres caudillo, pues la población xalapeña, se dice harta y molesta por los actos impúdicos que realizan tus seguidores, a plena luz del dí­a y sin el menor miramiento a menores de edad que tienen que ver estos desfigures que se realizan en plena ví­a pública.

El fuero constitucional no es para ampararse en él y realizar acciones que atenten contra el orden público y las buenas costumbres. Tienen ustedes todo el derecho a manifestarse, pero dentro de los cauces legales, sin agraviar a nadie. Háganlo así­ diputado; pero sin herir, sin afrentar a la sociedad civil que se siente lastimada por los eventos que tienen que soportar y que trasgreden los mandamientos que preservan las ordenanzas de buen gobierno.