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Reportajes
Martes 30 junio, 2015

Un semestre de terror

Más de 40 homicidios en la región Córdoba-Orizaba
Se mantienen las cifras del 2014, cuando hubo 80 crí­menes
Ejecutados en varios municipios, donde siembran terror comandos criminales
Comerciantes, agricultores, traileros, taxistas y hasta exconvictos, las ví­ctimas
Algunos tirados al rí­o; también, muchos se han salvado


Laura Rojas

  • Habitantes de Mariano Escobedo quemaron dos patrullas de Seguridad Pública

  • Habitantes de Mariano Escobedo quemaron dos patrullas de Seguridad Pública

Las corporaciones policiacas y la Fiscalí­a, atadas y maniatadas

Con más de 40 homicidios cierra el primer semestre de este año, en la zona centro del estado, donde se mantiene una cifra similar a la del año pasado cuando se registraron alrededor de 80 crí­menes, en más de 10 municipios, quedando rebasadas las autoridades y cuerpos de seguridad.

De forma recurrente, se registran homicidios dolosos en la zona Córdoba-Fortí­n-Orizaba y los municipios que rodean a estas ciudades.

En algunos casos, han resultado como sospechosos incluso policí­as municipales, en otros ha habido detenidos que después son liberados por la mala integración de expedientes del Ministerio Público, pero en la mayorí­a de los homicidios, los casos se mantienen en la impunidad.

Las ví­ctimas han sido, por ejemplo, comerciantes, gente inocente y trabajadora, pero también, individuos con antecedentes penales o gente implicada en hechos delictivos, en cuyo caso, según parecen concebirlo las autoridades, el hecho pierde impacto social.

Sin embargo, el fenómeno violento que azota la región, sigue provocando malestar de los diversos sectores de la población, que se manifiestan contra la violencia, y donde convergen lo mismo el clero católico convocando a marchas, que sectores vulnerables, como los antorchistas que han vuelto a manifestarse, para lanzar un ultimátum a las autoridades, a fin de que detengan al sujeto que el año pasado violó y asesinó a una jovencita de 16 años.

En la zona Córdoba-Fortí­n, desde hace dos años fue implementado el Mando Único, en sustitución de las Policí­as Municipales, acusadas de estar coludidas con los delincuentes; sin embargo, la opinión pública registra que tanto el Mando Único como la Nueva Fuerza Civil, prácticamente han dado palos de ciego.

Se dice que los antiguos policí­as municipales, sustituidos por el Mando Único, con todo y que estaban amafiados con los maleantes, los tení­an identificados y conocí­an sus guaridas, por lo que resultaba más fácil perseguirlos, cortarles vuelta y detenerlos, tratándose de asaltos, plagios y homicidios.

También la Fiscalí­a ha tenido desaciertos, como quedó demostrado el pasado viernes, cuando fue liberado en el penal de La Toma el dirigente regional de la Asociación Mexicana de Transportistas, A.C. (Amotac), Lauro Rincón Hernández, a quien se le acusaba de un homicidio, en agravio de un mecánico de Amatlán, pero tras una manifestación de transportistas fue liberado, al quedar establecido que las autoridades lo confundieron con su hijo, del mismo nombre y apellido.

LOS PRIMEROS MUERTOS DEL AÑO

Al iniciar el presente año, el 21 de enero empezó la incidencia de ejecuciones, en los municipios de la región. En Cuitláhuac, el trailero Pablo Silva González, quien tení­a 62 años y viví­a en la avenida 5, sin número, en el centro de Cuitláhuac, fue asesinado a balazos.

La ví­ctima se encontraba en su camioneta, afuera de la escuela secundaria general “Cuitláhuac”, esperando a su mujer Gloria Morales, quien habí­a asistido a una junta. Varias corporaciones como el Ejército, la Marina, Policí­a Estatal y Dirección de Seguridad Pública Municipal, acudieron al auxilio pero no pudieron detener al criminal, que huyó en una moto, tras pegarle a la ví­ctima 7 balazos en el pecho y la cabeza.

Casi un mes después, el 25 de febrero, fue ultimado el trailero Roberto Martí­nez, de 35 años, cuyo cuerpo fue hallado en el interior de su camión, propiedad de una compañí­a colchonera, y que apareció estacionado en el kilómetro 29 de la carretera federal Córdoba-Veracruz, cerca del poblado El Nanche, del mismo municipio.

También, el 27 de marzo, el campesino José Luis López Guzmán, de 32 años y con domicilio en la colonia La Pitahaya, de la congregación La Luz, Cuitláhuac, también fue asesinado de un balazo a manos de un elemento de la Agencia Veracruzana de Investigación (AVI), cuando trató de impedir que se llevara detenido a su primo, en la localidad El Nanche, municipio de Cuitláhuac.

LAS VíCTIMAS QUE APARECIERON EN LA AUTOPISTA

Este año, al menos tres ví­ctimas ejecutadas aparecieron en la autopista México-Veracruz, entre los municipios de Yanga y Amatlán, pero 2 de los cuerpos tuvieron que ser enviados a la “fosa común” porque no fueron identificados.

Uno de los cuerpos apareció el 12 de febrero, en estado de descomposición, flotando en las aguas de un canal de riego, en el kilómetro 9+500 de la autopista Córdoba-Veracruz, donde fue avistado por campesinos que dieron aviso a las autoridades.

El hombre era de entre 20 y 30 años, tení­a un pantalón color azul, cinturón café y camiseta blanca de tirantes, estaba descalzo, y con un trapo amarrado de la cintura, mismo que de acuerdo con las autoridades llevaba cuando menos cinco dí­as de fallecido. El cuerpo flotaba en un canal de cachaza proveniente del ingenio “El Potrero” hacia la localidad San Joaquí­n, y que se utiliza para el sistema de riego “Alfredo B. Bonfil”, el agente municipal de General Alatriste o San Joaquí­n, Daniel Rosales Armenta, le informó a la Policí­a Municipal de Yanga.

Peritos de los Servicios Periciales de Córdoba y agentes de la Policí­a Ministerial, al mando del agente del Ministerio Público Especializado en Delitos en Carretera “Serpico”, Rey Báez Andrade, ordenaron el traslado del cuerpo al Servicio Médico Forense, pero después de 4 meses de no ser identificado, fue enviado a la “fosa común”.

Otro cuerpo, apreció en el mes de junio, en el kilómetro 297, a la altura del municipio de Amatlán y como tampoco fue reclamado, también fue enviado a la “fosa común”.

EN MARZO, LOS CAÑAVERALES DE YANGA SE CONVIRTIERON EN CEMENTERIO CLANDESTINO


Entre el 21 y el 27 de marzo de este año, los cañaverales de la región de Yanga fueron utilizados por bandas criminales para arrojar los cuerpos de cuando menos tres ví­ctimas.

El dí­a 27, fue localizado el cuerpo de un hombre presuntamente asesinado a golpes y en estado de descomposición, cerca del camino a la localidad San Rafael La Tranca, en la misma zona donde dí­as antes aparecieron otros 2 cuerpos. El hallazgo ocurrió cuando un agricultor pasó cerca de los cañaverales, donde tras percibir un olor a carne putrefacta, descubrió que habí­a un hombre muerto, tirado entre la caña y boca abajo.

Por una licencia de manejo encontrada en el lugar, el cadáver fue identificado como Armando López Trujillo, de 30 años, vecino de Coatzacoalcos, Veracruz.

También se descubrió que Armando era chofer de otra ví­ctima, encontrada la mañana del 21 de marzo, en unos cañaverales de San José del Corral, e identificada como Sergio Servando Montalvo López, de 37 años.

Al ser identificado por sus familiares, se supo que Sergio era un abogado y también comerciante, con domicilio en Coatzacoalcos, Veracruz. Incluso, se conoció que Armando trabajaba como chofer de Sergio.

Armando, pudo ser identificado por su madre, gracias a la vestimenta que llevaba, así­ como un tatuaje en forma de águila que tení­a en el pecho, y otro de un dragón en la espalda.

Asimismo, el martes 24, también en unos cañales cercanos a la localidad San Rafael La Tranca o Tranca del Perro, fue localizado el cuerpo de un menor de edad, quien resultó ser vecino del municipio de Rí­o Blanco, y dedicado a la venta de flores, según el reconocimiento que hizo su madre.

Las autoridades del Ministerio Público, junto con peritos de los servicios periciales y elementos de la Agencia Veracruzana de Investigaciones, acudieron al sitio de los hallazgos, donde realizaron inspecciones y ordenaron el levantamiento del cuerpo, pero no lograron pistas para el esclarecimiento de los crí­menes.

EN CÓRDOBA SE RECRUDECIÓ CLIMA DE VIOLENCIA; MATAN A COMERCIANTES DEL MERCADO A SANGRE FRíA


El pasado 22 de febrero, afuera del bar “Camaroninas Factory”, del bulevar Córdoba-Fortí­n, a la altura del fraccionamiento San Nicolás, fue baleado el joven José Alejandro Mercado Amaro, de 21 años, con domicilio en la colonia Los filtros, quien murió posteriormente en un hospital.

Además, el 27 de febrero, en el fraccionamiento Alameda de Córdoba, un policí­a de IPAX asesinó a un presunto secuestrador, a una cuadra de la casa de la madre del gobernador Javier Duarte de Ochoa.

El delincuente fue abatido a manos de un elemento del Instituto de la Policí­a Auxiliar y Protección Patrimonial (IPAX), luego de que aparentemente intentara secuestrar a un empresario, en la avenida 23 y calle 1, en el referido fraccionamiento.
Paramédicos de la Cruz Roja rescataron al policí­a auxiliar y lo trasladaron al hospital del ISSSTE en Orizaba, donde se reportó grave.

No obstante, uno de los puntos que se volvieron álgidos en cuanto a la incidencia criminal es el mercado “Revolución”, donde el 1 de abril de este año, el vendedor de pollo Pablo Arturo Núñez fue acribillado a balazos por un desconocido, y posteriormente murió cuando era atendido en un sanatorio. El agresor le disparó en cuando menos dos ocasiones, mientras compraba pollo en el expendio “La Gloria". Como ha ocurrido en otros atentados, en ese mercado, un sujeto se le acerco a la ví­ctima y tras sacar una pistola, le disparó en varias ocasiones, hasta que el vendedor cayó al piso.

El responsable aprovechó la situación de pánico de los clientes, para correr entre los pasillos y escapar, sin que fuera detenido, a pesar de que en esa zona existe vigilancia continua de elementos de la Policí­a Estatal, del área de proximidad social.

De acuerdo con las versiones de otros comerciantes, se cree que la ví­ctima fue confundida con un locatario, el cual fue ejecutado posteriormente.

Pero el 2 de mayo, también en el mercado “Revolución”, fue ejecutado a balazos el carnicero y vendedor de pollo, Jesús Enrique Méndez Luna, de 27 años y con domicilio en la calle 13, número 1417, de colonia Miguel Alemán.

Otro comerciante, que platicaba con el finado, también resultó herido de un balazo. Este fue el segundo crimen del mercado, en un mes.

El testigo lesionado fue el comerciante Manuel Martí­nez (a) "El Chacharitas". Ambos, que se encontraba en el local del hoy finado, denominado carnicerí­a y pollerí­a "Mayita".

El comerciante murió ante la mirada de decenas de locatarios y clientes, que con niños de la mano, hací­an sus compras y vivieron momentos de terror, al presenciar los hechos.

Familiares del joven asesinado, entre ellos su hermana Mariana y su madre Teresa Méndez Luna, dijeron entre llanto desconocer los motivos por los que Jesús Enrique fue ejecutado. Versiones afirmaron que los homicidas pretendí­an asesinarlo desde el 1 de abril, cuando ejecutaron por confusión al vendedor de pollos Pablo Arturo Núñez.

Ante estos homicidios, los locatarios se reunieron con las autoridades, para exigir que en esa área sea instalado un puesto de seguridad.

Sin embargo, la ola de terror siguió creciendo, pues el 12 de mayo fue asesinado el joven Aldahir Félix Pineda Urbina, de 22 años, quien tení­a su domicilio en la colonia San Pedro. Fue ultimado a balazos mientras pretendí­a abordar su camioneta, en la avenida 1, entre calles 13 y 15.

Según la Fiscalí­a General de Justicia, el ejecutado era un ex convicto del penal de Nayarit, en Tepic, donde permaneció preso por delitos contra la salud.

También, trabajaba como auxiliar administrativo en Plaza Palmas, de donde salió para abordar su camioneta Ford-Aerostar, color beige, con placas de circulación TVM-9114 del estado de Puebla, pero fue sorprendido por un individuo, que le disparó a corta distancia.

En un boletí­n, la Fiscalí­a General del Estado (FGE) informó que “Aldahir Félix Pineda Urbina, vinculado a un grupo delincuencial y que estuvo preso en el Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) de Nayarit, por delitos contra la salud, fue abatido dentro de un automóvil, en esta ciudad. La Fiscalí­a Regional zona centro abrió la respectiva carpeta de investigación y agotará las pesquisas hasta esclarecer el hecho. Al lugar se presentaron elementos de la Policí­a Ministerial, así­ como peritos especializados que realizaron las primeras diligencias de criminalí­stica de campo”.

La situación de inseguridad se disparó durante ese mes, debido a que el dí­a 19, otro exconvicto, este del penal de “La Toma”, también fue ejecutado de un balazo, cuando caminaba por la avenida 14 o exví­a del Huatusquito, entre calles 17 y 19, en la colonia Las Flores, donde fue sorprendido por un sujeto que le disparó.

La nueva ví­ctima fue Roberto Elvira Gaspar, albañil de 32 años y con domicilio en la avenida 16 y calle 27, en la colonia San Pedro, quien tení­a antecedentes penales por los delitos de lesiones y contra la salud.

De nueva cuenta, las autoridades justificaron que la ví­ctima tení­a antecedentes penales, porque en el año 2011 ingresó al penal de La Toma, ya que enfrentaba 2 órdenes de aprehensión, la primera bajo la causa penal número 635/03 por el delito de lesiones, porque en el año 2003 golpeó a sus familiares Silvia López Gaspar, Candelaria y Eduardo Guillermo Gaspar.
Asimismo, en el 2005 también se inició un proceso en su contra, mediante la causa penal 137/05 del Juzgado Tercero de Primera Instancia, por el mismo delito, tras lesionar a golpes a Rosendo Contreras Ortega.

De acuerdo al boletí­n DPE/4207/11 de la Procuradurí­a General de la República (PGR), Roberto Elvira Gaspar también habí­a sido capturado el 11 de marzo del año 2010 por elementos del Ejército Mexicano, en la avenida 10 y calle 17, de la colonia San Miguel, al atender una queja ciudadana en la que denunciaban a una persona dedicada a la venta de droga.

En el documento, se estableció que el detenido fue liberado bajo fianza, y posteriormente el Juzgado XII de Distrito lo condenó a la penalidad de 1 año y tres meses de prisión por ese delito.

Por otro lado, el pasado 8 de junio, 3 sujetos asesinaron a balazos al comerciante Refugio Ismael Montalvo Bravo, quien tení­a 44 años, conocido como "El Cuco" y con domicilio en el fraccionamiento El Greco de Fortí­n, cuando conviví­a con otras personas en la avenida 7 y calle 25, de la colonia Huilango, donde los responsables lograron darse a la fuga.

Los sujetos se le acercaron, y uno de ellos sacó una pistola y le disparó varias veces, por lo que la ví­ctima cayó al suelo, donde quedó arrodillado y murió, junto a las muletas que ocupaba para caminar.

EN LA REGIÓN DE OMEALCA, SEMBRÓ EL TERROR COMANDO CRIMINAL

Muchos de los crí­menes registrados en este primer semestre del año, han sido en la región de Omealca, zona prominentemente cañera. Por ejemplo, el pasado 6 de abril, un comando ejecutó a balazos al productor cañero Armando Achely Rodrí­guez Martí­nez, hermano del desaparecido ex dirigente de la Asociación de Productores de Caña de Azúcar-CNPR del ingenio “La Providencia”, Jesús Martí­nez Rodrí­guez; el homicidio ocurrió en una taquerí­a de Matatenatito, donde hasta los criminales se llevaron el cadáver.

El grupo armado llegó en varias camionetas, de las cuales bajaron sujetos encapuchados, quienes asesinaron a balazos al agricultor, y tras darle el tiro de gracia, se llevaron su cadáver. A pesar de los operativos de las corporaciones policiacas, los homicidas no fueron detenidos.

De acuerdo con antecedentes, Armando se habí­a hecho cargo interinamente la dirigencia de la CNPR del ingenio “La Providencia” a finales del año pasado, luego de que el 8 de octubre del 2014 fue secuestrado el ex dirigente de la organización, su hermano Jesús Rodrí­guez Martí­nez.

Por si fuera poco, el 7 de abril se registró una segunda ejecución en el mismo municipio, entre el ejido Matatenatito y el lugar denominado “La Quebradora”. La nueva ví­ctima estaba amarrada de pies y manos, y se cree que presentaba aproximadamente 40 balazos en la cabeza y el cuerpo. El hombre, de aproximadamente 40 años, tení­a pantalón de vestir color café, una playera color blanca, y estaba descalzo.

Esta zona volvió a ser presa del terror, luego de que el 9 de agosto del año pasado, también en Matatenatito, un comando armado ejecutó a balazos a Guillermo Aparicio Lara (a) “El Willy”, de 39 años, vecino de la localidad Peñuela, municipio de Amatlán. Ese dí­a, también murió su hija de 1 año y medio, resultando graves su esposa y su madre Margarita Lara, pero esta última falleció 12 dí­as después.

TAXISTAS FUERON BLANCO DE HOMICIDIOS

La violencia que azota a la región centro del estado, también tiene entre sus ví­ctimas a los trabajadores del volante, ya sea por venganzas, asaltos ó hasta por problemas con el crimen organizado.

El 15 de abril, un taxista cordobés fue asesinado a balazos, por sujetos desconocidos, quienes dejaron su cuerpo en el coche, en un camino vecinal, entre cañales, en la localidad Potrero Viejo, del municipio de Amatlán de los Reyes. El hecho provocó el repudio del gremio, así­ como una manifestación en las instalaciones del Mando Único de Córdoba, para exigir castigo a los autores del crimen, al igual que ocurrió en el mes de febrero cuando fue asesinado el ruletero Juan Alberto Montesinos Galindo.

Ese dí­a, pobladores de Potrero Viejo, en un camino entre cañales, avistaron el taxi número 82 de Córdoba, con placas 8111-XCZ, con el conductor muerto en el interior. Isaac Ubaldo Durán Flores, de 38 años, vecino de la avenida 35, número 2785, en la colonia Emilio Carranza, de Córdoba, tení­a varios impactos de bala, y el tiro de gracia en la sien izquierda.

Asimismo, el 3 de mayo un comando de varios sujetos con armas largas, asesinaron a otro taxista, Néstor Peña Ortiz, alias “El Periquí­n”, de 39 años, cuando viajaba en su automóvil particular, en la avenida Ejército Nacional, a la altura de la cancha de la Sección 23 de Potrero Nuevo, municipio de Atoyac.

La unidad, ya descontrolada y con la ví­ctima dentro se fue a impactar con un local, donde se ubica la notarí­a pública, de la licenciada Minerva Cobos Lucero.

Policí­as de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Atoyac, quienes tienen su base a unos 200 metros del lugar donde ocurrieron los hechos, persiguieron a los criminales y se enfrentaron a balazos con ellos, pero no los detuvieron.

SE SALVAN DE SER EJECUTADOS

En toda esta estela de muerte, también hubo ví­ctimas que lograron sobrevivir a los ataques, y aun cuando han sido interrogados por las autoridades ministeriales, los responsables no han sido capturados.

Así­ ocurrió el pasado 25 de abril, cuando de siete balazos fue herido un repartidor de pizzas, al ser agredido por un desconocido en la avenida 11 y calle 10, desde donde corrió herido para refugiarse en una llantera, para luego ser rescatado y enviado a un hospital. Policí­as de diversas corporaciones desplegaron operativos que resultaron inútiles, para ubicar al agresor.

El repartidor de pizzas Eduardo Gama Juárez, de 22 años, es vecino de la calle 10, entre avenidas 13 y 15, de la colonia Federal, a unos metros de donde fue atacado.

A la altura de la refaccionaria de motocicletas “Motos Perras”, fue sorprendido por un individuo con gorra roja, el cual sacó una pistola y le disparó varias veces. Ya lesionado, el pizzero corrió hacia la calle 12, para refugiarse en el taller de una llantera, mientras decenas de automovilistas, empleados de locales comerciales y peatones, eran presa del pánico, y algunos se tiraron al suelo, mientras se escuchaban los disparos.

Al lugar acudieron policí­as estatales y paramédicos de la Cruz Roja, siendo estos últimos quienes atendieron al herido, consciente a pesar de las lesiones, y lo llevaron al hospital general “Córdoba”, donde quedó internado, y logró sobrevivir, pero dí­as después se escapó del hospital.

Previamente, personal de la Unidad Integral en Procuración de Justicia (UIPJ) tomaron conocimiento de los hechos e integraron una carpeta de investigación, para interrogar a la ví­ctima y esclarecer el asunto.

Otro de los que también se salvó fue el jefe de grupo de la Unión Local de Productores de Caña de Azúcar de la CNC, del ingenio Central Progreso Alberto Casas Reyes, quien el 11 de mayo fue herido a balazos, al oponerse a un asalto, en su domicilio de la localidad San José Balsa Camarón, en Paso del Macho.

En Naranjal, el 27 de mayo, el presidente municipal de Amatlán, Miguel íngel Castro Rosas estuvo a punto de ser ejecutado, cuando viajaba en su camioneta, por la carretera estatal Córdoba-Naranjal, cerca del puente del rí­o Blanco.

Un sujeto desconocido salió de entre los matorrales y le disparó a corta distancia sin lograr herir al muní­cipe.

Su camioneta Suburban, negra, con placas YKC-1343 del estado, en la que viajaba solo, presentó un impacto de bala en la puerta delantera de lado izquierdo.

OTROS APARECIERON EN EL RíO

El 13 de febrero, en las aguas del rí­o Blanco, a la altura del lugar denominado La Junta, entre Zapoapita, municipio de Ixtaczoquitlán, y Villa Unión, perteneciente a Fortí­n, fue encontrado el taxista cordobés Juan Alberto Montesinos Galindo, de 48 años, con domicilio en el infonavit Santa Margarita, quien habí­a desaparecido 11 dí­as antes.

Juan Alberto era el conductor del taxi número 04, y desapareció la noche del martes de 3 de febrero, cuando manejaba el taxi por la avenida 7 y calle 11, cerca del centro comercial “La Garza”, momentos después de que un locatario de esa plaza fuera asesinado a balazos.

Al dí­a siguiente, sus familiares, junto con unos 200 taxistas se manifestaron ante la Policí­a Estatal, donde acusaron a los policí­as de haberlo desaparecido. Extrañamente, la misma corporación encontró su vehí­culo en la localidad San Bartolo, en la zona rural de Córdoba.

Posteriormente, el 2 de mayo, el cuerpo de un hombre fue encontrado en el mismo rí­o, a la altura del puente Micos, en el camino Zapoapita-Fresnal.

El hombre de entre 35 y 40 años, el cual se encontraba desnudo, y en estado de descomposición, fue trasladado al anfiteatro de una funeraria de Orizaba, donde permanece en calidad de desconocido.

El hallazgo ocurrió cuando pobladores de la localidad El Fresnal caminaban por el citado puente y a unos 50 metros distinguieron el cuerpo que sobresalí­a entre el agua y se encontraba boca-abajo, atorado en unas rocas, a mitad del rí­o.

Tras dar parte a la Policí­a Municipal, elementos de esa corporación acudieron al lugar y una vez que corroboraron el hecho, pidieron la presencia de las autoridades ministeriales, para rescatar el cuerpo.

Este sábado 27 de junio, fue encontrado el cuerpo de un hombre, hasta el momento desconocido, atorado en una piedra del rí­o Seco, a la altura de la trituradora de piedra de la entrada a San Rafael Rí­o Seco, municipio de Amatlán.

Tras las maniobras de voluntarios, el cuerpo fue trasladado al anfiteatro de una funeraria, donde permanece en calidad de desconocido.

Se trata de un hombre de entre 35 y 40 años, el cual se encontraba prácticamente desnudo, sólo con una trusa color negro y restos de lo que aparentaron ser sus calcetines.

El hallazgo ocurrió cerca de las 09:30 horas del sábado, cuando trabajadores de la trituradora de piedra que se localiza en la entrada de la congregación Rí­o Seco, descubrieron que cerca de la orilla del rí­o, atorado de una roca, se encontraba el cuerpo de un hombre muerto, por lo que dieron parte a las autoridades, a través del servicio de emergencias 066.

A pesar de la movilización de distintas corporaciones como el Mando Único, Policí­a Municipal, Seguridad Pública y Policí­a Ministerial, los responsables escaparon por la carretera federal Córdoba-Veracruz.

GRUPOS ARMADOS MANTIENEN ASOLADA LA ZONA

El pasado 20 de mayo, un grupo armado asesinó al ex presidente municipal de Cuitláhuac, Ambrosio Borbonio Anne, alias “El Vocho”, mientras cenaba en un puesto de hamburguesas, en la entrada de la cabecera municipal, sin que las corporaciones policiacas pudieran ubicar a los responsables.

El ex alcalde panista de 42 años, también era conductor del programa de televisión “Vámonos en Vocho”, en el canal de televisión por cable “Canal 56”, donde habrí­a tratado el tema de un secuestro en esa zona.

Los sicarios le dispararon varias ráfagas desde un automóvil color gris, pegándole en la cabeza y el tórax, por lo que al momento el ex alcalde cayó de espaldas y ahí­ murió, mientras los criminales huyeron.

Ya en este último mes, grupos armados se han hecho presentes en la zona, donde además han circulado supuestos comunicados en redes sociales, sobre la presunta llegada de grupos criminales, para afianzarse en la zona, con la consigna de aniquilar a grupos rivales y de paso a las corporaciones que les sirvan.

Así­, el 4 de junio, otro comando de hombres portado armas de fuego asesinó a balazos a dos pintores automotrices, en la colonia Rincón Chico, ubicada en los lí­mites con el municipio de Rafael, cuando trabajaban en un taller de hojalaterí­a y pintura. Las ví­ctima fueron Matí­as Flores Contreras, de 24 años, propietario de un taller de hojalaterí­a, y su ayudante Genaro “N”, quienes fueron ejecutados con un tiro en la cabeza.

En los últimos dí­as, los hechos de violencia se extendieron hacia Orizaba y otros municipios de la zona conurbada, debido a que en las últimas 2 semanas ocurrieron al menos tres ejecuciones en el municipio de Rafael Delgado, y de acuerdo con versiones, se ha sabido de otras muertes que no dieron a conocer las autoridades.

Y el pasado miércoles 17 de junio, también un comando armado asesinó al ex director de la Policí­a Municipal de Cuitláhuac, Martí­n Rosales Ordaz, junto con el abogado Enrique ílvarez Garrido, priista reconocido de la ciudad de Córdoba. El doble crimen ocurrió cuando las ví­ctimas viajaban en una camioneta de lujo, en el kilómetro 12 de la carretera federal Córdoba-Veracruz, entre Parada La Concha y Puente de Oro. La camioneta Grand Cherokee, color negra y con placas de circulación 772-UCY del Distrito Federal, fue alcanzada por otro vehí­culo, desde el que un comando armado les disparó y los mató.

El ex jefe policiaco, realizaba los trámites para resolver su situación jurí­dica, ya que andaba libre bajo caución y aún debí­a acudir a firmar el libro de reos al penal de Tlaxcala, tras haber sido detenido en el municipio de Santa Ana Chiautempan, junto con dos elementos más, que todaví­a siguen presos, al ser acusados de llevarse secuestradas a 2 personas, a quienes habí­an amenazado de muerte.

PIDEN ESCLARECER CRIMEN DE ABIGAIL

Aun año del asesinato de la joven Abigail Bautista Luna, el pasado 24 de junio cientos de antorchistas marcharon desde la reserva territorial de FREDEPO hasta la Fiscalí­a Regional de Justicia, para exigir que se esclarezca el crimen.

Abigail, estudiante de 15 años, fue asesinada el 27 de junio del año 2014, a manos de su vecino, el albañil José Alfredo Tepepa Garcí­a, quien desde entonces es buscado no sólo en Córdoba, sino también en varios municipios de la región, mediante un cartel donde las autoridades ofrecen una recompensa de 1 millón de pesos, a quien de informes sobre su paradero.

Ese dí­a, el sujeto, aprovechando que ella estaba sola, se metió a su casa, la violó y luego la mató, pero fue descubierto por la abuela de la menor, que se encontraba en su puesto de venta de pollo y acudió a la casa para ver a su nieta, porque se le hizo raro que ya era tarde y no la veí­a pasar para la escuela.

Los manifestantes caminaron desde la Reserva Territorial pasando por el bulevar 30 Caballeros, hasta desembocar en la avenida 11, para culminar en la fiscalí­a.

“Queremos justicia, no es posible que a un año de haber sido asesinada Abigail, las autoridades no han dado resultados, cuando en aquella ocasión el Subprocurador salió y nos dijo que ya habí­a pistas y rastros, ahora resulta que no hay nada de avances, son gente incompetente que no sabe hacer su trabajo”, denunció en entrevista la dirigente regional del movimiento, Janeth Cruz.

Luego de caminar cerca de dos horas, sostuvieron una reunión con el fiscal Alejandro Dávila Vera, quien les dio pormenores de las investigaciones realizadas, aunque hasta el momento el responsable sigue prófugo.

MARCHAN MILES POR LA PAZ EN CÓRDOBA

El pasado 28 de mayo, miles de personas provenientes de diferentes lugares de la región, marcharon vestidos de blanco, por las principales calles de la ciudad, portando flores, velas y orando a favor de la paz y la vida.

Esta marcha, que congregó a adultos, jóvenes y niños, así­ como familias completas, fue un clamor masivo a las autoridades, pero también para sensibilizar a la población y promover los valores.

La procesión fue encabezada por el obispo Eduardo Porfirio Patiño Leal y sacerdotes de la Diócesis de Córdoba; inició frente a la iglesia de San José, desde donde caminaron, cantando y pidiendo a la virgen Marí­a, su intercesión ante Dios para que llegue la paz y a favor de la vida.

El padre Lázaro Prado Evangelista se pronunció por un momento de reflexión para las familias, de donde debe venir el tiempo de tranquilidad, reflexión y amor, para alejar a los menores de situaciones negativas; también pidió trabajar por la estabilidad social.

“La paz y la tranquilidad no corresponde sólo a las autoridades, sino a toda la ciudadaní­a (sic), nuestra marcha debe tener paz, pero se ha degenerado por la falta de comunicación y las redes sociales, que son de doble filo para las nuevas generaciones”, expresó el sacerdote.

Por la avenida 3, con el Santí­simo Sacramento y la imagen de la Virgen Marí­a como estandarte, los feligreses llegaron a la catedral de la Inmaculada Concepción, donde el obispo Patiño Leal, pidió a los asistentes orar por la estabilidad social y las familias, que son el reflejo de un núcleo que se ha visto afectado en sus valores.


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