Arden Cuitláhuac, Ciudad Mendoza, Acultzingo, Maltrata y Mariano Escobedo
El centro de Veracruz está irritado. La sangre corre. También la sublevación social. Vecinos contra policías y narcos. Ciudadanos contra los elementos policiacos de Arturo Bermúdez, El loco soñador. Vecinos deteniendo a presuntos criminales ante la ineficacia y la indolencia de las fuerzas policiacas.
Cuitláhuac, Ciudad Mendoza, Acultzingo, Maltrata y Mariano Escobedo integran lo que pudiera llamarse en la lógica de Bermúdez el eje del mal.
Lo último: los vecinos incendiaron unas patrullas policiacas, lo que a la luz de un sociólogo constituye el colmo de la indignación social.
Sea la inseguridad. Sea el mal gobierno. Sea la acción reprobable de la policía. Sea la corrupción policiaca y de funcionarios públicos. Sea la cooptación de narcos con policías y autoridades. Sea el crecimiento de secuestros y desaparecidos y muertos y fosas clandestinas. Sea el Tinam. Sea las guardias comunitarias de la montaña de Zongolica. Sea la indolencia.
Sea lo que sea, el entro de Veracruz arde como dicen los clásicos del periodismo.
El talón de Aquiles de Arturo Bermúdez. Y del Fiscal, ambos, incapaces de garantizar el Estado de Derecho.
Y no obstante, los preferidos y consentidos del jefe máximo.
El Vecino Vigilante