Construyen fraccionamientos sobre terrenos inundables
•Pasando la llamada Cabeza olmeca, camino al aeropuerto Heriberto Jara, camino a la autopista Veracruz/Córdoba, una gigantesca zona habitacional para trabajadores de salario mínimo
•Riesgo de quedar bajo el agua en la primera lluvia atípica, igual que en Arboledas San Ramón, Puente Moreno y el Floresta
•Ayuntamiento del alcalde Ramón Poo modificó el uso del suelo
Luis Velázquez
•Un nuevo ultraje a la ley para beneficiar a empresarios ricos
Desde la orilla de la autopista Veracruz-Córdoba, de aquí pa”™allá, iniciando la travesía, y en el lado izquierdo si se camina por la vieja carretera de Veracruz al aeropuerto Heriberto Jara, se divisa a lo lejos una gigantesca zona habitacional que cada vez crece y se multiplica en el lado oeste de la ciudad jarocha.
Desde la carretera la mancha urbana va tomando forma con casas de interés social que serán habitadas por los trabajadores de salario mínimo.
Serán casas tamaño INFONAVIT que se abren paso en medio de la maleza, la vegetación, el lirio acuático y hasta zonas inundables, como aquellos conjuntos de Puente Moreno, en Medellín, propiedad del constructor Luis Barquín, que con un chisguete del huracán Karl fueron convertidas en la Venecia jarocha y en donde tantos perdieron su único patrimonio.
A la altura del lugar identificado como La cabeza olmeca, en el lado izquierdo hay unos terrenos propiedad de Agustín Acosta Lagunes desde cuando era gobernador. Todos ellos son terrenos inundables y su único destino será, quizá, de reserva natural, porque todos están seis metros sobre el nivel del mar.
Y en el frente derecho hay otros terrenos, cientos de metros cuadrados, que fueron propiedad en el siglo pasado de Félix Díaz, quien se hizo millonario en la compra venta de lotes, y ahora los usufructúan sus herederos.
Más adelantito, siempre cerca del aeropuerto Heriberto Jara, que puede mirarse a ras del suelo; pero más aún trepado en un árbol de tantos que por ahora crecen alimentados por la lluvia, se ubica el nuevo paraíso habitacional en el Veracruz del alcalde Ramón Poo Gil.
Se trata de un número incalculable de casas que desde adentro del monte vienen caminando hacia la orilla de la carretera y que han llegado a terrenos inundables ante el silencio y la indolencia de la dirección de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento porteño que habría autorizado el cambio en el uso del suelo, sin recato ni pudor.
Esos fraccionamientos populares, dice el ingeniero Manuel Abonce Ferrandón, exdirector del Instituto Veracruzano de la Vivienda, pondrán en riesgo a familias pobres y jodidas y, por añadidura, hasta la pérdida de su único patrimonio.
Son miles de viviendas, unas terminadas y otras en proceso. Incluso, algunas habitadas, si se considera el bullicio infantil que a las 12 del día, bajo el sol endemoniado, juegan en las calles solitarias.
CADA TRABAJADOR DE SALARIO MíNIMO CARGARí SU CRUZ
Su construcción viene de allá pa”™acá… acercándose a la autopista, para donde, incluso, los fraccionadores han abierto un terraplén que en fracción de tres, cuatro minutos será el vaso comunicante con la carretera y de ahí a la civilización y la modernidad.
Pero dado que son terrenos bajos, igual que en Arboledas San Ramón y Puente Moreno, con la primera lluvia atípica todas las casitas INFONAVIT serían arrasadas, y para cuando protesten, el consorcio Ara, que las erige, andaría en otras latitudes del país con sus desarrollos urbanísticos en 18 estados, donde en Baja California, por ejemplo, ofrece viviendas hasta por 250 mil pesos y en el estado de México por un poquito más, 295 mil.
Peor tantito si se considera que un a ladito, incluso en una área habitacional que por ahorita está en proceso, pasa un arroyo de aguas negras tipo El canal de la Zamorana, que en automático se desbordaría.
La mayoría de los conjuntos viviendistas, que son muchos, se levantan en terrenos ubicados a seis metros sobre el nivel del mar cuando la ley establece que para edificar han de elegirse terrenos a nueve metros.
Pero, de entrada, el Ayuntamiento jarocho modificó el uso del suelo y una vez más la ley habría sido ultrajada con toda la impunidad del mundo.
Y es que de acuerdo con la normatividad, el Congreso local avala un plan de desarrollo urbano en cada municipio especificando el uso del suelo y que cada Ayuntamiento está obligado a cumplir, dice Manuel Abonce.
Aquí, todo indica, han querido dar la vuelta a la zona inundable.
Pero las partes bajas donde por ahora están construyendo son manifiestas a flor de tierra.
Y a un ladito el peligroso arroyo.
Y enfrente, la experiencia de Arboledas San Ramón y Puente Moreno de Luis Barquín, aquel que, pasando el huracán Karl, el gobernador Javier Duarte le anunció que ningún permiso más le sería autorizado para construir fraccionamientos… Y antes que el gallo cantara tres veces iniciaba nueva oferta habitacional, dueño, entonces, hasta de la planta de agua de El Tejar, concesionada por el SAS de José Ricardo Ruiz Carmona, alias “El Pepín”.
Ahí, pues, igual que en Puente Moreno, igual que en el Floresta, donde un pantano fue rellenado como para disimular, cada año vivirán y padecerán una tragedia apocalíptica; cada trabajador de salario mínimo que compre cargará su cruz…
Alejandro Soto DomÃnguez 28 Jun, 2015 - 23:13
Cierto, el conjunto Las Vegas Infonavit, se construyo con relleno inicial de 5 metro de altura, para ir disminuyendo hasta 3.5 metros, con la finalidad sacar las aguas negras por gravedad y evitar una inundación. La razón era técnica y se acato el uso del suelo, con Alemán y Fidel se quebró todo principio ético de la dupla constructor-funcionario, y se permitió la construcción de conjunto de la cabeza Olmeca-Jamapa, rumbo a Playa de Vacas. A simple vista, la cota de la carretera se observa muy arriba de las casas inundables. Corrupción total.