Cínicos del poder
•Lorenzo Córdoba, titular del INE, humilló a un líder indígena; pero se indignó porque, dice, grabaron su conversación telefónica
•Marcelo Montiel fue denunciado de posibles trastupijes en SEDESOL; pero anunció una denuncia penal porque robaron sus documentos
•¡Vaya tipejos!
Luis Velázquez
Según el politólogo Carlos Ronzón Verónica, el país y Veracruz se han convertido en un territorio de políticos cínicos.
El cínico mayor es Lorenzo Córdoba, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral, INE, con su pensamiento marxista/leninista sobre los indígenas, a quienes de acuerdo con una grabación menospreciara con la peor soberbia intelectual del mundo.
Y más en un académico como él, hijo de Arnoldo Córdova, un académico y político de izquierda.
Y más en un tipo como él que se santifica en el altar de la modernidad civilizatoria.
Y, lo peor: que luego de que la grabación donde se burlara de un líder indígena fuera publicitada, aseguró que interpondría una denuncia penal contra quien resulte responsable porque invadieron su privacidad.
Es decir, para Lorenzo Córdoba, lo que resulta imperdonable es que hayan violado su mundo privado con una grabación que lo que en realidad piensa del mundo indígena de la nación.
Tal cual, otro cínico se ubica en Veracruz con Marcelo Montiel Montiel, delegado federal de la Secretaría de Desarrollo Social, quien molesto porque el CEN del PAN, con Gustavo Madero y el diputado federal, Juan Bueno Torio, anunciaron una denuncia penal en su contra ante la Secretaría de la Función Pública y la Procuraduría General de la República (Arely Gómez), reaccionó igual que Lorenzo Córdova.
En ningún momento, pues, se refirió Montiel Montiel, apodado La chica esmeralda en Coatzacoalcos, al presunto desvío de entre 500 a 800 millones de pesos federales, sino a que se robaron documentos de su oficina.
Cínico Lorenzo Córdova, cínico Marcelo Montiel, dos veces expresidente municipal de Coatzacoalcos, exdiputado local y exsecretario de Desarrollo Social en el sexenio próspero, tiempo aquel cuando, el pobrecito, inventara la fórmula mágica para llevar de la pobreza a la clase media a los indígenas de Mixtla Altamirano, con un programa que tenía listo para todas las regiones étnicas de la tierra jarocha.
¡Vaya tipejos!
POLíTICOS INTOLERANTES
Unos analistas del altiplano han dicho que Lorenzo Córdoba tiene sus días contados en el INE.
Carlos Ronzón mira los hechos de la siguiente manera:
El PVEM, al que tanto ha impuesto multas por delitos electorales, lo seguirá acosando hasta llevarlo al límite, a partir de la ofensa, la humillación y la burla en contra del líder indígena.
Y, bueno, de aquí al 7 de junio, día de la elección de diputados federales, le harán imposible la vida.
Y más porque el consejero presidente del INE se mostró en su doble, triple moral como un político intolerante, racista, xenófobo y excluyente, el señor académico pontificando la llegada del socialismo al país, todos iguales ante la ley.
Menos ellos, encaramados en el poder electoral.
ORDEÑÓ LA VACA…
Es el mismo caso de Marcelo Montiel.
Durante años ha librado la lupa del ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, y la Comisión de Vigilancia del Congreso y hasta de la Contraloría del gobierno de Veracruz.
Hoy, su fortuna se calcula en unos dos mil millones de pesos, con ranchos por varias demarcaciones, y uno, vaya, en Curitiba, Brasil, el estado más cosmopolita del continente, paraíso de la diversidad sexual del mundo.
Incluso, su riqueza es tanta al cobijo de los cargos públicos, desde la dirección del DIF municipal en Coatzacoalcos con el alcalde Carlos Brito Gómez hasta la SEDESOL federal, que según la fama pública en el pueblo se dio el lujo de regalar su mansión de diez millones de pesos al obispo de Coatzacoalcos, quizá, acaso, para ganar indulgencias en el más allá.
Y ahora cuando el diputado Bueno Torio, y también el senador Alejandro Encinas, lo han atrapado en la maroma, pues ambos interpusieron la denuncia penal en la PGR, gritonea y patalea porque le robaron documentos.
El hecho, no obstante, es otro, que lo ubica bajo sospecha suspicaz y perspicaz de ordeñar la vaca.
Los políticos se han vuelto unos cínicos asegura Carlos Ronzón.